domingo, 20 de octubre de 2019

Joker (2019)****

Dir: Todd Phillips
Int: Joaquin Phoenix, Robert De Niro, Zazie Beetz, Frances Conroy, Brett Cullen, Shea Whigham, Bill Camp, Glenn Fleshler, Leigh Gill, Josh Pais, Rocco Luna, Marc Maron, Sondra James, Murphy Guyer, Douglas Hodge.

Me ha costado mucho reconocerlo y asimilarlo, pero debo decir que Joker me parece una gran película. Mis reparos tenían que ver con la trayectoría fílmica de su director (y coguionista de este film junto a Scott Silver) Todd Phillips que ha firmado lindezas como Aquellas juergas universitarias (2003), Starsky & Hutch (2004), Escuela de pringaos (2006), Resacón en Las Vegas (2009) y sus secuelas Resacón 2: ¡Ahora en Tailandia! (2011) o R3sacón (2013), además de otras rebuscadas comedias como Salidos de cuentas (2010) o Juego de armas (2016). Ese gusto por la fusión de géneros (películas policíacas de colegas, más comedia de corte juvenil), con un sesgo escabroso, ha sido explotado hasta la saciedad por el neoyorquino Todd Phillips. 

Pero los milagros (al menos, en el cine) pueden hacerse realidad. Algunos detalles de la serie iniciada con Resacón en Las Vegas (cuyo título original es The Hangover), es cierto que indicaban cierta solvencia de Phillips para moverse en ambientes turbios y hacerlo con una soltura que le viene bien para meterse en el tortuoso mundo de Arthur Fleck / Joker / Joaquin Phoenix, en el que todas las desgracias de un mundo oscuro y corrupto parecen haberse volcado. El personaje ha ido conformándose dentro de una serie de películas inspiradas en los cómics creados por Bob Kane, y en las vueltas de tuerca, a nivel de guion, para el cine y las series (con personajes reales y de animación) que le han dado Bill Finger y Jerry Robinson. Este último, ya ayudó a definir a un espectacular Joker, incorporado de modo inquietante por Heath Ledger, al servicio de El caballero oscuro (2008), de Christopher Nolan (ayudado en la escritura del guion por su hermano Jonathan). Con todo, Joker fue tomando una fuerza imparable en el mundo de los cómics gracias a la intervención de Alan Moore en la novela gráfica Batman: The Killing Joke, cuya primera edición es de 1988. Allí, ciertos rasgos de este nuevo Joker, ya empiezan a aproximarse al retrato de la actual visión de Phillips.




En el cine, siempre atrajo a actores de fuerte personalidad que se sienten a gusto aproximándose al inquietante mundo de la locura: César Romero, Jack Nicholson, el citado Heath Ledger y ahora Joaquin Phoenix.




Sin el histrionismo de Joaquin Phoenix, sin su decidida capacidad para llevar al límite (incluido el físico) a su personaje, la película, magnífica en su factura visual y recreación musical, no alcanzaría la brillantez que me ha llevado a incluirla entre las mejores de los últimos años.




Creo que logra trascender el universo de las adaptaciones de cómics y convertirse en una dura metáfora de una parte de la realidad que nos afecta directamente a los que nos ha tocado vivir estos tortuosos inicios del siglo XXI. Un planeta que lejos de las idealizadas profecías utópicas de bienestar general, se aproxima indiferente a su autodestrucción.




El único problema, que es al mismo tiempo virtud, es la profunda oscuridad que transmite el film, siempre empeñado en aproximarnos y explicarnos la tortuosa personalidad de un individuo cuya vida se ha ido construyendo inexorablemente tomando como referencia una sociedad corrupta, injusta y marcada por la ambición desmedida. Es como si todas las esencias del sistema liberal-capitalista hubieran sido exprimidas y decantadas en la carcasa de un joven marcado por la desgracia y la locura, pero que aprenderá, golpe tras golpe, a sobreponerse y convertirse en "el mejor". Esa risa-tos que ha creado Phoenix, si se dejan seducir, les producirá pesadillas..., sin duda.




El trabajo en la iluminación (fotografía) de Lawrence Sher, la música incidental de Hildur Guðnadóttir y la espléndida selección de temas de Charles Chaplin, George Gershwin e Ira Gershwin (con la voz de Fred Astaire), Stephen Sondheim, las voces de Frank Sinatra, Gary Glitter, Ray Davies, o el grupo Cream, siempre aparecen en el momento oportuno para describir el estado de ánimo de nuestro "entrañable" Joker, contribuyen a convertir en un magno espectáculo audiovisual esta terrible historia, inspirada en personajes de papel y tinta, pero con un poderoso halo de realidad, adquirido en este formato cinematográfico que de vez en cuando muestra las grandes posibilidades que tiene de conmover y hacernos pensar...

Roberto Sánchez

-Aragonia, C. Grancasa, Cinemaundo (HUesca), Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-

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