martes, 19 de marzo de 2019

El Gordo y el Flaco (Stan & Ollie)***

Dir: Jon S. Baird
Int: Steve Coogan, John C. Reilly, Shirley Henderson, Nina Arianda, Rufus Jones, Danny Huston, Joseph Balderrama, John Henshaw, Tapiwa Mugweni, Keith MacPherson, Stewart Alexander, Kevin Millington, Toby Sedgwick, Rebecca Yeo, Stephanie Hyam

El poder de la amistad y la magia del cine                      

A veces, uno acude al cine, movido por un ejercicio de nostalgia, y se encuentra una pequeña pero, al mismo tiempo, gran película. Y, eso mismo es lo que me ha ocurrido tras disfrutar de Stan & Ollie (que era como los cómicos se llamaban entre sí). En España, El gordo y el Flaco han sido una fuente de entretenimiento, alegría y felicidad fílmica para varias generaciones desde que, allá por los años veinte del pasado siglo XX, comenzaron a llenar las pantallas de los cines de todo el mundo con sus historias y sus graciosos gags, aún en la etapa silente del séptimo arte. 

Stan Laurel y Oliver Hardy, trabajaron juntos por vez primera en el cortometraje Now, I´ll Tell Down (James Parrot, 1927), cineasta que, junto a Fred Guiol, Leo Mc Carey o James W. Horney  fueron los más importantes de sus carreras, y los artífices de sus más notorios éxitos comerciales. Diez años antes, Laurel y Hardy llevaban ya, a sus espaldas, varios trabajos fílmicos de corta duración, formato que en aquellos tiempos gozaba de mucho éxito, y que forjaron la carrera de otros grandes cómicos del cine, como Harol Lloyd, Buster Keaton y el grandísimo genio del bombín: Charlie Chaplin. 



Pertenecientes a esa generación y a esa estirpe de comediantes geniales que supieron hacer reír a todo el planeta, Laurel y Hardy, no siempre tuvieron esa misma calidez y felicidad en sus vidas privadas. Como siempre ocurre, la vida de las estrellas del cine y su vida personal, son cosas muy diferentes, y la trayectoria vital de ambos cómicos, unidos por una amistad inquebrantable, tuvo sus evidentes claroscuros e instantes amargos que, el filme de John S. Baird, nos descubre con una narración respetuosa y perfectamente ambientada. El guion, trabajo, al alimón, de Jeff Pope y A. J. Marriot, está basado en el libro de este último titulado Laurel & Hardy:The British Tours. Marriot se revela pues, como un gran especialista en la vida y la obra de esta inolvidable pareja de cómicos del cine. 



Respecto a su director, el joven escocés John S. Baird (nacido en 1972), Stan & Ollie supone 
su tercer largometraje ya que, ademas, ha alternado el cine con el rodaje de diversas series 
desde el año 2008 hasta la actualidad, tales como Babylon o Morir de pie, con las que ha 
explorado tanto la comedia como el thriller. Es en este género, donde Baird había realizado, 
hasta la fecha, su mejor película, “Filth, el sucio”, con un inmenso James Mc Avoy, sin duda, 
un actor en la cresta de la ola actualmente. Un filme plagado de humor negro e ironía, políticamente incorrecto y provocador. Baird, con El Gordo y el Flaco introduce también esas notas provocativas pero con mucha más mesura y sutilidad, lo que enriquece la parte agridulce de la historia vital de estos dos genios del humor. Si a esta impecable dirección y guion, unimos el trabajo sobresaliente que realizan los dos grandes actores que les dan vida: el británico Steve Coogan y el norteamericano John C. Reilly. El resultado es más que notable. La química entre ambos actores, al igual que ocurría en la vida real entre Laurel y Hardy, funciona a la perfección, al igual que la amistad que fluía entre ambos, y que cohesionó su carrera hasta el final, perfectamente retratada por el trabajo actoral y de dirección.  

Si recordáis con cariño a esta inolvidable pareja cómica, o si no los habéis conocido (hay quien es escandalosamente joven), es el momento de entrar en su vida y en sus mentes, de disfrutar con su ingenio y con ese don que sólo poseen los grandes artistas. Un don que hacía que, con uno de sus peculiares gestos, uno de aquellos gigantescos cines y teatros, en los que cabían dos mil personas, se viniera abajo a base de carcajadas.



Si quieren pasar una tarde especial y divertida, no dejen de ir a disfrutar de esta preciosa biografía fílmica de dos hombres, de dos actores, de dos grandes comediantes, que forjaron y forman parte, por derecho propio, de la historia del cine. Y es que, hacer reír, como muchos grandes directores han sabido reconocer, es una de las cosas más complejas que hay. Y ellos, sin duda, estaban tocados por la vara de los dioses para conseguirlo.

GONZALO J. GONZALVO

-Aragonia, Palafox-

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