viernes, 29 de junio de 2018

Hereditary (2018)****

Dir: Ari Aster
Int: Toni Collette, Gabriel Byrne, Alex Wolff, Milly Shapiro, Ann Dowd.

Penetrando en lo más oscuro y perverso. 

Hereditary nos cuenta la historia de la familia Graham, un linaje que empieza a desmoronarse tras 
la muerte de la matriarca. Tras su pérdida, Annie (Toni Collette) y su familia se ven hostigados por una presencia maligna que trae consigo una serie de sucesos inexplicables. Una de las más afectadas por la situación es su hija Charlie (Milly Shapiro), una niña solitaria que apenas se relaciona con la gente que le rodea y que es consciente de que algo extraño está ocurriendo. 

Cuando se habla de operas primas cinematográficas, es cierto que suele hacerse referencia al primer largometraje de un director, pero a veces es bueno recordar que ese primer largo viene precedido (como es el caso de Ari Aster) de varios cortometrajes (en su caso en concreto siete, algunos de ellos muy bien calificados). Digo esto, porque muchas veces se olvida que realizar un cortometraje también es un trabajo de cineasta, al igual que los escritores (además de novela) también hacemos a menudo relatos cortos, cuentos y hasta micro-relatos, siendo todos ellos literatura. 



Bien, vamos ahora a entrar en harina y analizar esta pues “opera prima” en el largometraje de este joven director, guionista (de todos sus trabajos) y editor. Nacido en 1986 y neoyorquino de adopción. Graduado por el prestigioso American Film Institute, poco más se sabe de este cineasta del que mi intuición me dice que va a convertirse en una referencia del género de terror, entendido éste más próximo al suspense-thriller que emparentaría Hereditary con obras maestras como La semilla del diablo (1968), de Roman Polanski, El resplandor (1980), de Stanley kubrick, 1980) o La zona muerta (1983) de, David Cronenberg, y con algunos relatos del también maestro Stephen King (muchos de ellos llevados a la gran pantalla). Con su primer trabajo fímico, el corto Beau (2011) y sobre todo con el perturbador cortometraje Lo extraño de los Johnsons (2011), Aster sentaba ya todas las bases que iban a estar presentes en Hereditary (2018). Y esas bases y temática son complejas de definir pero, dentro de la vida cotidiana de las personas, nos sumergen en el lado más oscuro de la naturaleza humana y los lazos de ésta con lo paranormal, la brujería y lo diabólico. Todo ello separado por una finísima frontera en la que habitaría también la locura. Con todos estos elementos, Ari Aster ha construido con Hereditary un filme sólido, absolutamente inquietante y perturbador, que nos crea una tensión interna como espectadores que va in crescendo lentamente. Como si algo maléfico nos creciera dentro y nos estuviera poseyendo también a nosotros, y creando un “mal rollo” desasosegante con sutileza, con un ritmo pausado (algo que también ocurría en la citada El resplandor del maestro Kubrick) pero implacable y sin recurrir, salvo lo necesario, a los efectos especiales ni a los tópicos del género (puertas que chirrían, los clásicos sustos, etc.).Sus planteamientos de puesta en escena, dicen mucho de la inteligencia narrativa de Ari Aster como cineasta y guionista. 



Respecto al reparto, hay que reseñar el magnífico trabajo interpretativo de Toni Collette (una actriz que he de confesar que me encanta), bien acompañada por el siempre sólido Gabriel Byrne (el actor irlandés que ha participado en películas soberbias como Muerte entre las flores, de los Coen, o en Sospechosos habituales, de Bryan Singer). Junto a ellos la sorprendente y perturbadora presencia de la joven actriz que da vida a la hija adolescente del matrimonio (13 años), una Milly Shapiro con cara de muñeca antigua que no parece de este mundo. Niña prodigio del espectáculo nacida en Tampa (Florida), actriz y cantante desde los tres años, fue contratada para el musical de Broadway Matilda a la edad de diez años. Atentos a esta muchachita inquietante (que es, además, fan del género de terror) y que en éste su primer largometraje no ha pasado nada desapercibida. 



Hereditary es una película llena de matices que, considero, requiere más de un visionado. Yo, por mi parte, iré de nuevo a verla (esta vez en V.O.) para disfrutar, especialmente, de las voces originales de esa inmensa Toni Collete y de Gabriel Byrne. Por cierto, atentos al próximo trabajo fílmico de Ari Aster, que será también del género de terror y que llevará por título Midsommer



Hereditary es un filme que entronca con un concepto del terror-suspense más propio de los sesenta y setenta, décadas en las que filmes como Al final del la escalera (The ChangelingPeter Medak, 1980) nos mantenían en vilo sin apenas efectos especiales de ningún tipo. Sólo con unas notas de piano y una pequeña pelota descendiendo lentamente por los peldaños de una escalera. 

Un filme que pone a prueba con talento e imaginación la capacidad de desasosiego del espectador ante situaciones  duras, extrañas y muy inquietantes.
  
Gonzalo J. Gonzalvo

-Aragonia, C. Grancasa, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-

1 comentario:

Roberto Sánchez dijo...

Hay una clave muy evidente (y elegante) en el mismo inicio de la película y tiene mucho que VER con esas casas, habitaciones y escenarios en miniatura que trabaja Annie (Toni Collette) con esmero y paciencia. La película arranca justo dentro de uno de esos ámbitos (y no se oculta este hecho), concebidos por la mente de una madre marcada por un terrible pasado que le ha llevado a los límites de la cordura. Ari Aster juega con inteligencia sus cartas...Apunta maneras de gran prestidigitador...