domingo, 13 de julio de 2014

El abuelo que saltó por la ventana y se largó (Hundraåringen som klev ut genom fönstret och försvann, 2013)*

Dir: Felix Herngren
Int:Robert Gustafsson, Iwar Wiklander, David Wiberg


Allan Karlsson (Robert Gustafsson), un anciano de cien años, vestido con su mejor bata de estar por casa y unas pantuflas, se escapa de la residencia por una ventana dejando plantados al alcalde y a la prensa local. No está dispuesto a renunciar al placer de vivir y, aunque no sabe dónde ir, se lanza a la aventura. A lo largo de su larga e intensa vida ha tenido experiencias muy singulares: inverosímiles encuentros con personajes como Franco o Stalin . Además, ha desempeñado actividades de alto riesgo como agente de la CIA o como ayudante de Oppenheimer en la fabricación de la bomba atómica. Es el cuarto largometraje del sueco Felix Herngren, que también ha dirigido series para la televisión y tiene experiencia como actor. El guión es de Felix Herngren y Hans Ingemansson a partir de la novela de Jonas Jonasson, que parece claramente influida por Forrest Gump, otra novela (escrita por Winston Groom, con célebre adaptación cinematográfica a cargo de Eric Roth y dirección de Robert Zemeckis). Ahora el protagonista es un anciano dinamitero, una persona claramente disfuncional, apasionado por hacer saltar por los aires todo lo que se le pone por delante. A partir de una serie de flash-backs intercalados en medio de una trama de robos y asesinatos accidentales, se Intentan explicar una serie de sucesos decisivos del siglo XX; y al  hacerlo de un modo tan simplón, esta comedia sueca cae en un profundo pozo de mediocridad. Uno no sabe si estamos ante una estúpida parodia sin mensaje, o ante una enrevesada reflexión nihilista sobre la inutilidad de nuestras acciones y compromisos. Cuando se estrenó no existía en Zaragoza la posibilidad de verla en versión original, así que la versión doblada no ha favorecido precisamente la impresión de calidad en sus intérpretes. No conozco el sentido del humor sueco, pero si hay que juzgarlo por las traducciones al español en este film, mejor salir huyendo a la piscina o a la playa. Las parodias que se hacen de los encuentros con Franco y Stalin y toda una serie de  destacadas figuras históricas son ridículas y el punto de vista no demasiado claro, mostrándose una ética en el personaje y quienes le rodean francamente desasosegante. La escusa de muchos para salvarla, será que se trata de una comedia, pero las alusiones y las conclusiones que uno puede entresacar no son precisamente tranquilizadoras, si además tenemos en cuenta que proceden de  un país que siempre fue algo tibio frente a los movimientos fascistas, y que lo sigue siendo amparándose en su "perfecta" democracia...   


RS.

-Aragonia, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-

No hay comentarios: