miércoles, 4 de enero de 2017

Comanchería (Hell or High Water,2016 )****

Director: David Mackenzie
Int: Jeff Bridges, Chris Pine, Ben Foster, Gil Birmingham, Katy Mixon, Dale Dickey, Kevin Rankin, Melanie Papalia, Lora Martinez-Cunningham, Amber Midthunder, Dylan Kenin, Alma Sisneros, Martin Palmer, Danny Winn, Crystal Gonzales, Terry Dale Parks, Debrianna Mansini, John-Paul Howard.


A la caza del forajido 

Nominada a Mejor película en los Globos de Oro 2016 y con diversos premios y nominaciones en diversos certámenes, llega ahora a nuestras pantallas el último filme de David Mackenzie. Director escocés que comenzó en el largometraje en 2002 y que, hasta ahora, sólo había dirigido bajo el sello USA el más que discreto American Playboy (2009). En su anterior filme, Convicto (Starred Up, 2013), ya se trataba la violencia como lenguaje para hacer frente a situaciones desesperadas. 

La historia que nos cuenta esta Comanchería, cuyo título original y mucho más apropiado sería “Infierno en High Water”, ya nos da pistas con su título en español sobre el ambiente y el trasfondo de lo que se nos va a narrar. Igual que a los indios les fueron arrebatadas sus tierras por los colonos blancos hace ciento cincuenta años, ahora son los bancos los nuevos saqueadores de terrenos, casas y granjas. Estamos en la Norteamérica rural y profunda, donde dos hermanos (uno de ellos se ha descarriado y se ha convertido en un “fuera de la ley”, mientras el otro carece de mancha judicial alguna) acosados por una entidad bancaria que va a ejecutar una pequeña hipoteca para adjudicarse la granja de su difunta madre (de un valor muy superior, pues sus tierras contienen petróleo), deciden tomar cartas en el asunto y plantar cara a la entidad por la única vía que ven factible: atracar sus entidades del estado de Texas para reunir el importe que adeudan al banco.  

En un escenario rural triste y desangelado, con carteles de casas en venta y vallas con ofertas de préstamos rápidos por doquier, dominado por unos tonos ocres y arenosos que nos ofrecen un Texas granjero casi desértico, se va a desarrollar un thriller  que podríamos denominar rural o Country-Thriller, envuelto por una banda sonora de canciones igualmente Country cuyas letras esconden también mensaje. Comanchería es también un thriller con mucha influencia del western que contiene además un claro trasfondo de denuncia social, donde los realmente malos son los que pasan por respetables (algo que suele ser muy habitual en la sociedad de hoy), haciendo negocio y aprovechándose del más débil e ignorante de las normas legales y fiscales. En este Thriller-Western se perfila claramente la figura del Sheriff, personificada aquí por un ranger de Texas a punto de jubilarse, espléndidamente interpretado por el veterano Jeff Bridges, que va acompañado de Alberto Parker (Gil Birmingham), un compañero con raíces y antepasados indios. Deseo en este punto hacer una pequeña cuña para hablar un poco de Bridges y su extensa carrera como actor. Estamos ante un actor de casta y de saga familiar, con el recordado patriarca Lloyd Bridges a la cabeza, y sus dos hijos, Jeff y Beau Bridges. Centrándonos en Jeff, su segundo hijo vivo (tuvo cuatro), es su interpretación magistral del sheriff Rooster Cogburn en la nueva y reciente versión de Valor de Ley (2010, Joel y Ethan  Coen) la que cimenta y da forma a este ranger de Comanchería. Jeff Bridges, inolvidable en aquella obra maestra llena de melancolía y pesimismo social que fue La última película (The Last Picture Show, de Peter Bogdanovich, 1971), aromas de ella también hay aquí; y que, mucho antes de encarnar al famoso “Nota” de El gran Lebowski (1998, Joel Coen), tocó el piano  junto a Michelle Pfeiffer en Los fabulosos Baker Boys (1989, Steve Kloves), tuvo un sueño en Tucker (1988, Francis Ford Coppola), se metió en la piel de un ser de videojuego en Tron (1982, Steven Lisberger); fue un ingenuo ladronzuelo en Un botín de 500.000 dólares (1974, Michael Cimino) y un joven e inexperto boxeador en la dorada y decadente Fat City, de John Huston (1974). 





