lunes, 25 de abril de 2016

Mi amor (Mon roi, 2015)****

Dir: Maïwenn
Int: Vincent Cassel, Emmanuelle Bercot, Louis Garrel, Isild Le Besco, Chrystèle Saint Louis Augustin, Patrick Raynal, Yann Goven, Paul Hamy, Djemel Barek, Slim El Hedli, Lionnel Desruelles, Laetitia Dosch, Félix Bossuet, Giovanni Pucci, Michael Evans, Vincent Nemeth

 Las dos caras del amor


Cuarta película de la realizadora francesa, y actriz, Maïwenn Le Besco. Película dirigida y escrita por mujeres en la que también trabaja su hermana, y también actriz, Isild Le Besco,  que interpreta aquí a Babeth, y a la que pudimos disfrutar no hace demasiado tiempo en la maravillosa Una nueva amiga (2014), del director francés François Ozon.

Mi amor nos presenta a Giorgio (Vincent Cassel) y a Tony (Emmanuelle Bercot) como dos personajes que se unirán sentimentalmente por una pasión tan desmedida como destructiva. Giorgio es un tipo sofisticado y encantador, con ese aire peligroso que atrae a las mujeres. Tony es una mujer que, mientras intenta recuperarse de un grave accidente de esquí, inicia una doble reconstrucción: por un lado la de su maltrecha rodilla. Por otro, la rememoración en flash-backs de una relación tan apasionante como terrible con quien ella creía el hombre de su vida. 

Maïwenn Le Besco se inició en la dirección de largos con Pardonnez-moi (2006), obra con la que consiguió ser nominada al César a la mejor ópera prima. En 2009, con El baile de las actrices,  sigue experimentando sobre las identidades y los papeles vitales de los seres humanos, en esta ocasión a través del mundo de la interpretación. Será con Polisse (2011), un drama con trasfondo policial, el trabajo con el que conseguirá su mayor éxito hasta la fecha, ganando el Premio del Jurado del Festival de Cannes de ese año y el César al mejor montaje y a la mejor actriz revelación. Comentar aquí, que el guión de Polisse lo escribieron mano a mano Maïwenn y Emmanuelle Bercot, que además de actriz es guionista y también directora de cine con varias películas en su haber. 



En esta Mi amor (filme con una duración arriesgada que, aunque supera las 2 horas, mantiene la atención del espectador en todo momento), esa cohesión y compenetración existente entre directora y actriz protagonista es muy palpable, logrando extraer Maïwenn de la Bercot todo su potencial. Por otro lado, el actor Vincent Cassel da el contrapunto perfecto en un duelo interpretativo de altura, componiendo el retrato de un tipo perverso con una doble cara y personalidad inquietantes, que pasa de lo encantador a lo terrible y casi demoníaco con una facilidad apabullante. Con momentos realmente duros, Mi amor contiene secuencias que golpean directamente al espectador, aunque también la ternura y la sonrisa tienen cabida  dentro de una trama con un tono predominantemente dramático y sin concesiones. 

La toxicidad y dependencia dentro de las relaciones amorosas y personales, resulta un tema tratado con verdadera maestría por parte de esta directora francesa, que se ve arropada por un estupendo trabajo actoral, en especial por parte de la pareja Bercot-Cassel, ambos en estado de gracia. 

En resumen, Mi amor es un filme tan duro como hermoso, que no hace más que corroborar que el cine francés se mantiene artísticamente en muy buena forma. Y, por cierto, apréndanse el exótico nombre de una joven e interesante directora qué habrá que seguir muy de cerca: Maïwenn.

Gonzalo J. Gonzalvo.


-Aragonia-

Toro (2016)***

Dir: Kike Maíllo 
Int: Mario Casas, Luis Tosar, José Sacristán, Ingrid García Jonsson, Claudia Canal, José Manuel Poga, Luichi Macías, Alberto López, Nya de la Rubia, Manuel Salas, Ignacio Herráez.


El apodo del protagonista  nos evoca un símbolo de la España tradicional, el "padrino", Romano, interpretado por José Sacristán, que se lo hizo tatuar, es un mafioso a la española, ferviente admirador de las vírgenes y su Hermandad del Silencio, clarines incluidos.


El thriller nos cuenta la historia de Toro (en una interpretación convincente de Mario Casas) y sus dos hermanos mayores, los tres, maleantes al servicio de este fervoroso cofrade y padre putativo.

Toro quiere desvincularse de ese mundo y, en el que iba a ser su último golpe, un policía al servicio del "padrino" liquidará a su hermano mayor Antonio, interpretado por Hovik Keuchkerian, y la fatría se rompe.

