martes, 31 de enero de 2023

Babylon (2022)****

 Dir: Damien Chazelle

Int: Margot Robbie, Brad Pitt, Diego Calva, Jean Smart, Li Jun Li, Jovan Adepo, Tobey Maguire, Max Minghella, Katherine Waterston, Samara Weaving, Eric Roberts, Lukas Haas, P.J. Byrne, Jeff Garlin, Rory Scovel, Damon Gupton, Spike Jonze, Olivia Wilde, Phoebe Tonkin, Ethan Suplee, Jennifer Grant, Chloe Fineman, Olivia Hamilton, Patrick Fugit, Kaia Gerber, Flea.



Ambientada en Los Ángeles durante los años 20 y comienzos de los 30, cuenta una historia que mucho tiene que ver con los legendarios mejores momentos de Hollywood. Su historia era todavía corta pero el negocio y el espectáculo logrados en aquellos años no fueron ya superados ni con la llegada del sonoro, ni con el color. Damien Chazelle ha organizado un espectáculo total de música (con bastante jazz, por cierto) y color, bastante entretenido y que logra el milagro de hacer ligeras las tres horas y nueve minutos de su metraje.



Al lado del éxito y los logros de lo que también era un nuevo arte, hubo, sin duda, mucha ambición y 
excesos desmesurados que recorren la ascensión y caída de los personajes que representan esa época de luces brillantes, y unas sombras muy oscuras que Chazelle, también el guionista del film, ha mostrado sin recato, echando mano de muchos de los escándalos descritos en el libro de Kenneth Anger, Hollywood Babylon (editado por primera vez en 1959 y mucho más tarde, en 1985, en España), que además se convirtió en un conocido y difundido documental: Hollywood Babylon (Van Guylder, 1971). 



Los excesos, la sofisticada depravación, que sin duda existieron no son ocultados, ni disimulados. Al contrario, son los protagonistas absolutos de la primera hora (aproximadamente), y lo cierto es que siguen presentes siempre, aunque dejando claro que los más poderosos productores, los potentados, pasando por los políticos y autoridades locales son los principales patrocinadores de las fiestas salvajes que muestra con fruición el Chazelle realizador, con homenajes nada ocultos a Federico Fellini, y otros grandes creadores de la ya larga historia del cine.




El "jovenzano" Damien Chazelle nació en 1985, y lo cierto es que muy pronto demostró su pasión por un cine espectáculo apegado a la mejor tradición de Hollywood. Y algo más, su pasión por la música que centra dos de sus anteriores películas. Con mucho jazz en Whiplash (2014) y en La ciudad y las estrellas. La La Land (2016), un musical de sorprendente éxito y absoluto desparpajo en su dinámico montaje y valiente dinamismo de la cámara. 



Ahora, se apoya en un reparto que parece haber disfrutado conscientemente del desenfreno y que ha defendido sus personajes con pasión. Destacan Margot Robbie (Nellie LaRoy), Brad Pitt (Jack Conrad), Jean Smart (Elinor St.John) y el mejicano Diego Calva (Manny Torres). Estos y todos los personajes están construidos con retazos de las viejas estrellas que vivieron la dura transición del Hollywood del periodo mudo al sonoro. En el argumento del film hay muchas y ricas alusiones a temas sociales y políticos, al desarrollo de la autocensura en el caso de una industria/arte que empaquetada desde ese joven país llamado Norteamérica terminó por embelesar a todo el mundo.  

A pesar del rendido homenaje a la historia del cine, en forma de montaje onírico, casi al final del filme, debo decir que en mi humilde opinión la decadencia del arte cinematográfico, y la poderosa influencia de sus imágenes, empezó a producirse al escucharse los diálogos por primera vez. La música, recuerden, ya la tenían, aunque fuera en directo e interpretada por expertos músicos, en muchos casos brillantes improvisadores. Algo de eso puede intuirse en las lágrimas de Manny Torres que sobrevivió a aquellos tiempos gloriosos, terribles y apasionados.


Por supuesto, la música en una película de Chazelle siempre es fundamental y aquí vuelve a contar con 
su amigo Justin Hurwitz que a concebido una alocada y sofisticada combinación que coincide acertadamente con el tono salvaje y hedonista de la película, echando mano de bandas de jazz de corte más contemporáneo, inspirándose en el rock and roll, la música dance moderna, y hasta la música circense. Hurwitz ha reconocido que el mérito de la banda sonora de Babylon reside precisamente en haber dado con músicos únicos que se han encargado de darle una vida de lo más particular a sus partituras, destacando entre otros los nombres de los trompetistas Sean Jones y Dontae Winslow, Ludovic Louis, y los saxofonistas Jacob Scesney y Leo Pellegrino. 

Además, suena Enrico Caruso, su "O Sole Mio" y la "Siciliana" de "Cavalleria Rusticana", Al Jolson y  su "Dirty Hands! Dirty Face!" (de The Jazz Singer, en 1927), "My Girl's Pussy" de Harry Roy & His Bat Club Boys y un sofisticado arreglo del mismo tema de Justin Hurwitz que interpreta Li Jun Li (Lady Fay Zhu, en la película). 

