sábado, 24 de marzo de 2018

Todo el dinero del mundo (2017)***

Dir: Ridley Scott
Int: Michelle Williams, Mark Wahlberg, Christopher Plummer, Romain Duris, Charlie Plummer, 
Timothy Hutton, Charlie Shotwell, Andrea Piedimonte, Marco Leonardi, Roy McCrerey, Kit 
Cranston, Maya Kelly, Stacy Martin, Olivia Grant, Adam Astill, Andrew Buchan, Charlotte 
Beckett, Francesca Inaudi, Giulio Base, Olivia Magnani, Maurizio Lombardi 


Cuando el dinero es la única razón de vivir     

Traducción literal del título original del filme All the Money in the World. Con guión de David Scarpa sobre un libro homónimo de John Pearson. Último trabajo fílmico de un director llamado Ridley Scott, que ha realizado varias de las obras maestras de la ciencia ficción del último tercio del siglo XX (Alien, el octavo pasajero, Blade Runner), amén de filmes de acción y aventuras ya míticos como Gladiator (2000) o Black Hawk derribado (2001). 

Película con un rodaje agitado y polémico debido a que el papel protagonista había sido en origen para Kevin Spacey (hoy maldito y proscrito por la industria por ser acusado de acosador sexual a raíz del destapado por el productor Harvey Weinstein). El caso es que el malote de Kevin tuvo que ser borrado digitalmente en todas las escenas y fue sustituido por un octogenario y genial Cristopher Plummer que, en estado de gracia, ha conseguido realizar uno de los mejores trabajos de su ya dilatada carrera. Plummer interpreta al magnate multimillonario John Paul Getty, un ricachón avaro, cabrón y desagradable donde los haya y que, ante el secuestro de su nieto (J.P. Getty III) por parte de una banda de facinerosos italianos ligados a la Camorra napolitana, es incapaz de soltar una ínfima parte de su ingente fortuna para pagar el rescate que los delincuentes piden para liberar a su nieto. 





El personaje interpretado por Plummer es tan dickensiano que es inevitable pensar en el avaro Míster Scrooge del Cuento de Navidad, de Charles Dickens, cuando lo ves hablar y actuar sin importarle otra cosa que su dinero y seguir atesorando y amontonando sus "óbolos" en montones sin fin, por el simple placer de acumular riqueza...




Siendo un thriller más que notable, Todo el dinero del mundo es también una crítica al sueño americano conseguido. A esos hombres que han llegado a amasar tanta fortuna que no saben ni lo que tienen, pero que se han convertido en máquinas sin corazón. Seres como Getty, quien no mueve un músculo cuando le comunican que su nieto ha sido secuestrado y que los delincuentes que lo tienen preso piden un rescate para liberarlo. Una suma que su madre, a pesar de estar casada con un Getty, no tiene, pues el hijo del multimillonario es, económicamente, un fracasado y un apestado para su propio padre. La película alterna a la perfección la situación y penurias del secuestrado (un joven Getty interpretado con solvencia por Charlie Shotwell) con la acción y las situaciones de suspense del más puro thriller. 




Sin duda Scott es un director con oficio y, aunque esta no sea una de sus obras maestras, la fabulosa interpretación de Plummer (que fue nominado al Oscar y al Bafta por este trabajo), eleva la categoría del filme y lo dota de una clase y veracidad sobresalientes. La mansión de Getty añade al filme además un aura gótica que hace que, en algunos momentos, nos evoque también al subgénero de terror de casas encantadas (los fantasmas de las Navidades de Dickens planean de nuevo por el ambiente). El buen pulso narrativo y excelente montaje logra que el espectador no tenga un solo momento de respìro. Reseñable también el trabajo de la hermosa Michelle Williams (que saltó a la fama por encarnar en 2005 a Marilyn Monroe en el útimo biopic que se ha realizado sobre la rubia de oro de Hollywood), actriz que ya había dado muestras de su sobrado talento en la reciente y magnífica Manchester frente al mar (Kenneth Lonergan, 2016) y en Suite Francesa (2014, Saul Dibb).



Todo el dinero del mundo es por tanto un filme bien construido, bien realizado, un thriller de altura con tintes dramáticos que los amantes del género no deberían perderse. También, por albergar una de las últimas (esperemos que no la última de todas) grandes interpretaciones de uno de los mejores actores vivos que nos quedan de la edad de oro del cine, ese Getty-Scrooge llamado Cristopher Plummer ante el cual sólo queda quitarse el sombrero y hacer una reverencia.

Gonzalo J. Gonzalvo 

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