La voluntad de Toro de escapar de ese mundo pasará por la cárcel y la venganza. Su segundo hermano, López, interpretado magistralmente por Tosar, se revelará como un superviviente nato que no tiene de alunado más que la apariencia.

Es de destacar la banda sonora, compuesta básicamente por el peculiar Joe Crepúsculo (que en realidad es el cantautor Jöel Iriarte Parra) que fusiona ritmos electrónicos, canciones con cadencia flamenca, marchas de la Semana Santa Sevillana y a ¡Michael Nyman!; y algunas bellas y cuidadas imágenes, bien elaboradas por el director de fotografía Arnau Valls Colomer. 

Buena película de acción trepidante y buenas recreaciones de  arrebatados personajes de la costa andaluza.

Su realizador Kike Maíllo va repasando géneros poco habituales en nuestro cine. Se atrevió con la ciencia ficción naturalista en Eva (2011), a vueltas con la creación de la inteligencia artificial, y ahora se embarca en este thriller andaluz, sureño y con aires "tarantinianos". El guión es de Fernando Navarro (del equipo de guionistas de varias series televisisvas y de la película dirigida por Javier Ruiz Caldera Anacleto: Agente secreto, de 2015), y Rafael Cobos (responsable también de la escritura del guión, junto a Alberto Rodríguez, de Grupo 7, en 2012, y La isla mínima, en 2014). 




Antonia Bordonada
Roberto Sánchez


-Aragonia, C. Grancasa, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-

sábado, 16 de abril de 2016

The Lady in the Van (2015)***

Dir: Nicholas Hytner 
Int: Maggie Smith, Alex Jennings, Jim Broadbent, Dominic Cooper, James Corden, Frances de la Tour, Samuel Anderson, Gwen Taylor, Rosalind Knight, George Taylor.

Un buen día, la señorita Shepherd (Maggie Smith), una mujer de orígenes inciertos, pero que desde el inicio del film se sugiere que puedan estar vinculados con la música y una represiva fe católica, aparca su furgoneta en una acera de Londres (para ser más exactos en Camden), en el acceso a la casa del escritor Alan Bennett (Alex Jennings). Lo que al principio iba a ser algo temporal, un favor a regañadientes, se acaba convirtiendo en una relación que cambiará las vidas de ambos. Y es que la señorita Shepherd se quedó a vivir allí durante 15 años. 

La película, dirigida por Nicholas Hytner y escrita por su habitual colaborador Alan Bennett, que es personaje fundamental en la trama, supone un triple homenaje, primero al mismo Bennett, por un lado a la "señorita Shepherd", y por otro a la gran actriz inglesa Maggie Smith (nacida en 1934), activa desde 1955 en cine, teatro y televisión con más de 80 intervenciones. Su personaje está entresacado de la realidad, pero, como el propio film cuenta escrupulosamente, recreado por la imaginación de Bennett, guionista y autor teatral muy vinculado a la trayectoria teatral y cinematográfica de Nicholas Hytner con quien ha colaborado estrechamente en sus películas aportando obra teatral y guión en La locura del rey Jorge (1994) y en The History Boys (2006). Hytner siempre cercano al mundo de la dirección teatral y trabajando para el National Thetre inglés y la televisión, ha sacado tiempo para realizar unas pocas películas más como El crisol (The Crucible, 1996), aquí con guión del prestigioso Arthur Miller, autor de la obra teatral del mismo título, Mucho más que  amigos (The Object of My Affection, 1998), o El ritmo del éxito (Center Stage, 2000), sobre el mundo de las  exigentes academias de ballet clásico en Nueva York. 

Para incorporar a Bennett se escogió a Alex Jennings, al que ya vimos en papeles secundarios, siempre brillantemente resueltos en  La reina (2006), Babel (2006) o Las alas de la paloma (1997), por citar unas pocas de sus más de 60 intervenciones en el cine. 

El resultado final es una  película muy "inglesa", con una fina y estereotipada ironía, sólidamente apoyada en el trabajo de actores, con soluciones inteligentes y un gran equilibrio formal.


Roberto Sánchez


-Aragonia-

lunes, 11 de abril de 2016

Julieta (2016)****

Dir: Pedro Almodóvar

Int: Emma Suárez, Adriana Ugarte, Daniel Grao, Inma Cuesta, Darío Grandinetti, Rossy de Palma, Michelle Jenner, Pilar Castro, Susi Sánchez, Joaquín Notario, Nathalie Poza, Mariam Bachir, Blanca Parés, Priscilla Delgado, Sara Jiménez, Tomás del Estal, Agustín Almodóvar, Bimba Bosé.


