miércoles, 30 de septiembre de 2015

El hombre que quiso ser Segundo (2014)***

Dir: Ramón Alós
Int: Ramón Langa, Enrico Vecchi, Juan Miguel Company.


La figura de Segundo de Chomón (1871-1929), uno de los pioneros del cine, nacido en Teruel, merece una atención que le sigue siendo negada hasta en su propia tierra. Este documental, con momentos ficcionados y una premisa falsa (la posibilidad de que tuviera un hermano gemelo), resulta necesario ya que las investigaciones de Juan Gabriel Tharrats, en forma de libro (Los 500 films de Segundo de Chomón, en Prensas Universitarias de Zaragoza, 1988) o de documental (Cinematógrafo 19001979) han tenido una menguada difusión y sólo los especialistas o algunos pocos interesados han acudido a ellos para conocer su trayectoria, decisiva para entender la evolución del cine en muchos de sus aspectos técnicos y también narrativos. El libro El cine de Chomón de Agustín Sánchez Vídal (editado por la Caja de Ahorros de la Inmaculada, en 1992), Catedrático de Historia del Cine y otros Medios Audiovisuales que también aparece entrevistado en el film,  permitió hacer un estado de la cuestión sobre este cineasta que, ahora, vuelve a poner en la palestra el realizador valenciano Ramón Alós que, hasta el momento. sólo había filmado cortometrajes, y en concreto con el titulado El edén de Kiko (2014) había investigado la interacción entre cine con personajes reales y la animación. Su pasión por ese género le ha aproximado a uno de los inventores de los mejores trucajes cinematográficos de la historia. Quizás sus aportaciones, como se dice de modo acertado en el documental, sólo puedan compararse con las de George Méliès, al que admiró e imitó al servicio de la Pathé para, con el tiempo, superarle en el perfeccionamiento de algunos aspectos técnicos del cine de animación, en el trabajo con maquetas, las transparencias y las sobreexposiciones. Un maestro de la fotografía y el trucaje que aportó su sabiduría a algunas obras maestras del cine mudo como Cabiria (1914) de Giovanni Pastrone o Napoleón (1927) de Abel Gance. Algunos de los fragmentos de sus películas, utilizados en el film, demuestran no sólo su pericia técnica sino un elevado grado de genialidad a la hora de transmitirnos la magia y la fantasía. Estos territorios abiertos por Méliès, fueron llevados por Chomón al límite de sus posibilidades, teniendo en cuenta los recursos técnicos de la época.
La apuesta de Ramón Alós, al desarrollar esa premisa falsa que citaba al principio, está a punto de hacer naufragar este entretenido e ilustrativo documental sobre el genial cineasta turolense. En la parte ficcionada (o de falso documental) el director, interpretado por el italiano Enrico Vecchi, junto al Doctor en Filología y Profesor de Comunicación Audiovisual Juan Miguel Company (que hace de sí mismo), recrean una serie de situaciones algo ridículas que difícilmente resultan verosímiles. Su obsesión por demostrar la existencia del hermano gemelo (Primo Chomón), les lleva a una investigación sobre la veracidad de una filmación en la que 
aparece con su gemelo. Por cierto, terminan por estudiar la posibilidad rocambolesca de que Chomón hubiera utilizado, para crear la ilusión cinematográfica de la existencia de su gemelo, uno de los autómatas de Paco Sanz, un peculiar ventrílocuo y marionetista que yo tuve la ocasión de descubrir gracias a la proyección del documental Sanz y el secreto de su arte (1918), de Maximiliano Thous y Francisco Sanz, en las XIV Jornadas de Cine Mudo de Uncastillo (2014); una película que ya mezclaba con habilidad ficción y documental. 
En definitiva, una película que no deben perderse, un documental que les aproximará a la figura de uno de los cineastas más importantes para entender el nacimiento del cine y su desarrollo artístico y técnico, pero también uno de los más injustamente olvidados y por tanto necesitado de unas cuantas reivindicaciones, homenajes y estudios... 

Roberto Sánchez

-Aragonia- 

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