miércoles, 6 de enero de 2016

Steve Jobs (2015)***

Dir: Danny Boyle

Int: Michael Fassbender, Kate Winslet, Seth Rogen, Jeff Daniels, Katherine Waterston,Sarah Snook, Michael Stuhlbarg, Perla Haney-Jardine, Adam Shapiro, Jackie Dallas, Makenzie Moss, Afsheen Olyaie, Tina Gilton, Tom O'Reilly, Natalie Stephany Aguilar.

Estamos ante un nuevo biopic del mítico empresario y programador informático Steve Jobs (1955-2011), centrado en la época en la que lanzó los tres productos icónicos de Apple. Poco a poco los creadores responsables de los universos informáticos que han empezado a dominar el mundo, desde hace unos años están teniendo sus correspondientes biografías fílmicas. Para las dramatizaciones y ficciones (inspiradas en hechos reales), Hollywood, casi siempre precavido, suele esperar a que el personaje en cuestión haya fallecido. El fallecimiento de Steve Jobs, relativamente prematuro, a los 56 años, ha permitido poner en marcha esta película. 

Han hecho falta la conjunción de dos personalidades muy especiales para hacerla realidad. Por un lado, el guionista norteamericano Aaron Sorkin, responsable de algunos guiones memorables para series (por ejemplo El ala oeste de la Casa Blanca o The Newsroom) o películas como Algunos hombres buenos (1992), de Rob Reiner, en la que adaptaba su propia obra teatral, o la más reciente, La red social (2010), de David Fincher, en la que los protagonistas eran Mark Zuckerberg y “su facebook”; por otro, el realizador británico Danny Boyle, que nos sacudió convenientemente en los inicios de su carrera con películas como Tumba abierta (1994) o Trainspotting (1996), pero que ya se ha atemperado algo, recibiendo una importante aceptación de la crítica y el público en filmes como Slumdog Millonaire (2008). 

El guión de Sorkin adapta, con su peculiar y brillante dominio de los diálogos, el libro de Walter Isaacson. Suponemos que ese libro y el guión también habrán valorado el documental Steve Jobs: The Man in the Machine  (2015), de Alex Gibney, construido fundamentalmente con materiales de archivo. Sorkin ha convertido esta historia en toda una prueba para el manifiesto virtuosismo de Fassbender al que, probablemente, sólo podía acompañar el desenfreno adrenalítico que es capaz de desencadenar, en ocasiones, Boyle. Creo que nadie se aburrirá...

El resultado es una película construida mediante tres largas secuencias, entrecortadas por otras a modo de flash-backs, que coinciden con los espectaculares actos de presentación de los tres productos más conocidos de Apple. Steve Jobs, brillantemente interpretado por Michael Fassbender, del que recientemente hablamos por su Macbeth, se come literalmente a todos sus opositores. Otra película que deberían intentar ver en versión original y así no perderse la versatilidad en la dicción de este alemán, nacido en 1977 en Heidelberg, pero criado como actor en Gran Bretaña, mostrando, una vez más, la calidad de esa escuela de intérpretes para cine y teatro. 

Quizás le sobren unos minutos, quizás sea algo forzado y artificioso el modo en que se nos muestra su lado más humano (la relación con su ex-mujer y su “hija” Lisa), quizás, una vez vista la película muchos españoles sigan sin saber muy bien quien era Steve Jobs (y por qué merece tener su biopic cinematográfica como otros grandes personajes de la historia), pero lo cierto es que Boyle ha logrado transmitirnos su pasión obsesiva por crear un ordenador personal estéticamente bello, y por la creación de productos de uso masivo como los i-pods, primero, o los i-phone en la actualidad. Nada se dice de su importante y decisiva relación con Pixar y la compañía Walt Disney, que sumado a su relación con Apple, lo han convertido en todo un icono de la modernidad.

Otro visionario, el matemático, físico y escritor Arthur C. Clarke (1917-2008), el responsable junto a Stanley Kubrick de la existencia de 2001: Una odisea del espacio, aparece al inicio del film en una entrevista, grabada unos cuantos años en el pasado, comentando cuál será el futuro de los ordenadores. Seguro que el joven Steve Jobs, tomó al pie de la letra lo que parecían simples profecías de ciencia-ficción y las hizo realidad...

Roberto Sánchez











-Aragonia, C. Grancasa, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-



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