viernes, 8 de julio de 2016

Dioses de Egipto (2016)*

Dir:  Alex Proyas
Int: Gerard Butler, Nikolaj Coster-Waldau, Geoffrey Rush, Brenton Thwaites, Courtney Eaton, Chadwick Boseman, Elodie Yung, Bruce Spence, Bryan Brown, Emma Booth, Rachael Blake, Robyn Nevin, Goran D. Kleut, Abbey Lee, Paula Arundel.


Alex Proyas, el director, es de origen griego, curiosamente nacido en Egipto y nacionalizado australiano. En 1998 dirigió la sugerente Dark City. Luego se ha movido entre super producciones como Yo, robot (2004), al servicio de Will Smith, dejando de lado la estupenda novela de Isaac Asimov, punto de partida de los guionistas pero que quedo enterrada bajo los engendros generados por los efectos especiales y el regusto a serie B que, por cierto, se impuso igualmente en Señales del futuro (2009), en la que trabajó con Nicholas Cage, como estrella, y en su reciente Dioses de Egipto, más allá de sus refulgente y vacía apariencia. 

Ahora, el guión de Matt Sazama y Burk Sharpless, responsables de la escritura en el inmediato pasado de lindezas como El último cazador de brujas (2015) o Power Rangers (2017), no auguraba nada bueno.La película  acumula un batiburrillo de ideas e imágenes digitalizadas de baratillo, más propias de un videojuego mal resuelto que del cine de género fantástico.

Resulta un producto difícil de asimilar, aunque sea con la mejor voluntad. Los más jóvenes pueden dejarse llevar por los gráficos, por las animaciones 3d o por las transformaciones de estos dioses de opereta que recuerdan a muchos personajes del anime y el manga, o al menos delatan la operación de adaptar sin prejuicios la iconografía del antiguo Egipto a las profundas distorsiones de un género aventurero impregnado definitivamente por los gustos orientales (los citados manga y anime japoneses).




La línea argumental es,  a su vez, otro mezcolanza sin sentido de la mitología egipcia, fusionándose sin sentido varías de sus leyendas y relatos sobre sus dioses y los orígenes de su civilización. 

La supervivencia de la humanidad pende de un hilo, pero Bek (Brenton Thwaites), un héroe mortal, está decidido a salvar el mundo y a rescatar a Zaya (Courtney Eaton), su verdadero amor. Para conseguirlo busca la ayuda del poderoso dios Horus (Nikolaj Coster-Waldau), con el que establecerá una alianza contra Set (Gerard Butler), el despiadado dios de la oscuridad que ha usurpado el trono de Egipto, sumiendo al país en el caos. Para ganar la batalla contra Set y sus secuaces tendrán que someterse a terribles pruebas, a viajes por el desierto, atravesar las puertas hasta el inframundo y volar hasta el carro de fuego de Ra, un dios supremo que nunca pareció tan endeble y raquítico, transfigurado en el cuerpo de Geoffrey Rush. 

Poco, o nada, puede salvarse de esta mediocre película. Me temo que hemos perdido definitivamente al Alex Proyas que escribió y dirigió Dark City, una oscura y sugerente ucronía futurista, llena de buenas ideas y un sincero y refrescante sentido del "fantastique".

Roberto Sánchez

-Aragonia, C. Grancasa, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-

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