El guión de Julieta está basada en tres historias cortas (Destino, Pronto y Silencio) de la escritora canadiense Alice Munro, la premio nobel de Literatura de 2013. 

El film comienza con una jovencísima profesora de griego que explica a sus estudiantes adolescentes el significado de la palabra "pontos" (camino al mar) y su relación con las aventuras de Ulises. 

Este sentido mítico de la vida determinará el destino de Julieta. En su personal Odisea, las señales y los personajes secundarios, serán los desencadenantes de las peripecias melodramáticas de su vida. 

Como en la más arraigada tradición determinista de nuestra cultura, en la que "cada uno tiene lo que se merece" (sobre todo cuando se habla de culpas y dramas), la protagonista deberá superar las pruebas de su destino para alcanzar el "euxinos pontos" ("mar acogedor", en una de sus acepciones).

El cine de Pedro Almodóvar se ha recuperado, en Julieta, de una cierta banalización y superficialidad en la que parecía haber caído con Los amantes pasajeros (2013). Vuelve al melodrama, pero muy bien apuntalado en esta personal adaptación del universo de Alice Munro. 

Es una película cuyas protagonistas absolutas son las mujeres. Ha sido un acierto pleno contar con la brillante Enma Suárez que con su sólida interpretación nos transmite a la perfección la fragilidad, pero también la determinación de su personaje (interpretado por Adriana Ugarte, en su juventud) que parece continuamente enfrentada a un terrible destino. Vuelven a ser determinantes algunos personajes, aparentemente secundarios, como el de Mariam (Rosy de Palma), Beatriz (Michelle Jenner) o Ava (Inma Cuesta), cuyas intervenciones son decisivas para ir construyendo el devenir de Julieta. 



El trabajo de Alberto Iglesias en la banda sonora, y  del francés Jean-Claude Larrieu (habitual colaborador de  Isabel Coixet) en la fotografía, refuerzan el juego de sensaciones. La sutileza
y el buen gusto en el tratamiento estético alcanzados en Todo sobre mi madre (1999) y en Hable con ella (2002) también regresan en esta película de apariencia sobria, que ha hilvanado las situaciones con pericia y que, aún teniendo pequeños desajustes, nos devuelve al mejor Almodóvar posible.

Antonia Bordonada
Roberto Sánchez

-Aragonia, Palafox-

sábado, 9 de abril de 2016

Hitchcock/Truffaut (2015)***

Dir: Kent Jones 
Int: David Fincher, Martin Scorsese, Wes Anderson, Richard Linklater, Alfred Hitchcock, François Truffaut, James Gray, Olivier Assayas, Kiyoshi Kurosawa.



Medio siglo después de la publicación del libro El cine según Hitchcock de François Truffaut, Kent Jones y Serge Toubiana (el co-guionista) invitan a algunos de los mejores directores de nuestro tiempo (Martin Scorsese, David Fincher, Richard Linklater, Wes Anderson, James Gray, Olivier Assayas...) a compartir sus pensamientos sobre el maestro del suspense. 

Ese libro ha sido compañero inseparable de muchos cineastas, de muchos estudiosos y de simples aficionados. Ese libro nos ha permitido disfrutar de cerca, con sus propias palabras, de Sir Alfred Hitchcock. François Truffaut, un sincero admirador, otro magnífico cineasta, se aproximó a él y logró entresacarle una entretenida y amena lección de cine. 

Toubiana y Jones no han logrado ir mucho más allá de lo conseguido con el libro, y eso que han contado con las conversaciones grabadas y fotos hechas durante las sesiones de trabajo entre los dos maestros del cine. Lo cierto es que resulta imprescindible verla para todos aquellos que hemos manoseado, y casi destrozado las ediciones de bolsillo del libro, aunque sólo sea para comprobar que este material audiovisual no es tan sugerente como el propio libro, que resulta monótono y poco brillante el modo de articular imágenes de archivo, entrevistas e imágenes de las películas y del propio libro;  y a pesar de todo sí resulta satisfactorio ir viendo los fragmentos de algunas películas que en el libro eran solamente imágenes fijas, o disfrutar de algunas de las fotos, tomas y audios de las sesiones de entrevistas que permitieron elaborarlo. Para quien no haya leído el libro, confío en que pueda provocar su curiosidad por un cineasta (Hitchcock) repleto de contradicciones, con tensiones entre la comercialidad (el público) y la pura creación, no siempre bien resueltas  y que sigue siendo un modelo para muchos otros cineastas veteranos y jóvenes, como demuestran las entrevistas.


