jueves, 17 de enero de 2019

Border (Gräns, 2018)****

Director: Ali Abbasi
Int: Eva Melander, Eero Milonoff, Viktor Åkerblom, Joakim Olsson

La soledad del diferente 

Border (que afortunadamente no ha recibido ningún título en castellano que podría haber sido catastrófico o grotesco), define bien (si nos vamos al término anglosajón Border line más conocido en psicología y psiquiatría), la situación vital de la protagonista de esta extraña historia. Y no porque su personalidad sufra un trastorno mental, sino porque su vida se mueve siempre, aún dentro de la cotidianidad, en los límites (e incluso traspasando éstos) de una realidad “humana” a la que ella se ha adaptado, pero sabiendo que posee una facultades digamos “especiales” que superan esos límites (y limitaciones) del resto de sus compañeros humanos. 



Y es que Tina siempre se ha sentido diferente a los demás. Desde su trabajo en el control de aduanas de un enorme ferry escandinavo, Tina puede, con su excepcional olfato, no sólo detectar si un pasajero lleva droga, sino además el nerviosismo, el sentimiento de culpa, la ansiedad, la violencia o el impulso de matar que lleva dentro alguien. Su vida se reduce al trabajo y la vuelta a casa, donde comparte su vida con un compañero por el que no siente nada, pero que le hace compañía como si fuera una mascota, pero que tampoco le aporta nada más. Cuando tiene fiesta, acude a visitar a su padre, ya anciano, a una especie de residencia. Sus únicos momentos de verdadera felicidad son cuando se descalza y se interna en el bosque cercano a su casa, donde entra en comunión con la naturaleza  y con los animales, con quienes parece tener un don especial para comunicarse. 




El  director de este inclasificable trabajo no es otro que Ali Abbasi, iraní  emigrado a Suecia a comienzos de milenio, que se ha inspirado para realizar esta película en Gräns, el relato corto de John Ajvide Lindqvist, autor que ya inspiró otra exitosa adaptación de crítica y público con su interesante novela Déjame entrar (2004), que el mismo convirtió en un guion y en una película excelente, dirigida por Tomas Alfredson en 2008, y rehecha para el mercado norteamericano por Matt Reeves con el mismo título en español (o Let Me In, en inglés) de 2010. Abbasi comenzó con buen pie con un impresionante cortometraje en 2011, M for Marcus, (con el que hacía homenaje al cine de David Lynch). En 2016, con su ópera prima, Shelley, presentada en el Festival de Cine Fantástico de Sitges, abordaba la cuestión de la maternidad desde el género de terror con estilo, calidad y guiños tanto a Mary W. Shelley, la creadora de Frankenstein, como a La semilla del diablo de Polanski. 

Con Border, su segundo trabajo fílmico de larga duración, el director iraní se ha llevado el galardón a la mejor película en la sección “Un Certain Regard” del Festival de Cannes de 2018, más cuatro nominaciones a los  Premios de Cine Europeo en sus categorías más importantes: mejor película, director, guion y actriz (con una casi irreconocible Eva Melander, que luce un impactante maquillaje). Con una sensibilidad exquisita, tanto a nivel narrativo como sentimental, Abbasi consigue atrapar al espectador sensible e inteligente, sorprenderle y dejarle anonadado en determinadas secuencias (alguna de extraordinaria belleza y otras de una extrañeza impactante) sin que en ningún momento la película caiga en lo grotesco, lo ridículo o lo sensacionalista. 




La mezcla de realidad y lo fantástico, impide encuadrarla en un género específico, pues en ella encontramos naturalismo, momentos de thriller policíaco, drama y, desde luego, una atmósfera fantástica que la hace apta para proyectarse en Festivales como el de Sitges. 

Abbasi vuelve a tocar el tema de la maternidad y la perpetuación de la especie con inteligentes guiños a los mitos, las leyendas y cuentos populares, y al folklore. La soledad del diferente, su aislamiento y su posible inclusión en el lado de los “monstruos” temidos por los humanos como Drácula o El hombre lobo, son cuestiones que planean también por todo el filme como una sombra alargada. 




Con unos actores en estado de gracia, especialmente Eva Melander, al que da la réplica Eero Milonof con una excelente química entre ambos. Al igual que en Blade Runner, era difícil distinguir entre humanos y replicantes, aquí, las fronteras (border también significa eso) entre humanos y extra o infra humanos (¿quienes somos los humanos para decidir eso?), son también difusas, sobre todo para la protagonista, que está tan integrada en la sociedad que le cuesta aceptar su naturaleza bizarra y diferente a pesar de que su fuerte instinto tira de ella hacia adelante de una manera imparable. 

Ali Abassi ha conseguido una película diferente, atmosférica, tan real como fantástica, donde todo lo que va sucediendo nos parece asumible y creíble, a pesar de sorprendernos con su metraje (nada excesivo por cierto) hasta el final. Una propuesta diferente e imaginativa. Ojalá hubiera muchas más com ésta. No se la pierdan.

GONZALO J. GONZALVO

-Aragonia-

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