Int:Jiang Wu, Meng Li, Lanshan Luo, Baoqiang Wang, Jiayi Zhang, Tao Zhao.
Dahai (Jiang Wu), un minero exasperado por la corrupción de los dirigentes de su pueblo, decide pasar a la acción. Zhou San (Baoquiang Wang), un emigrante, descubre las infinitas posibilidades que le ofrece su arma de fuego. Xiao Yu (Tao Zhao), recepcionista en una sauna, no soporta más el acoso de un cliente rico. Xiao Hui (Lanshan Luo) pasa de un trabajo a otro en condiciones cada vez más degradantes. Cuatro personajes, cuatro estallidos de violencia, cuatro provincias, una reflexión sobre la China contemporánea: una sociedad con un desarrollo económico colosal que convive con una enorme injusticia social y económica.
La carrera de este director chino se inició en 1995 con Xiaoshan huijia, que no he podido ver, cosa que también me ha pasado con otros de sus trabajos para el cine que incluyen 4 cortometrajes, 5 documentales y 4 largometrajes de ficción. Sí había visto. después de no pocas recomendaciones personales y lecturas de crónicas de festivales y críticas favorables en revistas especializadas, Naturaleza muerta (Sanxia haoren, 2006), que tampoco pudo verse, como todas las demás, en las salas
de cine de Zaragoza. Con aquella película descubrí a un realizador sólido, que suele escribir con brillantez sus propias historias y que nunca rehuye contarnos con pulcritud y firmeza el lado más oscuro de su país. China será, casi con toda seguridad, el país que termine por controlar nuestro mundo, por mucho que se oponga el actual Imperio Norteamericano. Ya hay trazas, por todos lados, de su penetrante poder...Sus gentes sufren un neocapitalismo atroz en sus propias carnes y el destino parece anunciarnos que pronto puede ser así para todos. La fuerte contradicción que supone pasar durante el último siglo de una economía socialista (en su variante Maoísta) a una economía de mercado radical, está provocando fuertes distorsiones sociales que el cineasta Jia Zhangke se ha empeñado en mostrar a través de su cine documental -eso nos cuentan en la prensa especializada- y de ficción. La violencia, siempre presente en su sociedad -todo hay que decirlo- está tomando un cariz sorprendente cuya posible justificación deberán ustedes valorar a la luz de las historias que nos va desgranando este provocador cineasta chino. Su estilo limpio, sin adornos coloristas o manieristas, pero repleto de precisión en el encuadre y en el seguimiento de sus personajes, nos hace viajar hasta las mismas fuentes de la violencia, hasta las situaciones de injusticia que las pueden llegar a provocar. No es fácil encontrarse con un cineasta que investigue a "cara descubierta" y sin temor a ganarse numerosos enemigos en su propio país. También debemos estar de enhorabuena por que las salas Aragonia nos permiten verla en su formato original, con subtítulos en español y disfrutar por primera vez en las salas comerciales de nuestra ciudad de uno de los pocos cineastas que todavía tienen cosas que contarnos, y además procuran hacerlo con un estilo adecuado no necesariamente mayoritario, enfrentándose a un sistema rabiosamente capitalista de un país muy poderoso que se llama China, sí China.
RS.
-Aragonia-
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