domingo, 30 de abril de 2017

Stefan Zweig: Adiós a Europa (2016)***

Dir: Maria Schrader
Int: Josef Hader, Tómas Lemarquis, Barbara Sukowa, Nicolau Breyner, Charly Hübner, Lenn Kudrjawizki, Ivan Shvedoff, Harvey Friedman, Nahuel Pérez Biscayart,  André Szymanski, Matthias Brandt,  Nathalie Lucia Hahnen, Oscar Ortega Sánchez,  Vincent Nemeth,  João Cabral,  Márcia Breia.

Este biopic sobre Stefan Zweig (interpretado por el actor austriaco Josef Hader) se centra en los años de exilio del famoso escritor y activista social nacido en Viena en 1881. Como judío se vio obligado a abandonar de su país debido al régimen nazi. En su huida hacia adelante, se refugió en París primero y, más tarde, en Londres, pero a  Zweig no le quedó otra solución que abandonar  Europa junto a su esposa y recalar en Sudamérica, instalándose finalmente en Brasil, donde acabaría suicidándose en 1942.

Además de su categoría como ensayista, poeta y escritor, para cualquier cinéfilo que se precie, es el autor de la novela Carta a una desconocida (Brief einer Unbekannten, escrita en 1922), llevada al cine en dos ocasiones. La primera adaptación es una obra maestra de gran delicadeza y belleza titulada Carta a una desconocida (Letter from an Unknown Woman, 1948), de Max Ophüls, y la segunda, la  apreciable Carta de una mujer desconocida (Yi ge mo sheng nu ren de lai xin, 2004), de la china Jinglei Xu.

La actriz y directora alemana Maria Schrader, que había realizado previamente La jirafa (co-dirigida por Dani Levy en 1998) y Liebesleben (2007); afronta la difícil tarea de contarnos los años en el exilio de uno de los más destacados escritores en alemán de toda la historia, profundamente marcado por ese exilio y por la persecución de los judíos por parte del régimen nazi. Resultada atractiva, y no poco arriesgada, la idea de reconstruir momentos decisivos en esa huida forzada, y hacerlo como si fueran capítulos independientes, desde el congreso internacional de literatura celebrado en Brasil en 1936, con el que se abre la película, pasando por sus estancias en Buenos Aires, Nueva York, hasta cerrar el círculo con su muerte en Petrópolis (Brasil), está caracterizada por un cierto distanciamiento y frialdad de la cámara que sin embargo siempre se preocupa de captar con detalle la expresiones de un hombre melancólico, de extrema sensibilidad, abrumado por los terribles acontecimientos que suponen la expansión de los ejércitos nazis, por los amigos y familiares dejados atrás, por la necesidad de apoyar a otros exiliados como Friderike (interpretada por Barbara Sukowa), su anterior mujer, "rescatada" a través de Marsella, y con la que coincidirá en Nueva York. La tensión vital de un hombre, un tanto apático y distante en 1936, convencido de que la situación aún podía revertirse en Alemania, va evolucionando hacia una desesperación larvada en esa personalidad ensimismada, cada vez más preocupada por la constatación de que Hitler y sus secuaces parecían estar imponiéndose en Europa (todavía era así en 1942).



Maria Schrader, junto a su co-guionista Jan Schomburg, han construido una historia aparentemente distante, un filme biográfico sí, pero que en forma de capítulos aislados, con transiciones intencionadamente bruscas, nos propone fragmentos vívidos, que parecen rescatados de un álbum de intensos recuerdos personales. El desenlace, desde el punto de vista formal, es uno de los grandes aciertos de una película irregular, pero muy atractiva.



Existe una versión doblada (que afecta sólo al alemán) que no favorece para nada la comprensión de un film en el que se escuchan el francés, el inglés, el portugués (variante brasileña), el hebreo, el español y alguna palabra suelta de yiddish y ruso; siendo muy importantes todas ellas para comprender la comprometida y compleja tesitura vital y anímica en la que se nos quiere mostrar al escritor Stefan Zweig. Si pueden, véanlo (y escúchenlo) en su versión original. 


Roberto Sánchez


-Palafox-

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