martes, 9 de mayo de 2017

Lady Macbeth (2016)****

Dir: William Oldroyd
Int: Florence Pugh, Christopher Fairbank, Cosmo Jarvis, Naomi Ackie, Bill Fellows, Ian Conningham, Paul Hilton, Joseph Teague, Golda Rosheuvel, Rebecca Manley.

 La pasión depredadora 

Inglaterra. Siglo XIX. Katherine vive enclaustrada en una hacienda rural con un hombre mayor al que no ama y en una relación que  le resulta cada vez más asfixiante. Presa de ese ambiente frío y claustrofóbico, encontrará la evasión y la vía para dar rienda suelta a sus pasiones en un apuesto bracero de la finca de su esposo. Partiendo de esta premisa argumental, asistiremos a una transformación de esta particular Lady Macbeth. Dentro de ella anida una bestia reprimida a punto de estallar que sólo necesitará el detonante adecuado.

El guión de Alice Birch adapta una novela de Nikolai Leskov. Aparecen los temas recurrentes de la represión sexual y la hipocresía de la Inglaterra victoriana que salen de nuevo a relucir en esta película de época perfectamente ambientada que se apoya en tres pilares fundamentales.


El primero es una cuidada y preciosista dirección del sorprendente debutante William Oldroy, que hasta ahora sólo había dirigido tres cortometrajes. El segundo, es la magnífica fotografía de la joven y brillante australiana Ari Wegner, que logra encuadres de una belleza pictórica y artística notables. El tercer pilar sería la extraordinaria interpretación de una actriz prácticamente desconocida, que hace un par de años se inició en el largometraje con la cinta británica The Falling (Carol Morley, 2014), un drama ambientado en un internado femenino durante los años sesenta. Florence Pugh, que así se llama la actriz que encarna a esta peculiar Lady Macbeth, parece una profesional mucho más consumada, y desde luego su talento para la interpretación la lleva a componer un personaje camaleónico y lleno de matices que no ha pasado desapercibido para el avispado director español afincado en Hollywood Jaume Collet Serra, quien la va a dirigir nada menos que junto a Liam Neeson, Vera Farmiga y Sam Neil en el thriller The Commuter, con estreno previsto para el año que viene. Además tiene ya firmado contrato con la productora Channel 4 para actuar a las órdenes de Stephen Merchant en otro largometraje (Fighting wth My Family) junto al musculoso actor de acción Dwayne “La Roca” Johnson.



Florence Pugh borda a esta Katherine depredadora, toda una loba con piel de corderita. Su personaje bebe también de otras emblemáticas figuras femeninas de la literatura, y comparte el inconformismo vital de Emma Bovary y el desmedido apetito carnal de Lady Chatterley en un cóctel que esta Lady Macbeth convierte en explosivo. Hay también ecos indudables en cuanto a referencias literarias y cinematográficas de esa maravillosa obra de Emily Brontë titulada Cumbres borrascosas (llevada al cine maravillosamente en 1939 por William Wyler), en la que el romance entre el desarraigado Heatcliff y Cathy (sin duda la coincidencia en el nombre no es baladí) nos conduce por esos brumosos paisajes británicos para introducirnos en un drama tan terrible como inolvidable.

Dejo casi para el final la imprescindible referencia a esa Lady Macbeth shakespeariana que, componiendo un retrato femenino adelantado a su tiempo, nos presentaba un personaje que, lejos de los valores tradicionales de fragilidad, maternidad y compasión imperantes hasta el siglo diecinueve, se acercaba de lleno a los valores masculinos de ambición y poder conectándola de lleno con la mujer que habría de llegar a finales del siglo XX y XXI.  

Si son amantes de los dramas clásicos, de los no tan clásicos, del thriller, del terror y de  las perfectas ambientaciones de época con una maravillosa fotografía, no se pierdan este particular Lady Macbeth. De todo ello hay pinceladas en este  sorprendente y hermoso lienzo que, una vez más, pone de relieve esa frase de Hermann Hesse tan de perenne actualidad: “El hombre es un lobo para el hombre”. Y esta Katherine, también. 

Gonzalo J. Gonzalvo 

-Aragonia- 

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