lunes, 24 de septiembre de 2018

Una casa, la familia y un milagro (La casa di famiglia, 2017)***

Dir: Augusto Fornari
Int: Valentina Chico, Marco Conidi, Libero De Rienzo, Luigi Diberti, Antonio Fornari, Stefano Fresi, Matilde Gioli, Lino Guanciale, Nicoletta Romanoff, Michele Venitucci.

No hay nada como la familia...sobre todo en Italia

Este artículo se podía haber titulado: “La comedia italiana”, pero entonces no acabaría nunca. Pues en este género cinematográfico, Italia ha marcado siempre un sello de identidad y una habilidad notable para ello. En este sentido, solamente dar unas pinceladas recordando filmes como Matrimonio a la italiana (Vittorio De Sica, 1964), con Marcello Mastroianni, El gran atasco (Luigi Comencini, 1979) o Llegan los bribones (Mario Monicelli, 1960).  En estos títulos aparecen tres de los directores que contribuyeron a hacer de la comedia italiana un arte del sentido del humor, aunque otros grandes directores con estilos muy personales,  como Federico Fellini o Ettore Scola, siempre han utilizado ese humor autóctono italiano teñido de ironía y sarcasmo. 

Y, dicho esto, vamos a entrar en harina con esta película de larguísimo título y que, en origen es mucho más sencillo: La casa di famiglia. Con dirección de Augusto Fornari y guion de éste y de su hermano Antonio Fornari sobre una idea de Andrea Maia, se trata de la ópera prima de un italiano que, como actor, tiene una filmografía mucho más extensa, especialmente en series de televisión. La casa di famiglia (título mucho más sencillo y menos rimbombante, que manía con cambiarlos y desvirtuarlos) nos cuenta la historia de eso mismo, una familia italiana compuesta por Alex, Orestes, Jacinto y Fanny, cuatro hermanos bien distintos que crecen felizmente junto a sus padres en una preciosa villa familiar en el campo. Cuando aparentemente su padre ya mayor, Sergio, se encuentra en un coma irreversible todos acuerdan vender la casa familiar con todo su contenido para ayudar a Alex con sus problemas financieros. Una vez han vendido la casa y los muebles, se llevan la sorpresa de que el padre se despierta por sorpresa. Esto desencadenará una serie de vicisitudes que dan pie para dar rienda suelta a la comedia. Los italianos llevan este género en la sangre y, no cabe duda de que Fornari, a pesar de ser su primer trabajo en la dirección, ha visto mucho cine italiano de este género. 

No estamos ante una de las obras maestras de los ya citados Mario Monicelli, Luigi Comencini o Vittorio De Sica, pero “La casa de familia” se disfruta con agrado, hace reír y hace que ese buen rato que nos dispensa en la oscuridad de la sala se nos pase rápido y salgamos con una sonrisa en los labios. No es moco de pavo teniendo en cuenta los convulsos tiempos que vivimos en todos los sentidos, aunque la política española actual daría, desde luego, para una buena comedia a la italiana. 



El reparto cumple con su cometido y nos da a conocer a actores no muy familiares en España, valga el término. Las bellas Valentina Chico, Matilde Gioli y Nicoletta Romanoff ponen ese indiscutible punto de atractivo de las mujeres italianas, además de interpretar de forma convincente. Mención especial aparte para ese padre comatoso pero vital y melancólico encarnado por el veterano Luigi Diberti. 

Por tanto, si les gusta la comedia y les apetece reír con las ocurrencias de esta familia y salir de la sala con una sensación agradable, no duden en ir a ver una película que nos recuerda que la comedia italiana fue un género muy muy grande en la historia del cine.

Gonzalo J. Gonzalvo

-Aragonia-

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