miércoles, 23 de septiembre de 2015

La visita (2015)**

Dir: M. Night Shyamalan
Int: Olivia DeJonge, Ed Oxenbould, Deanna Dunagan, Peter McRobbie, Kathryn Hahn, Celia Keenan-Bolger, Samuel Stricklen, Patch Darragh. 

El director de origen hindú M. Night Shyamalan comenzó a dirigir en 1992 con Praying with Anger, film en el que se estrenaba también como actor y guionista. Su primer gran éxito internacional llega en 1999 con El sexto sentido, película que catapulta al niño Haley Joel Osment, a la sazón partenaire Infantil de Bruce Willis, actor con el que repetirá un año después en El protegido. La temática de este director  y guionista parece estar siempre centrada en el misterio de acontecimientos inesperados sobrenaturales y la influencia de éstos en la vida de las personas. Sus filmes posteriores (Señales, El bosque, y especialmente, La joven del agua), marcan a mi parecer un paulatino  descenso artístico que culminará en los flojos Airbender, el último guerrero (2010) y After Earth (2013), dos auténticos despropósitos. Tras su incursión en la televisión con la primera entrega y la producción ejecutiva de al menos 10 capítulos de la serie de intriga de la Fox Wayward Pynes (basada en la novela de Blake Crouch), recupera en The Visit elementos de los cuentos de terror infantiles para intentar reencontrar la  extraviada senda de un cine y un director que había perdido absolutamente el norte. Con guión del propio Shyamalan (como es habitual en todos sus trabajos) y una buena fotografía de Maryse Alberti (maestra de la iluminación, que parece haberle echado una buena mano en este trabajo), el filme combina lo aparentemente sobrenatural con lo cotidiano y la interacción de ambos planos, en la realidad,  con los personajes. 
En La visita, Shyamalan utiliza recursos  y una estética que hicieron ya famosos a filmes como el español REC (2007), de Jaume Balagueró, o al  baratísimo y casero Paranormal Activity (2007), utilizando, tanto la cámara al hombro,  como la cámara fija en plano general,  actuando ésta de mudo testigo de lo que va a acontecer. Pero Shyamalan abusa también de los resortes clásicos del género para asustar al espectador más cómplice (ruidos, puertas chirriantes, rostros que rompen la oscuridad en primer plano...). A la evidente carencia de presupuesto, se une pues esta falta de originalidad que nos revela que no hay nada nuevo bajo el sol, aunque sí se percibe en todo el filme el sello de identidad que este director parecía ya haber perdido. Otro lastre de la película lo componen un niño rapero extremadamente impertinente y un final bastante previsible (que por supuesto no voy a desvelar). Por todo ello, La visita se erige en un filme sólo recomendable para amantes acérrimos del género de terror y de su director M. Night Shyamalan. Habrá que ver su siguiente propuesta, Labor of Love, (prevista para estrenar en el 2016) en la que recupera a su estrella Bruce Willis, para tener más opciones de retorno a la senda del éxito que este director había dejado a un lado y que parece estar recuperando con dificultad.

Gonzalo J. Gonzalvo.

-Aragonia, C. Grancasa, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-

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