viernes, 2 de diciembre de 2016

The Neon Demon (2016)**

Dir: Nicolas Winding Refn
Int: Elle Fanning, Jena Malone, Keanu Reeves, Christina Hendricks, Bella Heathcote, Abbey Lee, Karl Glusman, Desmond Harrington, Cody Renee Cameron, Chris Muto, Lucas Di Medio, Jamie Clayton, Charles Baker, Taylor Marie Hill, Sophie Mazzaro.

Jesse (Elle Fanning) es una chica que llega a Los Angeles, California, para hacer su sueño realidad: convertirse en supermodelo. Pero su juventud y belleza despertará al demonio, y se verá atrapada en un peligroso mundo de envidias y celos en el que las modelos están dispuestas a todo para triunfar.

Visión personalísima del mundo de las modelos (o quizás, una reflexión muy especial sobre la belleza y los celos) a cargo del director danés Nicolas Winding Refn, un creador siempre dispuesto a epatar.

Algunas de sus películas ya son de culto (Pusher, Valhalla Rising, Sólo Dios perdona o Drive) y se han convertido en objetos de verenación para algunos, y muestras de un cine aburrido y extraño obra de un engreído nórdico pagado de si mismo.




En The Neon Demon este realizador "fuerza la máquina" y nos lleva sin ningún tipo de freno a la puesta en escena del demonio de los celos. Las actrices/modelos, son exquisitas y horripilantes al mismo tiempo. La estética es preciosista y feísta al unísono. La mezcla genérica resulta casi insufrible, momentos descarados de "giallo", seguidos de planos secuencia al estilo de Kubrick, recuerdos a los maestros nórdicos (algo de Dreyer, ¡qué Dios le perdone!) y más de una tontería de neones con abundantes "coloricos" y trucajes...



En fin, Nicolas Winding Refn, juega con fuego una vez más, y deberán ser ustedes los que decidan si seguirlo en su infernal juego, o dedicarse a otros quehaceres, 

A mi me gusta que los cineastas investigen en nuevas formas de contar, que se arriesguen, aunque en el intento patinen y estén a punto de hundirse en la más profunda mediocridad. Winding Refn, ama el riesgo y continuamente, de un modo consciente y muy rebuscado, está oscilando entre lo sublime y lo grotesco. Es su apuesta y la respeto, pero si el resultado final es simplemente mediocre, pomposo y aburrido, también debo respetarme a mi mismo y decirlo. Pasado el asombro al contemplar la belleza repulsiva que contiene en inestable equilibrio todo el film, y cómo la ha captado el director, sólo nos queda el vacío...

Roberto Sánchez

-Aragonia-

No hay comentarios: