viernes, 23 de junio de 2017

Cartas de la guerra (2016)****

Dir: Ivo Ferreira
Int: Miguel Nunes, Margarida Vila-Nova, Ricardo Pereira, João Pedro Vaz, João Pedro Mamede.
 
Cartas de la guerra está basada en un libro del renombrado autor portugués António Lobo Antunes. La novela epistolar, publicada en 2005, reúne las cartas que un joven soldado envió a su mujer desde Angola entre 1971 y 1973, durante la Guerra Colonial. Al igual que el propio Lobo Antunes, el joven soldado es médico y escritor en ciernes. 

Ivo Ferreira, nacido en Lisboa en 1975, es el director de esta interesante apuesta por un cine de gran pureza, pero con una gran carga literaria, pero que sabe ir más allá del texto. Cartas da guerra es su tercer largometraje de ficción, que se suma a un documental y cinco cortometrajes anteriores. 




Destaca la calidad poética de sus imágenes en blanco y negro, responsabilidad de João Ribeiro, que inspirándose en el texto de Lobo Antunes nos transmiten una impresión entre realista y mágica de este periodo de guerra en Angola previo a la descolonización portuguesa. Se trata de un periodo de la historia de nuestros vecinos que ha creado antecedentes y cicatrices todavía no bien curadas en la percepción del imperio colonial portugués en África. El enemigo (aquellos que luchan por la independencia y la revolución) aparece de cerca cuando se sufre un ataque, aunque no se le vea, o cuando se ejecuta a algunos prisioneros sin pelotón de fusilamiento ni desde luego juicio previo. Las imágenes resbalan como si fueran intrascendentes, creando un pozo inconsciente de lo inmotivado y confuso de la identidad de ese enemigo. Esas sensaciones se transmiten al espectador que termina por iniciarse en una suerte de trance, y produce un evidente contraste con el deseo amoroso expresado una y otra vez por Antonio (Miguel Nunes) en sus cartas, y en muchos casos escuchadas en la voz de su esposa, objeto de su deseo amoroso, Maria José (Margarida Vila-Nova), aunque parecen una ensoñación, la obsesión constante, un deseo del soldado que se siente perdido en una especie de purgatorio de vez en cuando sacudido por lo inesperado.




La historia se cuenta fundamentalmente desde la perspectiva de un médico militar blanco. En el ejército portugués, podemos comprobar que también hay algunos soldados negros, e incluso que una parte de la población indígena colabora con los representantes del gobierno colonial, y no se muestra ningún acontecimiento explícitamente racista salvo si se  quiere el rechazo de nuestro protagonista a permitir que una huérfana protegida por él (en la parte final del relato) vuelva con su familia africana al aparecer el abuelo. Quizás esta sea la manera de Lobo Antunes e Ivo Ferreiro de representar el paternalismo de los dirigentes blancos portugueses en sus relaciones coloniales en África: la creencia de que bajo su amparo estos pobres tercermundistas vivirían mejor...




El cine portugués es un gran desconocido para el público español, y no hay duda que lleva años aportando nombres imprescindibles en la historia del cine. Ivo Ferreira, el responsable del guión y la dirección de este filme, es un joven realizador de futuro incierto, pero que se ha atrevido con una forma de contar muy alejada de los parámetros del cine comercial actual. Por el modo "elíptico", casi poético de tratar la guerra recuerda a La delgada línea roja (1998), de Terrence Malick, adaptación muy personal de la novela de James Jones, muy alejada en las cuestiones literarias del estilo de Lobo Antunes. Pero, con seguridad, Ivo Ferreira ha aprendido mucho de la libertad de planteamientos de Manoel de Oliveira (1908-2015) o de João César Monteiro (1934-2003), dos cineastas puros, de gran personalidad, y siempre dispuestos a la experimentación,que dirigían sus filmes a un público no idiotizado, todavía capaz de captar, la ironía, la sugerencia, la estética sublime de algunos planos, la riqueza simbólica de las imágenes, la opción de adentrarse en los terrenos poéticos o en la reflexión filosófica; en definitiva, la apuesta por realizar un cine de calidad, pureza y sentido artístico y no entregarse a la complacencia de un mero espectáculo ocioso. Por cierto, Luis Betrán, en su página Vergerus (nuestro blog de cine preferido que además tenemos enlazado), ha iniciado, con un artículo sobre João César Monteiro, una estupenda serie de escritos sobre lo más destacado del cine portugués, que no deberían dejar de leer...

Antonia Bordonada
Roberto Sánchez

-Aragonia-

1 comentario:

Luis Betrán dijo...

Muchas gracias. Lo mismo digo de Los cines de Robersan.