sábado, 14 de mayo de 2016

Reina Cristina (The Girl King, 2015)***

Director: Mika Kaurismäki
Int: Malin Buska, Sarah Gadon, Michael Nyqvist, François Arnaud, Laura Birn, Peter Lohmeyer, Martina Gedeck, Patrick Bauchau, Lucas Bryant, Samuli Edelmann, Hippolyte Girardot, Veera W. Vilo, Jenny Rostain, Timo Torikka, Micci Martin.


Coronada en 1633, a los seis años, y educada como si fuera un príncipe, la Reina Cristina de Suecia fue una joven dirigente enigmática y brillante dispuesta a "modernizar" Suecia al tiempo que experimentaba el amor y exploraba su incipiente sexualidad. Huérfana de padre que murió en la Guerra, rechazada por su madre y criada en una Corte Luterana dominada por hombres que piensan que no tiene 
otra opción que casarse para tener un heredero, Cristina (ahora interpretada por la sueca Malin Buska) se verá envuelta entre la pasión y la razón. 

Revolucionaria, estudiosa de las artes y las ciencias, amiga de René Descartes. Cristina era al mismo tiempo confusa, inquieta, excéntrica, solitaria, y en la Corte todos la subestimaron y despreciaron, recibiendo críticas por su interés por el filósofo francés, como por su relación con la Condesa Ebba Sparre (Sarah Gadon). Dividida por el conflicto que le plantean sus aspiraciones políticas y sus deseos  personales, Cristina tomará una de las decisiones más controvertidas de la historia.

El guión del autor teatral canadiense Michel Marc Bouchard, ha aportado unos diálogos bastante atractivos que no lastran en ningún momento una película que resulta irregular por que no parece haber sabido encajar las necesarias escenas grandilocuentes de reconstrucción histórica (que resultan un tanto ridículas), con las más intimistas, en las que sus atractivas conversaciones con el Canciller Axel Oxenstierna (Michael Nyqvist) o con Descartes (Patrick Bauchau) tampoco adquieren la necesaria densidad que podría deducirse de sus textos.

Mika Kaurismaki (nacido en 1955) es hermano de Aki Kaurismaki (nacido en 1957), y ambos son dos buenos ejemplos de una cinematografía (la finlandesa) poco conocida en nuestro país, pero que está dando muestras de gran frescura y calidad. De los dos hermanos, es el que menos reconocimiento crítico internacional ha tenido, aunque tiene más de una película apreciable. Se ha atrevido, siempre con una mirada desenfadada y muy particular con diversos géneros (documental y ficción) y formatos (cortometrajes y largos para el cine y la televisión). 




Aunque la reina Cristina de Suecia (1626-1689) fue un personaje realmente llamativo por lo revolucionario de sus planteamientos vitales y políticos, sobre todo por su relación de amistad con el filósofo René Descartes (1596-1650), por su reconversión al catolicismo y por terminar su vida en Roma como "La reina virgen", siendo una de las mecenas artísticas más destacadas de su siglo (mientras llegaron los fondos de Suecia), lo cierto es que yo la recordaba sobre todo transfigurada en el cuerpo de la mítica Greta Garbo, que la incorporó en el film La reina Cristina de Suecia (1933), de Rouben Momoulian. Mika Kaurismaki intenta mostrarnos, mediante una reconstrucción de época bastante fiel en lo superficial, la evidente modernidad de un personaje adelantado a su tiempo. La película es fallida por que no acierta, precisamente, a contarnos con eficiencia como fue una época marcada, en Suecia, por un protestantismo represivo que por un lado reclamaba su independencia de Roma (de los católicos y del Imperio), pero por otro pretendía mantener a su pueblo sometido mediante la ignorancia y la interpretación rigorista de las enseñanzas de Lutero. El tono ligero, y en ocasiones muy desenfadado, parece muy opuesto a algunas de las situaciones que quieren mostrarnos. 












A pesar de que el film es irregular resulta llevadero y bastante entretenido, y nos permite recuperar la figura de una reina que tuvo entre sus más cercanas amistades a Descartes, uno de los padres de la física, filosofía y matemáticas modernas, y hacerlo mostrando igualmente sus aspectos más humanos, enseñándonos algunas de sus luces y sombras, sus debilidades y retratando una situación política europea convulsa y marcadas por guerras de religión en las que inevitablemente se involucró. 

La película supuso un importante esfuerzo de producción en el que colaboraron además de Finlandia, Canadá, Alemania, Suecia y Francia. 

Roberto Sánchez

-Cervantes, Palafox-

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