                     Roberto Sánchez


                                 -Palafox-

Madame Marguerite (Marguerite, 2015)****

Dir: Xavier Giannoli
Int: Catherine Frot, Christa Théret, André Marcon, Michel Fau, Sylvain Dieuaide, Aubert Fenoy.



El canto del cisne 

Xavier Giannoli, a pesar de su apellido italiano, es un director que ha desarrollado toda su carrera dentro del cine francés, cinematografía que sigue manteniendo una potencia y un nivel artístico notable entre la vorágine del cine USA que domina el mercado.  Giannoli se dio a conocer en 2003 con Les corps impatients, obra a la que seguiría Una aventura (2005), donde dirigió a la deliciosa Ludivine Sagnier, prometedora actriz que entonces tenía una espléndida carrera por delante. En 2009, Crónica de una mentira (A l'Origine) supuso una curiosa incursión en el cine negro. 

La protagonista de esta historia es la marquesa Marguerite Dumont, (más que curiosa similitud con la Margaret Dumont a la que cortejaba el inefable Groucho Marx) que en el alegre París de los años 20 ejerce de mecenas cultural. Apasionada de la música y de la ópera en concreto, da recitales en su mansión ante un selecto grupo de burgueses. Entre ellos hay también diversos intelectuales amantes del surrealismo y de las vanguardias que verán un filón en la marquesa para potenciar sus reivindicaciones artísticas y rellenar sus vacíos bolsillos para hacer realidad sus proyectos. Nadie se atreve a opinar sobre su particular estilo, que no se caracteriza en particular por su capacidad de afinación al cantar.

Con  guión del propio Giannoli y de Marcia Romano, y una excelente fotografía del director Glint Speeckaert, el filme recibió 4 premios César del cine francés en 2015 (entre ellos mejor actriz, sonido y vestuario), y fue seleccionada para la sección oficial del Festival de Venecia.

En cuanto a referencias cinematográficas, tanto la figura del mayordomo (en este caso negro) como la de la diva, extravagante y no muy centrada, me remiten a los protagonistas de esa obra maestra de Billy Wilder titulada El crepúsculo de los dioses, en la que el actor Eric Von Stroheim y la actriz Gloria Swanson daban vida respectivamente al protector ayuda de cámara y a la diva en decadencia. 



Catherine Frot es la protagonista absoluta de esta película. Está magnífica, sobresaliente, maravillosa. Una actriz que aguantó el tipo frente a Isabelle Huppert en Las hermanas enfadadas (de Alexandra Lècrere, 2004) y que me llamó la atención cuando protagonizó, hace ya 10 años, los filmes La última nota (2006), de Denis Dercourt y, especialmente,  Odette, una comedia sobre la felicidad, dirigido en 2007 por Emmanuelle Schmitt, donde desarrolló un papel de deliciosa fragilidad bastante similar al de esta Marguerite. 

Madame Marguerite es también al mismo tiempo un ensayo sobre qué significa el arte y su concepto, haciendo hincapié en la parte concerniente a la música, pero también  sobre la literatura y al teatro (aunque sea de refilón). Aspectos como la provocación, la innovación y la ruptura con lo establecido, se alían para crear adeptos al particular talento y "arte" de Marguerite. Catherine Frot ejecuta una magistral sinfonía interpretativa (si se me permite el juego de palabras), y lleva el peso de la película, aunque los sólidos secundarios, la excelente ambientación y el vestuario hacen el resto para componer una especial comedia agridulce con tintes surrealistas. Aquí es la felicidad, a través del arte y la música, la que sostiene la trayectoria vital de la protagonista. Una burguesa encantadora e inocente, amante de la música, pero con una vida sentimental y amorosa que hace aguas. 

En definitiva una película aparentemente menor, que ha supuesto para mí toda una sorpresa. Absolutamente recomendable y con una Catherine Frot maravillosa . Para salir del cine con una sonrisa y un alma reflexiva.

Gonzalo J. Gonzalvo

-Aragonia, Palafox-

martes, 5 de abril de 2016

Altamira (2015)**

Dir: Hugh Hudson
Int: Antonio Banderas, Rupert Everett, Golshifteh Farahani, Pierre Niney, Nicholas Farrell, Henry Goodman, Irene Escolar, Clément Sibony, Tristán Ulloa, José Luis Esteban.


