miércoles, 11 de julio de 2018

Sicario: el día del soldado (2018)****

Dir: Stefano Sollima
Int: Benicio del Toro, Josh Brolin, Matthew Modine, Catherine Keener, Isabela Moner, Jeffrey Donovan, Elijah Rodriguez, Christopher Heyerdahl, Manuel García-Rulfo, Bruno Bichir.

La guerra sucia contra el narco       

Continuación de la exitosa Sicario (de Dennis Villeneuve. 2015), en la que el brillante director canadiense nos introducía en uno de esos submundos tan oscuros como reales que no nos gustaría que existieran pero que, desgraciadamente, existen. La lucha de los servicios secretos policiales y militares contra los cárteles de la droga, verdaderos ejércitos organizados y sanguinarios a los que no se les pone nada por delante para conseguir sus objetivos. Al final, si quieres golpearles hay que usar sus propias reglas, es decir, ninguna. No hay reglas. La situación ha llegado a un punto en el que el Presidente de los Estados Unidos ha decidido equiparar los cárteles a los grupos terroristas más salvajes y violentos. En esta tesitura, vuelven a entrar en acción Matt Graver, un duro y calculador miembro de los servicios secretos militares del gobierno norteamericano, interpretado por Josh Brolin, y Alejandro, un  enigmático asesor latinoamericano a quien un cártel mexicano asesinó a su familia, y al que le pone piel Benicio del Toro. En esta curiosa alianza entre mercenarios y gobierno USA, esta vez apenas hay mujeres, exceptuando a la rebelde Isabel Reyes (a la que da vida la estadounidense de origen peruano Isabela Moner), la adolescente hija del rey del cártel del Golfo. 




Acrecentar la lucha entre los cárteles, algo que ya sucede en el México real entre los Zetas, el 
cártel de Jalisco Nueva Generación (en expansión),  y el de los Beltrán Leyva en Sinaloa, es la estrategia que va a seguir un amplio equipo de élite comandado por Graver. Para ello, no dudará en organizar el secuestro de la joven Reyes, una muchachita con mucho carácter digna hija de su padre. La otra mujer del filme es Cynthia Foard (interpretada por la gran actriz Catherine Keener), un mando supervisor del equipo de Graver que obedece instrucciones de los políticos, lo que ocasionará roces y tensión entre ambos. 



Sicario, el día del soldado, nos vuelve a regalar situaciones y escenas de tensión y acción al 
límite que, como ya ocurría en la primera Sicario, te pegan a la butaca y te hacen contener el aliento. Ello es mérito de Taylor Sheridan (que repite como guionista), y del director italiano Stefano Sollima, que sin llegar a las cotas de excelencia y maestría de Denis Villeneuve, hace gala de su conocimiento del thriller criminal del que ya demostró dominio en la cruda Suburra (2015) y en Gomorra, la serie de TV que trasladaba la cruenta historia homónima de la Camorra napolitana llevada al cine por el también italiano Matteo Garrone en 2008, y que se llevó el gran premio del festival de Cannes. 



El binomio Sheridan-Sollima, funciona como una maquinaria suiza, arropado por una factura realista intachable y un gran reparto en el que vuelven a brillar Benicio del Toro y Josh Brolin. Destacable también la reaparición de la estrella de los ochenta Matthew Modine (Birdy, de Alan Parker, 1984 / La chaqueta metálica, de Stanley Kubrick, 1987), y que aquí da vida a un claroscuro Secretario de defensa de los Estados Unidos. 

Todo en Sicario, el día del soldado es así, como en los buenos filmes de cine negro y thriller criminal, lleno de claroscuros. Como ya sucedía en la primera parte, los malos tiene familia y los buenos no son tan buenos. No parece modélico el mensaje de que en este mundo globalizado en el que las organizaciones criminales y terroristas se pueden medir de tú a tú y hacer frente a estructuras militares de países de grueso calibre como Estados Unidos, Francia o Alemania, y que hemos llegado a un punto en el que si no luchamos con sus propios códigos y jugamos sucio como ellos, quizá nunca lleguemos a vencerles. Quizá, repito, ese no sea un mensaje adecuado. Pero lo que es evidente es que, cada vez, estas organizaciones criminales suponen una amenaza mayor para los sistemas de vida de los ciudadanos que se desenvuelven en ese otro mundo, el del trabajo, las normas, las reglas y el respeto a las leyes. 

Este Sicario del 2018 es muy, muy real. Tan real como el helicóptero militar que abatió el cártel de Jalisco hace apenas dos años con armamento pesado en la zona de Villa Purificación (región costa sur del estado de Jalisco, México). En dicho enfrentamiento murieron siete militares de la Marina (los marines mexicanos) y  varios policías federales, y resultaron heridos trece más. Como se suele decir, por mucho que el cine intente acercarse a la crudeza, el poder y la violencia de los cárteles, la realidad siempre supera a la ficción. 

Lo dicho. Si les gusta el thriller y las emociones fuertes, no se pierdan Sicario: el día del soldado. Si tienen la piel fina y les resulta duro recibir esas píldoras de violencia y descarnada realidad que nos envuelven como un explosivo caramelo Stefano Sollima y Taylor Sheridan, mejor que opten por estrenos veraniegos más light o desenfadadas e insulsas comedias de arena y sombrilla que ya nos invaden. Yo, que quieren que les diga, es que amo el género negro, el thriller y las 
historias de trasfondo criminal. Será  por eso, que adoro escribir novela negra.

Gonzalo J. Gonzalvo

-Aragonia, C. Grancasa, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo- 

1 comentario:

Unknown dijo...

O saldo final é um filme funcional e tecnicamente bem executado, porém sem a substância e a expertise que levaram o original a ser considerado um melhores filmes da década. Na minha opinião, este foi um dos melhores filmes de ação que foi lançado. O ritmo é bom e consegue nos prender desde o princípio, em Sicario Filme, eu recomendo muito no caso de que ainda não viram. Não tem dúvida de que Benicio del Toro foi perfeito para o papel de protagonista, falar do ator significa falar de uma grande atuação garantida, ele se compromete com os seus personagens e sempre deixa uma grande sensação ao espectador.