miércoles, 21 de junio de 2017

Norman, el hombre que lo conseguía todo (Norman: The Moderate Rise and Tragic Fall of a New York Fixer, 2016)

Dir: Joseph Cedar 
Int: Richard Gere, Lior Ashkenazi, Michael Sheen, Charlotte Gainsbourg, Dan Stevens, Steve Buscemi, Jonathan Avigdori, Yehuda Almagor, Caitlin O'Connell, Hank Azaria, Harris Yulin, Miranda Bailey, Andrew Polk, Jorge Pupo, Maryann Urbano, Jay Patterson.


 El gran "conseguidor"                  


En primer lugar, habría que precisar que la traducción al español del título original de esta película sería algo así como: “El moderado ascenso y la trágica caída de un apañador de Nueva York” (The Moderate Rise and Tragic Fall of a New York Fixer). Larguísimo título, que en España se ha optado por acortar y reducir al sencillo nombre propio de su personaje protagonista. A estas alturas, en el 2017, Richard Gere es una de esas estrellas de Hollywood que parece no tener ya que demostrar nada tras una carrera intensa, dilatada y exitosa. Fue un impecable American Gigolo a las órdenes de Paul Schrader allá por 1980. Después volvió a hacer soñar a todas las mujeres del planeta con Oficial y caballero (1982, Taylor Hackford) y Pretty Woman (1990). Bordeó la locura con Mister Jones (1993, Mike Figgis) y se metió en la piel del peligroso terrorista en The Jackal: El chacal (1987, Michael Caton Jones). Ha hecho excelentes musicales (Cotton Club, de Coppola y Chicago, de Rob Marshall) y, además de con Francis Ford Coppola, ha trabajado con otros excelentes directores (Lasse Hallström, Antoine Fuqua, Mira Nair, Robert Altman, Akira Kurosawa, Mark Rydell, y un largo etcétera...).



Ahora, y con una más que considerable edad a sus espaldas, el eterno galán se reinventa a sí mismo explorando otro tipo de papeles y personalidades complejas, como es el caso de este Norman. Tras habernos entregado un gran trabajo en la reciente Invisibles (2014, Oren Moverman), metiéndose de lleno en la piel de un indigente (filme que pasó bastante desapercibido en la cartelera), con Norman, Richard Gere se supera y nos ofrece el retrato de un tipo complejo: asesor, buscavidas, no sabemos si un semi-indigente, que se busca la vida consiguiendo “cosas” para los demás en la jungla de asfalto por excelencia: Nueva York. La gran ciudad deshumanizada, como ya ocurría en muchos de los filmes de los 60 y 70, se convierte en un personaje por sí misma, aportando un peso importante en la historia. El peculiar mundo de los judíos en Estados Unidos, un lobby tremendamente poderoso e influyente, se nos muestra también como en pocas películas, con el aliciente de poder disfrutar del siempre interesante Steve Buscemi en un papel más que curioso. Además de éste, destaca entre los secundarios la solvente presencia de la francesa Charlotte Gainsbourg, en un papel breve pero no menos importante dentro de la historia. 

Norman / Gere es un gran "conseguidor”. Teje toda una red de contactos y favores prestados y debidos, para ascender socialmente e introducirse en la “pomada” social y política con una habilidad pasmosa. Como él mismo dice: “Se nadar muy bien...”. Y, en efecto, Norman nada entre tiburones, desenvolviéndose como un delfín rápido y habilidoso. Ni siquiera tiene un despacho. Nadie sabe muy bien a qué se dedica en realidad. Con un tarjetero, un móvil y un pequeño portátil recorre las calles de La Gran Manzana en busca de oportunidades de negocio. Aquí en España, sólo tendría un cierto parecido con el espía Paesa, que encargó sus propias misas de difunto, aunque el español resultó mucho más hábil todavía para la intriga política y el embuste, quedando excelentemente retratado en el filme de Alberto Rodríguez, El hombre de las mil caras (2016), protagonizado por Eduard Fernández.



Gere nos regala de nuevo, en un registro diferente al de muchos de sus papeles, un trabajo impecable, lleno de matices, en el que su atractivo físico ya no es el peso fundamental, aunque el señor se conserva muy bien, todo hay que decirlo. Parece estar dispuesto a seguir por esta senda, y se ha puesto de nuevo a las órdenes de Oren Moverman (cineasta independiente con quien ya trabajó en Invisibles), para interpretar el filme La cena (2017), con  estreno previsto para finales de año. Un drama con toques de intriga basado en la homónima novela de Herman Koch. 

Con una excelente fotografía de Jaron Scharf, que nos muestra ese fascinante Nueva York que tan bien sabe retratar el gran cineasta neoyorquino Woody Allen, y una original partitura de Jun Miyake que incluye temas de folclore judío, Norman se mueve a medio camino entre el drama, el thriller político y ciertos atisbos de comedia, con un buen pulso narrativo a cargo de Joseph Cedar, un Cineasta y guionista israelí, marcado desde sus inicios por la temática judía y religiosa. Debuta en el 2000 con Time of favor, un drama con tintes bélicos. En 2004, sigue con La fogata, en la que vuelve a incidir en los problemas y costumbres arraigadas de la comunidad judía. En 2007, con Beaufort, logra ser nominado al Oscar como Mejor Película de habla no inglesa y se lleva el Oso de Plata ese mismo año como Mejor Director en Berlín con esta historia bélica de la guerra del Líbano. Con Pie de página (2011), es nuevamente nominado al Oscar en el apartado de habla no inglesa y se lleva el premio al mejor guión en el Festival de Cannes. Tras seis años de espera, Norman es su quinto largometraje y su primer trabajo con sello netamente norteamericano (con capital judío por supuesto), producido, entre otras empresas, por “Estrategias Oppenheimer” (quien decida ver la película sonreirá sin duda ante este curioso dato). 

Estamos ante un filme estructurado en actos, como si presenciáramos una obra teatral, que muestra con maestría el mundo de la política, con sus claros y oscuros y, como ya he dicho antes, con un formidable Richard Gere que va ganando enteros ya sobrepasada su madurez interpretativa. Una película distinta, inteligente y recomendable dentro de la soporífera cartelera pre-veraniega poblada ya por momias digitales, dibujos animados, surferos y vigilantes de playas que este año, vista la canícula reinante, van a reventar. 

Gonzalo J. Gonzalvo

-Aragonia, Palafox-

No hay comentarios: