miércoles, 5 de agosto de 2015

Amy (La chica detrás del nombre) (Amy, 2015)****

Dir: Asif Kapadia


Documental sobre la famosa cantante Amy Winehouse, que cuenta con imágenes inéditas de archivo y entrevistas con la malograda estrella, que murió en julio del 2011 a los 27 años de edad. 
Amy Winehause saltó a la fama internacional con su segundo álbum, Back to black, que vendió 12 millones de copias por todo el mundo y fue varias veces Disco de Platino en numerosos países desde su lanzamiento en 2006. Fue admirada por muchos y colaboró con diversos artistas como Tony Bennett, Prince, Mark Ronson o los Rolling Stones. Murió trágicamente en 2011 a causa de una sobredosis de alcohol,  uniéndose con apenas 27 años al triste Club 27 junto a Jimi Hendrix, Kurt Cobain o Janis Joplin. 
El documental del británico Asif Kapadia (nacido en Hackney, Londres) que ha filmado con pericia y desparpajo documentales (Senna, en 2010) o ficción (El guerrero, 2001), siempre ha mostrado un gran compromiso personal, una evidente pasión por sus personajes reales o ficticios. En Amy es evidente su admiración y cariño por esta cantante y compositora londinense que como dice Tony Bennett, en algún momento del documental, fue una de las grandes voces del jazz, comparable a Billie Holiday, Ella Fitzgerald o Aretha Franklin. Y aunque no podamos coincidir plenamente con el magnífico vocalista norteamericano, uno de los grandes crooners todavía en activo (nació en Nueva York en 1926), podemos reconocer el enorme potencial de esta poderosa y experimentada voz que habitaba en el interior de esta autodestructiva joven. 
El documental explora sus serios problemas con el alcohol, los estupefacientes, el amor (considerado, como ella misma dice, una droga especialmente dañina) y la bulimia. También su compleja aceptación y adaptación a la fama. Es difícil saberlo, pero quizás si su carrera no hubiera dado el salto hacia el pop; si sus productores no la hubieran derivado hacia el soul, un estilo siempre mucho más popular que el jazz, para facilitar de ese modo su éxito comercial, sino hubiera tenido un impacto mediático tan rápido, sus evidentes y numerosos problemas quizá hubieran podido ser superados. Lo que si queda claro, viendo el documental de Kapadia, y a pesar del posible morbo que pueda despertar su rápida y autodestructiva vida, es que su voz era maravillosa y el modo en que sentía e interpretaba le aproximaba a las más grandes voces de la historia del jazz. También queda claro el negativo impacto que los medios de comunicación ejercieron sobre esta personalidad especialmente frágil, expuesta sin compasión a las más elevadas alabanzas y poco después a las más crueles y burdas críticas; y nos muestra lo tremendamente cruel que puede resultar el "sistema", incluso para los que logran el éxito (en este caso artístico).

Roberto Sánchez


-Aragonia- 

No hay comentarios: