miércoles, 24 de junio de 2015

White God (Dios blanco) (Fehér isten, 2014)***

Dir: Kornél Mundruczó
Int: Zsófia Psotta, Sándor Zsótér, Lili Horváth, Szabolcs Thuróczy, Lili Monori, Gergely Bánki, 
Tamás Polgár, Károly Ascher, Erika Bodnár, Bence Csepeli, János Derzsi


Esta historia elaborada por Kornél Mundruczó, Viktória Petrányi y Kata Wéber nos cuenta como una nueva ley da preferencia a los perros de raza e impone un tributo considerable por las razas cruzadas, aunque este hecho fundamental para comprender el odio hacia algunos perros que tienen los humanos en el film, queda muy mal explicado, pronto empezamos a comprobar como los refugios caninos se llenan con perros que no son de "pura raza" y que han sido abandonados. Lili (Zsófia Psotta), de 13 años, lucha por proteger a su perro, Hagen (dos perros Body y Luke, debidamente acreditados interpretan al can); que tiene, sin duda, un protagonismo quizá mucho más destacado que cualquiera de los personajes humanos que aparecen en el filme. Al final el padre de Lili  (un divorciado, para más señas) lo abandona en la calle. Inocentemente Lili cree que el profundo amor que siente por el animal (y que parece correspondido por él) puede conquistar cualquier dificultad, y Lili comienza a buscar a su perro para salvarlo. Por su parte, Hagen lucha por sobrevivir y rápidamente se da cuenta de que no todo el mundo es el mejor amigo del perro. Conoce la violencia más extrema (en las ilegales luchas de perros) y se ve obligado a practicarla. Se une a un grupo de perros errantes, es capturado y enviado a la perrera. En un momento determinado, también pésimamente justificado, Hagen provocará una auténtica rebelión en
ese lugar de encarcelamiento y exterminio; y todos los perros aprovechan para escapar y hacer una revolución violenta contra los seres humanos. 
Lo más sorprendente es que Mundruzczó quiere jugar en todos los terrenos. Quiere hacer una  película de terror (que en muchos momentos funciona maravillosamente en esa dirección), quiere construir una poderosa metáfora sobre la intolerancia racial (en este caso, todo es tan evidente que da casi vergüenza constatarlo: ¿a quién pueden representar esos perros?) y también lanzar un grito (mejor sería decir ladrido) de esperanza, un mensaje de tolerancia protagonizado por esa niña que espera recuperar a su amigo no humano...

Roberto Sánchez


-Palafox-

1 comentario:

Luis Betrán dijo...

Amigo Roberto: aquí tenemos una grave discrepancia. "White god" me parece, no solo una de las mejores películas estrenadas en Zaragoza en 2015, sino un prodigio de originalidad en una representación metafórica de la lucha de clases, el racismo tan preocupante en Hungría, el neonazismo tambien muy presente en ese país. Este "Espartaco" canino (prodigiosa la dirección de.....perros) representa muchas cosas y, a pesar de la violencia terrorífica de algunas secuencias, el director le conduce con evidente sutileza. Añádase los impactantes planos que abren y cierran este magnífico film. Mundruzcó es el heredero directo de una galería de grandes directores húngaros, que va de Zoltan Fabri a Miklós Jancsó (a quién está dedicada la película)y, finalmente, el genial Bele Tarr del que Mundruzcó fue ayudante de dirección. Eso sí; tiene un grave problema. No es usaca y, por tanto, no puede recibir buenas críticas. Para eso ya están los infantiles dinosaurios de Spielberg y cia, Steven el único director que consiguió hacer cursi el Holocausto.