miércoles, 7 de diciembre de 2016

Aliados (Allied, 2016)***

Dir: Robert Zemeckis
Int: Brad Pitt, Marion Cotillard, Jared Harris, Daniel Betts, Lizzy Caplan, August Diehl, 
Simon McBurney, Thierry Frémont, Matthew Goode, Anton Lesser, Marion Bailey, Camille 
Cottin, Charlotte Hope.


Estamos en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial. Max (Brad Pitt) es un espía canadiense del bando aliado que se enamora de Marianne (Marion Cotillard), una compañera francesa, tras una peligrosa misión en el norte de África. La pareja comienza una relación amorosa que culmina en el matrimonio (con hija incluida) hasta que a él le notifican que Marianne puede que sea una agente doble que trabaja para los nazis.  

Está claro, sobre todo al iniciarse la película, que Robert Zemeckis (el director y  productor) y Steven Knight (guionista y productor ejecutivo) tenían en mente reconstruir el ambiente de la mítica Casablanca (1942), de Michael Curtiz, e incluso al buscar una pareja de protagonistas como Brad Pitt y Marion Cotillard, restaurar en lo posible esa política del star-system que dominó el cine clásico, combinando estrellas norteamericanas (Humphrey Bogart / Brad Pitt) y europeas (Ingrid Bergman / Marion Cotillard). Se tomaron la molestia de rodar las escenas ambientadas en Casablanca en localizaciones españolas (en concreto en Las Palmas de Gran Canaria, Islas Canarias) y en los estudios británicos todo lo demás.




Supongo que también querían lograr captar a un público cinéfilo, capaz de identificar las abundantes señales referenciales que van puntuando este irregular trabajo de dos valiosos empleados del Hollywood actual. Zemeckis (nacido en 1952) ya ha dejado unas cuantas muescas en la historia del cine, mediante algunos títulos del cine de animación (destaca la revolución técnica que supuso ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, de 1988, al integrar con casi total perfección la presencia de personajes animados y reales), o con éxitos de taquilla como Forrest Gump (1994) o su trilogía de Regreso al futuro (1985, 1989 y 1990). Por su parte, Steven Knight (nacido en 1959) es un guionista británico que al menos ya ha firmado tres películas recomendables como Promesas del este (2007), de Steven Cronenberg, Locke (2013), dirigida por el mismo Knight y El caso Fischer (2014), de Edward Zwick.




Aliados es una película entretenida, con un diseño de producción y una dirección artística espléndidos, con una fotografía (de Don Burgess, habitual colaborador de Zemeckis) que intencionadamente refuerza el tratamiento del color para huir de cualquier sospecha de imitar estéticamente el blanco y negro de los clásicos (el de Arthur Edeson en Casablanca, por ejemplo). Lo que se logra, curiosamente, es aproximarse a la estética de los cómics, y en relación a la historia una cierta infantilización al situar el enamoramiento entre los dos espías muy por encima de la propia trama de espionaje, al quedarse muy pobre en el campo de esas insinuaciones y sugerencias siempre fuera de campo en el género de espionaje. Cualquiera de las situaciones aparentemente insignificantes descritas en  la mítica Casablanca, sugiere mil veces más enrevesamientos emocionales y psicológicos que las miradas y expresiones de Pitt / Cotillard, que siendo actores competentes (no lo pongo en duda), no han logrado trascender sus personajes.  

Pero, insisto, Aliados es un entretenimiento digno, todo un homenaje a un modo de entender el cine que intenta recuperarse para unas generaciones que ya hace mucho tiempo que han olvidado que el mejor cine norteamericano ya se hizo, fue en blanco y negro, y en el siglo pasado...


 Roberto Sánchez

-Aragonia, C. Grancasa, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-

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