Estamos en la España de 1879. Entre las verdes colinas y los picos rocosos de la costa de Santander, María Sautuola (Allegra Allen), una niña de 9 años, y su padre Marcelino (Antonio Banderas, un arqueólogo aficionado, descubren algo extraordinario que cambiará la historia de la humanidad para siempre: las primeras pinturas prehistóricas encontradas hasta entonces, unos impresionantes bisontes al galope trazados con gran detalle. Pero la madre de María, la dulce y devota Conchita (Golshifteh Farahani), no es la única perturbada por este descubrimiento. La Iglesia Católica considera que la afirmación de que las pinturas sean obra de prehistóricos salvajes es un ataque a la verdad bíblica. El guión lo firman el documentalista (y magnífico director de fotografía) español Jose Luis López Linares  y la británica Olivia Hetreed, dirige el veteranos realizador inglés Hugh Hudson (nacido en 1932), célebre por Carros de fuego (1981), y que en los últimos años no había hecho nada para el cine desde Soñé con África (2000). 

Estamos ante una película bellamente fotografiada por el español José Luis Alcaine, con interpretaciones demasiado esquemáticas y pomposas, y en el caso de los "malos" (sobre todo el personaje del Obispo Vilanova, interpretado por Nicholas Farrell) demasiado tópicas y exageradas, casi ridículas, lo que no ayuda a tomarse en serio una historia que ha sido excesivamente infantilizada, sometiéndose a los cánones de lo que se supone debe ser el cine comercial y de entretenimiento; pasando por encima de otras consideraciones que permitieran, por ejemplo, ahondar en la situación real de nuestro país en esa época, y en la trascendencia del descubrimiento de la llamada Capilla Sixtina del arte prehistórico. Algunas secuencias oníricas, realizadas en parte con animaciones digitales, que tienen como protagonistas a los poderosos bisontes, son inicialmente atractivas y sugerentes, incluso ayudan a entender la obsesión de la niña María que las encontró, pero terminan por resultar pesadas, a causa de su repetición excesiva...

Por otro lado, ha sido una alegría ver en un papel secundario, pero con mucha visibilidad, al estupendo actor aragonés Jose Luis Esteban (el Padre Tomás), habitual de la escena zaragozana, en muchas series de televisión (por ejemplo, Isabel en 2013) y al que también vimos en De tu ventana a la mía (2011), el debut en el largometraje de Paula Ortíz.

Roberto Sánchez 


-Aragonia, C. Grancasa, Cervantes, Puerto Venecia, Yelmo-

Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia (2016)**

Dir: Zack Snyder 
Int: Ben Affleck, Henry Cavill, Amy Adams, Jesse Eisenberg, Gal Gadot, Diane Lane, Laurence Fishburne, Jeremy Irons, Holly Hunter, Scoot McNairy, Callan Mulvey, Tao Okamoto, Brandon Spink, Lauren Cohan, Michael Shannon, Hugh Maguire, Jason Momoa, Ezra Miller, Ray Fisher.

Ante el temor de las acciones que pueda llevar a cabo Superman (Henry Cavill), el vigilante de Gotham City, es decir Batman (ahora Ben Affleck), aparece para poner a raya al superhéroe de Metrópolis, mientras que la opinión pública debate cuál es realmente el héroe que necesitan. El hombre de acero y Batman se sumergen en una contienda territorial, pero las cosas se complican cuando una nueva y peligrosa amenaza surge rápidamente, poniendo en jaque la existencia de la humanidad y hundiéndonos a todos los ingenuos y esperanzados espectadores en un "topicazo" de proporciones épicas...

Los guionistas, Chris Terrio y David S. Goyer, intentan sin éxito poner orden en la acumulación de superhéroes y villanos de la casa DC Comics, que según algunos expertos no es otra cosa que la fusión de dos cómics El regreso del Señor de la Noche (1986), de Frank Miller, y La muerte de Superman (1992), en este caso con una trama ideada por el equipo de DC Comics formado por Dan Jurgens, Roger Stern, Louise Simonson, Jerry Ordway, y Karl Kesel, liderados por Mike Carlin; en definitiva, estamos ante un enfrentamiento de egos superlativos (¿super-egos?) entre el filo-fascista Batman y el semidios extraterrestre Kar-El (ya saben, Superman).

Zack Snyder, el director de la admirable Watchmen (2009) –según la novela gráfica de Alan Moore y Dave Gibbons del mismo título– y El hombre de acero (2013) –la última entrega fílmica dedicada en exclusiva al personaje, creado por Jerry Siegel y Joe Shuster en 1933– no ha podido controlar este espectáculo de tono operístico y grandilocuente. Puestos a salvar algo, quizá sea Jesse Eisenberg y su interpretación alucinada como Lex Luthor (supervillano arquetípico siempre enfrentado a Superman), una de las pocas cosas destacables de un film que hasta a los incondicionales del cine-cómic actual les costará salvar.

Roberto Sánchez 


-Aragonia, C. Grancasa, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-