sábado, 23 de septiembre de 2017

Barry Seal: el traficante (American Made, 2017)***

Dir: Doug Liman
Int: Tom Cruise, Domhnall Gleeson, Jayma Mays, Sarah Wright, Jesse Plemons, Lola Kirke, Caleb Landry Jones, Benito Martinez, Connor Trinneer, E. Roger Mitchell, Justice Leak, Jayson Warner Smith, Robert Farrior, Frank Licari, David Silverman.

El gran conseguidor que surcó los cielos.

No se han devanado mucho los sesos los que deciden los títulos en España en este caso, cuyo título original: American Made ("Hecho en América"), albergaba unas connotaciones mucho más interesantes que el que nos ocupa, y que, por ejemplo, entronca directamente con ese Living in America, una canción muy USA que en el filme Rocky 4, escenificaba el púgil negro Apolo Creed bailándola vestido con la bandera norteamericana (sombrero incluido) mientras James Brown la desgranaba con su particular estilo ante la atónita mirada del púgil soviético (Iván Drago), encarnado por Dolph Lundgren. Todo esto viene mucho a cuento, porque éste Barry Seal encarna el lado más descarado del sueño americano: éxito y dinero rápido mientras aún eres joven y estás en plenas facultades para disfrutarlo. Barry se las promete muy felices, pero lo que no sabe es que cuando entras en el juego del poder, los servicios secretos y las mafias, pierdes rápidamente el control sobre tu propia vida. 


Barry Seal, fue un personaje real y lo vemos en una ya mítica foto en la que siguiendo las indicaciones de los servicios secretos, al levantar la mano, indicaba que tenía a su lado al legendario narcotraficante de Medellín Pablo Escobar (hay una excelente serie titulada Narcos, que se centra en sus dos primeras temporadas en las correrías de este peculiar personaje).Un aliciente más que aporta este estupendo biopic (como se dice ahora) o biografía, llena de acción y de humor socarrón, y con un Tom Cruise magnífico que se revela (a sus más de cincuenta tacos) en una forma y aspecto físico envidiables. 




Barry Seal era un piloto de primera (capaz de despegar en plena selva colombiana sin apenas espacio con una avioneta llena de cocaína), Barry fue reclutado en los 80 por el Cártel de Medellín liderado por el todopoderoso Pablo Escobar. Descubierto por la CIA, éstos a su vez lo ficharon para enviar armas de incógnito a la “Contra” nicaragüense. Al mismo tiempo, mientras la CIA y la DEA hacían la vista gorda con sus envíos de cocaína a los Estados Unidos para poder obtener pruebas definitivas contra “D. Pablo”, Barry Seal untaba al general Noriega para que le dejase despegar desde su territorio con el preciado polvo blanco. Todo un entramado de viajes continuos, una locura imparable que cada vez hacía más y más rico al bueno de Barry, que sólo quería que su bonita familia viviese bien y no le faltase de nada: una buena casa, coches, joyas, dinero a espuertas...lo dicho...El sueño americano. 




Dirige este divertidísimo thriller-comedia (pues yo así lo calificaría) con gran habilidad y ritmo Doug Liman, a la sazón, artífice de uno de los mejores filmes que da vida al agente Jason Bourne (El caso Bourne, 2002), encarnado a la perfección por Matt Damon. Liman también dirigió en 2010 el thriller político Caza al espía, otro excelente trabajo protagonizado por Naomi Watts y Sean Penn. 




Respecto a Tom Cruise, a estas alturas que se puede decir. Todo un “Top Gun” del cine que, a aquellos que critican su capacidad actoral, no estaría de más que lo recordasen en Magnolia (1999, Paul Thomas Anderson), Eyes Wide Shut (Stanley kubrick, 1999) o Collateral (2004, Michael Mann). Un actor que, además de romper taquillas, ha rabajado a las órdenes de los mejores directores y con grandes actrices. En American Made, Tom encarna a la perfección a este sinvergúenza y descarado Barry Seal de una manera impagable, absorbiendo prácticamente todo el protagonismo de la película. Su pareja en la ficción, la bella y rubia Sarah Wright, mantiene una buena química con Cruise, y todo el reparto funciona y da credibilidad a esta rocambolesca pero divertida historia. 




Finalmente, el bueno de Barry no acabó muy bien, aunque  en las investigaciones que se han realizado al margen de la versión oficial, no queda claro si fue el Cártel de Medellín o las propias agencias de inteligencia norteamericanas las que pusieron fin a su vida. La verdad es que ambos le tenían ganas. Y es que jugar a dos o tres barajas (como en el caso de Barry  Seal), te da demasiados naipes para poder descartarte a tiempo.

Gonzalo J. Gonzalvo

-Aragonia, C. Grancasa, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-

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