jueves, 6 de septiembre de 2018

En las estrellas (2018)***

Dir: Zoe Berriatúa
Int: Luis Callejo, Jorge Andreu, Macarena Gómez, Ingrid García Jonsson, Kiti Manver, María Morales, José Luis García Pérez, Pablo Turégano, Magüi Mira, Liz Lobato, Toni Rodriguez, Álvaro Roig.

Víctor (Luis Callejo) es un director de cine al que le superan sus propias desgracias. Es alcohólico, está en paro y terriblemente deprimido, en gran parte a causa de la muerte de su mujer. Sin embargo, Víctor sigue siendo el mejor en una cosa: contarle historias fantásticas a su hijo de nueve años, Ingmar (Jorge Andreu). Dichas historias son cada uno de los guiones que sueña con dirigir en un futuro, cuando reúna todos los recursos necesarios. Víctor e Ingmar comparten un presente lleno de tristeza y precariedad, pero también plagado de robots y localizaciones de películas que han visto juntos. A pesar de formar un gran equipo, sus problemas se multiplicarán cuando los demás empiecen a cuestionar su papel como padre.



Zoe Berriatúa tiene en su haber más de 60 trabajos como actor, siete cortometrajes y Los héroes del mal (2015), un largometraje previo al que comentamos, bastante apreciable, sobre la adolescencia,y la violencia 

Hay en la historia de En las estrellas un homenaje muy sentido a su padre Luciano Berriatúa, un cinéfilo de primer orden que dirigió dos largometrajes, El buscón (1979), adaptando a Quevedo y El lado oscuro (2002), con un guion e historia muy personales, que protagonizó Paul Naschy. Lo cierto es que su afición por el cine del periodo mudo y su indudable entrega no han llegado al gran público, pero muchos le agradecemos su pasión y sus investigaciones y documentales sobre el magistral realizador alemán F. W. Murnau (1888-1931).



Zoe Berriatúa nos ha contado un bello cuento que respira mucha verdad bajo la apariencia de la mirada infantil de sus dos protagonistas. Luis Callejo, siempre un eficiente actor, construye un personaje en el que muchos cinéfilos se verán reflejados (para bien y para mal) y es el transmisor del pernicioso virus de la adicción por el 7º Arte, ese que se ocupa de los sueños y las fantasías hechos realidad en imágenes...



Sin embargo, no todo es perfecto, la estructura de la narración es simplona (necesariamente infantil), dando saltos mecánicos entre la realidad y la fantasía/guion que le relata el padre al hijo. Si esa narración visual hubiera sido más fluida e imaginativa estaríamos ante una gran película, me atrevo a decir que próxima a aquel magistral cuento terrible titulado La noche del cazador (1955), única dirección de Charles Laughton.



No me voy a detener en las numerosas citas cinéfilas, que van de Méliès, a Coppola, pasando por las series B de ciencia ficción, o por el cine clásico de terror y que en general divierten a los cinéfilos y curiosos; pero sí destacaré como atractivo la banda sonora de Ivan Palomares, con un sinfonismo melódico al viejo estilo y el uso excelente que se hace de algunas composiciones de Benjamin Britten. 

Para pasar un buen rato y curarse de ciertas heridas que todos los cinéfilos tenemos. ¡Ah, desen prisa si quieren verla en pantalla grande!, sospecho que a la película de Zoe (aún con el apoyo de Álex de la Iglesia, en producción) puede pasarle lo mismo que a las de su personaje Victor...

-Aragonia- 

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