Volviendo a los personajes, tenemos por el otro lado a los forajidos, interpretados brillantemente por Chris Pine y Ben Foster. Al primero de ellos lo hemos visto como el nuevo capitán Kirk  de Star Trek en la nueva saga iniciada por J. J. Abrams, así como en filmes de acción como Imparable (2010, Tony Scott). Al segundo, más en papeles secundarios, se le ha podido ver en El único superviviente (2013, Peter Berg). Ambos están muy bien (especialmente Pine), y encarnan a la perfección a la pareja delictiva al más puro estilo Bonnie & Clyde, silenciosamente perseguidos por este viejo Sheriff llamado Marcus Hamilton.

Este western-thriller, al más puro estilo clásico, está también igualmente impregnado de cine negro, con referencias claras a dos filmes del gran directir Raoul Walsh: El último refugio (High Sierra, 1941) y Al rojo vivo (1949, White Heat). De hecho y, a modo de homenaje, uno de los hermanos repite más de una vez: “estoy en la cima del llano...”. Esta Comanchería (título poco afortunado que no dice gran cosa al espectador) resulta únicamente justificado por una alusión al comportamiento comanche y, por ende, guerrero, que los forajidos muestran (especialmente uno de  ellos). “Infierno en High Water”, su título original, alude con mayor claridad a este infierno de caminos y campos áridos y polvorientos en el que sólo la violencia se revela como el lenguaje y única senda a seguir para intentar dar solución a una situación tan desesperada como sus protagonistas.  



El filme hace gala de una austeridad y una melancolía tan triste como hermosa que destila notas que recuerdan también a ese maravilloso western dirigido por el señor Eastwood denominado Sin perdón (1992, Clint Eastwood). Estamos pues ante un Western-Thriller crepuscular que nos retrata a la perfección una parte de esa Norteamérica rural y profunda que tan bien retrataron los hermanos Coen en Fargo (1996, Joel Coen), otro referente de los que sin duda bebe Comanchería. Una Texas rural que, muy lejos del glamour de las grandes urbes de Estados Unidos, agoniza y se desmorona como esos mismos personajes del western que parecen vivir totalmente fuera de estos tiempos de tecnología digital (aquí nadie usa móviles y parece que estamos de nuevo en el salvaje oeste americano). Una Texas en la que todo el mundo va pistola en mano y la gente es de gatillo fácil (de hecho es el estado con más habitantes armados de los Estados Unidos), como en la época en la que vivieron Wyatt Erp, Billy El Niño o tuvo lugar el duelo en OK Corral. 

Comanchería es pues una excelente obra cinematográfica. Yo de ustedes iría corriendo a las salas para disfrutarla...y por si acaso...lleven cargado su revólver...

Gonzalo J. Gonzalvo   

-Aragonia-

4 comentarios:

Anónimo dijo...

"Hell or high water" no significa "infierno en High Water", sino que se trata de una frase hecha que viene a significar algo similar a nuestro "contra viento y marea". El nombre para la versión cinematográfica cambió el título que lleva el guion escrito por Taylor Sheridan, que sí es "Comanchería". A mí tampoco me convence y es cierto que muchas veces las productoras/distribuidoras meten la pata al modificar los títulos a la hora de traducirlos al castellano, pero en este caso se ha respetado el titulo del guion.

G. J. Gonzalvo dijo...

Gracias por la aclaración...

G. J. Gonzalvo dijo...

Gracias por la aclaración...

Roberto Sánchez dijo...

Igualmente, gracias "Anónimo" por tu aclaración...