Es muy importante e inevitable (por ser uno de sus modelos) la referencia a Cantando bajo la lluvia (Singin' in the Rain, 1952), dirigida por Gene Kelly y Stanley Donen, pero de modo inteligente Chazelle, también reconstruye cómo pudo sonar por primera vez y es que su estreno fue en la revista de Broadway The Hollywood Music Box Revue (1929), siendo sus autores Nacio Herb Brown (música) y Arthur Freed (letra) y Doris Eaton Travis la primera que la interpretó. Fue un gran éxito y enseguida la grabaron varios artistas, entre ellos Cliff Edwards, quien también la cantó, junto con las Brox Sisters en The Hollywood Revue of 1929 (1929) de Charles Reisner, la versión cinematográfica del show. 

Resumiendo, me lo he pasado muy bien en esta película excesiva, un gran homenaje, intencionado o no, al mejor CINE, hecho en un pasado ya casi olvidado.

Roberto Sánchez


sábado, 21 de enero de 2023

Holy Spider (Araña sagrada) (2022)****

 Dir: Ali Abbasi

Int: Zar Amir-Ebrahimi, Mehdi Bajestani, Arash Ashtiani, Forouzan Jamshidnejad, Mesbah Taleb, Alice Rahimi, Sara Fazilat, Sina Parvaneh, Nima Akbarpour, Firouz Agheli



El Teherán del siglo XXI en un thriller arriesgado

Desde comienzos del nuevo siglo XXI, el cine iraní, a pesar de las terribles restricciones de libertad a causa de las leyes y políticas islámicas, ha evolucionado y mostrado mucha valentía y afán creativo. Prueba de ello son, cineastas como Asghar Farhadi o Jafar Panahi. Del primero, títulos tan interesantes como A propósito de Elly (2009), Nader y Simin, una separación (2011), El viajante (2016) o la que se pudo ver recientemente, Un héroe (2021). De Panahi, destacar títulos como Taxi Teherán (2016), o la reciente No Bears (Khers nist) (2022), y el propio Ali Abassi, que sorprendió y fascinó con Border en 2018, y que ahora nos presenta su último trabajo, este Holy Spider que se presentó en Cannes como película de producción danesa y coproducida por otras cinematografías europeas. Abbasi actualmente se ha ido a Estados Unidos para adaptar ydirigirr¡ con éxito dos episodios de la serie The Last of Us (2023), creada por Craig Mazin a partir de un videojuego con planteamiento distópico ideado para PlayStation por Neil Druckmann . Esto ya da muestras de las dificultades para los cineastas persas, especialmente para mujeres directoras como Ghasideh Golmakani y otras jóvenes realizadoras como Parastoo Kardgar, Ronak Hosseinijafari, Yasaman Hassani o la productora Nahid Delagah.



Holy Spider nos traslada al Irán de 2001. Una periodista de Teherán se sumerge en la noche de la 
ciudad santa de Mashhad para investigar una serie de homicidios de prostitutas. Pronto se dará cuenta de que las autoridades locales no van a colaborar mucho para resolver el asunto. Los crímenes son obra de un solo hombre, apodado “la araña”, que asegura ser un purificador del vicio y la corrupción como brazo justiciero de Alá. Utilizando los elementos y esquemas del thriller, Abbasi construye un filme potente, incómodo para el espectador, que lleva aparejada una dura crítica social y política sobre el régimen iraní y su falta de libertades e hipocresía, especialmente con las mujeres, reprimidas por las leyes islámicas, los imanes y la “policía de la moral”.



Gran actuación de su protagonista, Zar Amir-Ebrahimi, que se llevó el premio a la mejor actriz en los 
festivales de Cannes y Sevilla. Holy Spider nos sumerge en la noche y en la dura vida de las mujeres que, jugándose el tipo, toman sus oscuras plazas y callejones para ganarse el pan y alimentar a sus hijos, estigmatizadas doblemente, por su adicción al opio y por su condición de mujeres impuras y corruptas a ojos de una sociedad, la iraní, inmersa en pleno siglo XXI en unas normas sociales y políticas condicionadas por una religión islámica intransigente y por los que la dirigen. A sus dificultades cotidianas, sufrirán el azote justiciero de “La araña”, un asesino en serie que se cree una extensión del brazo ejecutor de Alá.



Por si fuera poco, la historia que Abbasi nos narra con toda su crudeza visual (no es en ese sentido un 
filme para paladares poco avezados o espectadores/as de piel fina), está basada en los sucesos reales que, por esas fechas, tuvieron lugar en la ciudad de Mashhad. 

Quizá, lo más duro de La araña sagrada no sean sus escenas escabrosas, sino la misoginia, el desprecio, el machismo y la violencia con la que se trata a las mujeres en una sociedad, la iraní y las sociedades islámicas en general, en las que las mujeres no están consideradas seres humanos con derechos. En este sentido, el filme de Ali Abbasi y todos los que denuncian esta situación, es tan crudo como necesario. Tan necesario y escandaloso como que, toda una sociedad como la iraní, sea capaz de defender y glorificar a un despiadado asesino en serie. 

Holy Spider es, sin duda, uno de los filmes más interesantes, sorprendentes e impactantes de este nuevo 2023. lo que demuestra que hay vida más allá de la omnipotente cinematografía norteamericana.

Imprescindible para amantes del cine de género negro y el thriller.

GONZALO J. GONZALVO

Escritor y Crítico de Cine.