jueves, 2 de febrero de 2017

El último rey (Birkebeinerne, 2016 )***

Director: Nils Gaup
Int: Kristofer Hivju, Jakob Oftebro, Nikolaj Lie Kaas, Thorbjørn Harr, Pål Sverre Hagen, 
Benjamin Helstad, Stig Henrik Hoff, Anders Dahlberg, Thea Sofie Loch Naess, Ane Ulimoen 
Øverli, Adam Nemet, Torkel Dommersnes Soldal, Elg Elgesem.




El guión de esta película es de Ravn Lanesskog, un hombre con muy corta experiencia en el cine que se limitaba hasta el momento a escribir los guiones de dos cortometrajes. No ocurre lo mismo con Nils Gaup (nacido en 1955) que se ha responsabilizado con ésta película de su décimo largometraje. De hecho, su primer largo El guía del desfiladero (1987), se estrenó en todo el mundo e incluso logró estar nominada a los Oscars. La carrera posterior de Nils Gaup ha sido muy irregular, pero en El último rey demuestra sobradamente que no le falta oficio. 

La película se ambienta en el año 1206. Noruega atraviesa una cruenta guerra civil. El Rey es envenenado y muere, y mientras su hijo no reconocido nace en secreto. La facción de los Baglers instigados por el usurpador (mercenarios al servicio de una parte de la nobleza y el clero) quiere acabar con el bebé, pero dos hombres, Torstein Skevla (Kristofer Hivju) y Skjervald Skrukka (Jakob Oftebro), serán los líderes de los Birkebeinerne (agrupación sobre todo de campesinos y de algunos señores opuestos al usurpador) defendiéndolo hasta la muerte en una huida que cambiará para siempre la  historia del país. El niño se llamaba Håkon Håkonsen y sería rey de Noruega.




Es cierto que el ambiente de la serie Juego de tronos parece estar muy presente en el film (el actor noruego Kristofer Hivju, tiene además presencia en ella), pero también que eso de manejarse en escenarios helados, con guerreros sobre esquís, se le da muy bien a los noruegos. Ese evidente exotismo, debo reconocerlo, me ha hecho disfrutar bastante de esta aventura inspirada en sucesos históricos del lejano medioevo nórdico.




Los que gusten del cine de aventuras en un ambiente medieval no deberían perdérsela. Además es una gozada escuchar a los Birkerbeinerne y a los Bagler en su idioma original (para los que la vean en versión original, claro), envueltos por la nieve, disfrutar de sus peleas sobre los esquís y de las cabalgadas sobre el manto helado de Noruega. Y es importante insistir en que hay un intento constante en el film (casi siempre con éxito) de ser verosímil. No hay magos, no hay fantasía y lo mejor: actores convincentes y escenarios creíbles, bellos y de extrema dureza.

Roberto Sánchez  

-Aragonia-

No hay comentarios: