martes, 27 de octubre de 2015

Muchos pedazos de algo (2015)**

Dir: David Yañez
Int: Saúl Blasco, Laura Contreras, Víctor Vázquez, Javier Zapater, Alba Gallego, Macarena Buera, Isabel Pérez, Roberto Millán, Alina Nastase, Fee Reega.


David Yañez, se inicio en el mundo del audiovisual en universos tan prosaicos como la televisión y la publicidad. Como el nos cuenta en su propia web (http://www.davidyanez.net/),  algo aprende en esas actividades, pero se le quedan cortas ante su vocación como artista. Cine y literatura le son afines e intercambiables y por esa razón en cuanto ha podido se a puesto a crear a un nivel más personal y subjetivo, además de ejercer como profesor de realización audiovisual (en el CPIFP Los Enlaces de Zaragoza). No ha sido un camino sencillo el que le ha llevado a este primer largometraje ya que en 2014 filmó Side-B, trabajo que todavía se encuentra en fase de producción. En el espacio de tiempo que hay hasta los largometrajes, ha firmado varios cortometrajes: La película sin título (2004), Jugar según las reglas (2005), El errante (2007), Cuento de invierno (2009), Cuando éramos reyes (1999 2009), Habitación 303 (2010), En el paraíso (2013) y Retrato de Irina Grecco (2014), que, sin duda suponen, junto a su afición por la fotografía, las bases de una experiencia que le han permitido llegar a enfrentarse a este sentido retrato generacional que supone Muchos pedazos de algo. Comprobamos intereses y coincidencias con Jonás Trueba y su reciente Los exiliados románticos. Los dos se llevan pocos años (Jonás es de 1981 y David de 1982) y parecen tener preocupaciones temática semejantes. Al menos, los dos se fijan en sus contemporáneos, los hacen protagonistas y quieren contarnos su despiste vital, la dificultad que tienen para ir asumiendo responsabilidades en el terreno afectivo y lo complicado que se presenta su futuro laboral. Curiosamente, en los dos casos, la problemática social y laboral queda tan soterrada, tanto que parece no existir. Aunque sería conveniente saber leer con más atención entre líneas. Esos avatares amorosos, las traiciones en el terreno sentimental, las infidelidades entre los amigos de la película de Yañez quizá quieren retratar también esa sociedad vacía de principios éticos. Parece que sólo importa el disfrute máximo del presente, sin pararse un momento a pensar en el futuro.
La eterna adolescencia en la que parecen moverse sus personajes llega un momento en que resulta pesada (y un poco irritante), y parece no evolucionar. Planos secuencia muy largos, estáticos y diálogos interminables, resueltos con cierta pericia por estos jóvenes actores, y ligeramente animados por una música incidental (aquella que escuchan en los diversos escenarios del Festival Pirineos Sur) de varios grupos e intérpretes como Natalia Lafourcade, Rapsus Klei & The Flow Fanatics, Touchwood, Dead Combo, The Faith Keepers o Fee Reega, que, por cierto, termina teniendo una relación con varios de los protagonistas. Hay algunos más, pero en realidad son sobre todo, una parte del paisaje (sonoro) en el que se mueven estos despistados personajes. Sinceramente deseo que el esfuerzo creativo de este cineasta conecte con los suyos (los de su generación, quiero decir), pero creo que hasta con ellos lo tendrá difícil...


Roberto Sánchez.

-Aragonia-

No hay comentarios: