martes, 31 de julio de 2018

Misión imposible: Fallout (2018)***

Dir: Christopher McQuarrie
Int: Tom Cruise, Rebecca Ferguson, Henry Cavill, Simon Pegg, Ving Rhames, Vanessa Kirby, Michelle Monaghan, Alec Baldwin, Angela Bassett, Sian Brooke, Sean Harris, Wes Bentley, Frederick Schmidt, Liang Yang, Kristoffer Joner.


Estamos ante la sexta entrega de la saga. Como algunos son muy jóvenes, quizás convenga recordar que todo se originó en una serie concebida por Bruce Geller en 1966. En su primera etapa, con 171 episodios, duró hasta 1973. En 1988 se retomó la serie, pero esta vez sólo hubo dos temporadas con un total de 35 episodios. En la primera etapa destacaron un grupo de actores que luego tuvieron una fortuna desigual en el cine y televisión. Pero me apetece recordarlos: Gregg Morris, Peter Lupus, Peter Graves, Barbara Bain y el magnífico Martin Landau.

En el cine fue asumida por un interesante equipo comandado por Tom Cruise, que sigue siendo su principal pieza, como protagonista indiscutible y productor. Debutó  en 1996 de la mano del experimentado Brian De Palma. Se tituló Mission: Impossible. Buenos efectos especiales, acción trepidante y poca o ninguna profundidad dramática. Además, se respetaron, modernizándolos, algunos de los "gadgets" que ya identificaban a la serie, incluida la eficiente sintonía compuesta por Lalo Schifrin, que sigue siendo uno de los leitmotivs más atractivos y recurentes, y ha sido reinterpretada por Danny Elfman (1), Hans Zimmer (2), Michael Giacchino (3 y 4), Joe Kraemer (5) y Lorne Balfe (6). Todas las entregas han contado con algunos de los más dotados directores en el género de la acción como John Woo (Misión: Imposible 2, del año 2000), o un inquieto J.J. Abrams (Misión imposible 3, en 2006), el remodelador- reconstructor de unas cuantas sagas míticas. Abrams ya no dejará la serie, pasando a ser elemento clave en la producción de las siguientes películas. En Misión imposible: Protocolo fantasma (2011), dirige Brad Bird, en Misión: Imposible - Nación secreta (2015), aparece en la dirección Christopher McQuarrie, el guionista de la inquietante y brillante Sospechosos habituales (1995), que dirigiera Bryan Singer, y director de las muy interesantes Secuestro infernal (The Way of the Gun, 2000), o Jack Reacher (2012), donde ya trabajó con Tom Cruise. McQuarrie logra transmitir un ritmo y una energía casi insuperables. Quizás estemos ante uno de los más sofisticados directores de cine de acción de las últimas décadas y sus dos últimas entregas de Misión imposible parecen demostrarlo.  




En esta ocasión presenta a Ethan Hunt (Tom Cruise) y su equipo IMF (Alan Hunley/Alec Baldwin, Benji Dunn/Simon Pegg, Luther Stickell/Ving Rhames), con algunos aliados conocidos (Ilsa Faust/Rebecca Ferguson, Julia Meade-Hunt/Michelle Monaghan), en una lucha contrarreloj después de que una misión salga mal. 

Analizar la historia es tiempo perdido. En ese sentido, la fidelidad a los principios aventureros de la serie es absoluta. Ya desde el debut cinematográfico (y quizás antes) se detectan deudas a la serie de James Bond, que aquí son todavía mayores. Ha aumentado ligeramente el sentido del humor, en el que se defienden muy bien el inglés Simon Pegg y el fortachón neoyorquino Ving Rhames; y además hay un ligero intento de profundizar en el lado sentimental de Ethan Hunt, que dados los derroteros de la serie cinematográfica cada vez se parece más a un superhéroe, cuyas cualidades insuperables son la inmensa suerte y la improvisación en el último segundo. Tal y como está diseñado, nunca podrá ser vencido.




Están muy acertadas algunas de las actrices que ayudan a seguir la historia, sumando a su lado más glamuroso, aspectos implacables. Son cuatro mujeres muy poderosas por diversas razones: Rebecca Ferguson (Ilsa Faust, personaje recuperado de la entrega anterior), Michelle Monaghan (Julia Meade-Hunt), Vanessa Kirby (White Widow) o Angela Bassett (Erica Sloan).




Como pueden suponer, la verosimilitud y el relismo nada tienen que ver con este film. A pesar de ello, las dos horas y veintisiete minutos que dura la función se pasan en un suspiro. Confieso que siempre tengo serios reparos a consumir este tipo de cine, pero si lo que buscan es entretenerse y disfrutar con las numerosas y trepidantes escenas de acción, con las idas y venidas de una historia que se adecúa al milímetro a la parafernalia circense planteada por Christopher McQuarrie, guionista y director, esta es su película. 

Cine de acción pura para los que quieran huir de la canícula veraniega...

Roberto Sánchez

-Aragonia, C. Grancasa, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-

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