viernes, 24 de enero de 2014

El lobo de Wall Street (2013)***

Dir: Martin Scorsese
Int: Leonardo DiCaprio, Jonah Hill, Margot Robbie, Matthew McConaughey, Jean Dujardin, Kyle Chandler, Rob Reiner, Jon Bernthal, Jon Favreau, Ethan Suplee

Película basada en hechos reales. El guión de Terence Winter adapta el libro autobiográfico del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio). A mediados de los años ochenta, Belfort era un joven honrado que procedía de la clase media y que perseguía el sueño americano de superación, pero pronto en la agencia de valores aprendió que lo más importante no era hacer ganar a sus clientes, sino 
ser ambicioso y ganar una buena comisión. Su enorme éxito y fortuna cuando tenía poco más de veinte años como fundador de una agencia bursátil le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero, poder, mujeres y consumo de drogas en cantidades industriales definen su vida, ejemplificando el ideal del sueño americano. Todo es desmedido, como la duración de la película, la dinámica puesta en escena, la interpretación -brillante- de Leonardo DiCaprio. El lobo de Wall Street y su manada fueron un ejemplo de unos tiempos de capitalismo desenfrenado que en la película de Scorsese-DiCaprio se convierten en una metáfora sobre los tiempos actuales. El tono humorístico de muchas de las situaciones  siempre deja al final un regusto agrio e irónico, que no permite relajarse en un filme que apuesta por el exceso narrativo, por la acumulación de escenas en las que sus protagonistas viven sumergidos en un "speedball" continuo de sedantes y estimulantes. En algún momento, su protagonista reconoce una profunda adicción...al dinero..., que, parece, todo lo permite. En la trayectoria de Martin Scorsese, nacido en 1942, este filme es una demostración de fuerza, un ejemplo de cómo su ya asentado estilo, en estrecha colaboración con DiCaprio -su actor preferido, en estos últimos tiempos-,  puede coincidir con los ritmos vertiginosos del audiovisual del siglo XXI. Hay ecos de sus obras maestras "Taxi Driver" (1976), "Toro salvaje" (1980) o "Casino" (1995), referencias cinéfilas a "Ciudadano Kane" (1941) de Orson Welles, una selección musical impecable y, un ritmo endiablado potenciado por  el estupendo montaje de su fiel colaboradora Thelma Schoonmaker y las eternas arengas de Belfort/DiCaprio. El exceso, el exceso...
Lo que no terminó por quedarme claro es si estamos ante una crítica a este modo de vida, o ante una admiración oculta -¿subconsciente?- ante las actividades de un personaje tan "americano" y "patético" como este...Quizás no sea más que un inteligente reflejo cinematográfico de estos tiempos líquidos, según la acepción del pensador y filósofo Zygmunt Bauman, y es que tras la estrepitosa caída de los sistemas socialistas, la moral y los métodos capitalista han arrasado el planeta, dejándonos sin alternativas éticas, permitiéndonos pensar que todo es posible, que cualquier método es válido para enriquecerse y que la "democracia" es el patrimonio de unos pocos privilegiados que pueden comprarla y venderla a su antojo, además cualquier reivindicación social o económica es imposible para la amplia capa social de los nuevos y numerosos parias, condenados, ellos y sus familias, al ostracismo, a no
ser que quieran convertirse en lobos, mejor dicho en bestias humanas ávidas de dinero, dispuestas a sacrificarlo todo para honrar a su nuevo becerro de oro.


R. S.

-Aragonia, Palafox,Yelmo-