lunes, 4 de septiembre de 2017

Rey Arturo: La leyenda de Excalibur (2017)*

Dir: Guy Ritchie
Int: Charlie Hunnam, Astrid Bergès-Frisbey, Jude Law, Djimon Hounsou, Eric Bana, Aidan Gillen, Freddie Fox, Craig McGinlay, Tom Wu, Kingsley Ben-Adir, Neil Maskell, Annabelle Wallis, Zac Barker, Oliver Barker, Geoff Bell, Poppy Delevingne, Jacqui Ainsley, Bleu Landau, Georgina Campbell, Rob Knighton, David Beckham, Katie McGrath, Michael McElhatton, Mikael Persbrandt.

Guy Ritchie es un director inglés (nacido en 1968) que llamó la atención por la provocadora puesta en escena de películas como Lock & Stock (1998) o Snatch: Cerdos y diamantes (2000). Con una estética deudora de los videoclips ochenteros, demostró (después de su affaire con Madonna) que tampoco era nada del otro mundo. Sin embargo, entre los consumidores de "cine palomitero" ha logrado tener cierta aceptación. En los últimos tiempos parece que se ha interesado, desde su óptica macarra y libérrima, en afrontar a algunos personajes muy conocidos de la literatura británica como  Sherlock Holmes (con dos películas: la homónima, de 2009 y Sherlock Holmes: Juego de sombras, de 2011).

Las mismas intenciones tiene al tratar el mito fundacional por excelencia británico: el legendario Rey Arturo, que en la óptica de Ritchie y la de sus colegas guionistas, Joby Harold y Lionel Wigran, es un chaval, hijo del asesinado rey Uther, criado en los bajos fondos (en un prostíbulo, para más señas) de Londinium. Crecerá rápidamente (y en ese momento será incorporado por Charlie Hunnam),  criándose en las bulliciosas calles de esa ciudad, y convirtiéndose en todo un líder respetado por el lumpen y los "delicuentes habituales" locales. Casi por accidente sacará de la roca la espada de Excalibur, que ya portara su padre, y desde ese momento se verá obligado a tomar algunas duras decisiones. Junto a sus compañeros "pandilleros", algunos fieles a su padre defenestrado y "The Mage" (interpretada eficientemente por Astrid Bergès-Frisbey, una joven actriz de padre español y madre norteamericana), una misteriosa mujer con evidentes poderes mágicos, deberá aprender a manejar la espada, vencer a sus demonios y unir al pueblo para derrotar al tirano Vortigern (Jude Law), su tío, quien robó su corona y asesinó a sus padres antes de convertirse en rey.



Es cierto que la película arranca como un rugido, incluyendo el barritar y la presencia extraordinaria de unos gigantescos elefantes de batalla, invocados por la magia de Mordred ( Rob Knighton) contra Uther (el padre de Arthur, interpretado por Eric Bana), y que en ningún momento Ritchie renuncia a su estilo nervioso, entrecortado en el montaje, esquemático y espectacular en los resultados. 



El producto final es un consumible equivalente a la comida rápida de algunas cadenas multinacionales empaquetada brillantemente, con buen sabor, pero con desechos y basura como contenido. Yo diría que vistos los diez primeros minutos (de un total de 126 minutos), uno ya tiene la suficiente ración de vacío como para abandonar su visionado. Les aseguro que aguanté la sesión hasta el final, deseando poder acrecentar la escasa lista de películas fantásticas recientes que poder salvar en mi lista personal, pero la breve aparición de ese personaje llamado David Beckham (ese que decían jugaba al fútbol y que en realidad siempre tuvo vocación de modelo publicitario), terminó por amargarme el supuesto espectáculo.

Roberto Sánchez

-Aragonia, C. Grancasa, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-

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