miércoles, 7 de febrero de 2018

El hilo invisible (2017)****

Dir: Paul Thomas Anderson
Int: Daniel Day-Lewis, Vicky Krieps, Lesley Manville, Richard Graham, Bern Collaco, Jane Perry, Camilla Rutherford, Pip Phillips, Dave Simon, Ingrid Sophie Schram.

En el Londres de la posguerra, en 1950, el famoso modisto Reynolds Woodcock (Daniel Day-Lewis) y su hermana Cyril (Lesley Manville) están a la cabeza de la moda británica, vistiendo a la realeza, a estrellas de cine y a toda mujer elegante de la época. Un día, el soltero Reynolds encuentra a Alma (Vicky Krieps), una joven que pronto se convierte en su musa y amante. Y su vida, hasta entonces cuidadosamente controlada y planificada, se ve alterada por la irrupción del amor.

Paul Thomas Anderson es un director norteamericano (para más señas de California), nacido en 1970. Ha dirigido muchos videos musicales (para Radiohead, Alana Haim, Joanna Newson, Fiona Apple o Aimee Mann, entre otros) y se inició dirigiendo algunos capítulos de la serie de humor Saturday Night Live. Con el tiempo ha logrado crear un estilo propio, una manera de contar sofisticada, pero que no se opone frontalmente a los modos más clásicos de la narrativa actual del cine americano de entretenimiento. Por sus temáticas o tratamientos originales de temas de siempre, ha llamado la atención en unos cuantos títulos. A mi me parecen muy recomendables: Boogie Nights (1997), Magnolia (1999), Pozos de ambición (2007) y The Master (2012).

Entre largometraje y largometraje se toma su tiempo y desde Puro vicio (2014), se había dedicado a los vídeos y documentales musicales. Casi siempre sus personajes son peculiares, obsesivos, geniales pero viviendo en mundos aislados, creadores, líderes carismáticos con pies de barro, etc...Reynolds Woodcock es todo eso y mucho más. Paul Thomas Anderson, que suele escribir sus historias y guiones, parece haber resumido en este personaje, genialmente interpretado por Daniel Day Lewis (actor perfeccionista y "raro" donde los haya), a varias figuras de la moda internacional en los  años 50, aunque hay algunas referencias claras al vasco Cristóbal Balenciaga, uno de los maestros incuestionables de la llamada alta costura en las décadas de los 50 y 60 del siglo XX. Pero a mi me parece que también hay elementos biográficos entresacados de la vida de Alfred Hitchcock, mago de la imagen, obsesionado en buena medida también por las "rubias", genial, extraño y muy celoso de su relación con la que fue su esposa Alma Reville, en buena medida modelo de Cyril, la hermana de Reynolds.



En medio de esa estecha relación (de colaboración íntima también en la creación) aparecerá Alma que, mira por donde, se llama igual que Lady Hitchcock, y desplazará con una curiosa artimaña que entra de lleno en la perversión y el sadomasoquismo, a Cyril. Hay uno apasionada historia de amor, pero muy alejada de las convenciones. La antigua camarera (Alma), pasará a convertirse en una musa implacable y a pesar de la aparente dureza y disciplina del modisto-artista, terminará por imponerse y dominar esta extraña y sugerente relación.



Paul Thomas Anderson ha construido de nuevo un bello y retorcido artefacto, en el que las costuras encajan a la perfección. Después de todo, la clave está en el hilo invisible que pone en relación, sin hacerse evidente, lo ricas y complejas que pueden ser las relaciones entre los humanos.



Cine de alta costura.

Perderse la dicción e interpretación de Daniel Day Lewis, de Lesley Manville y a la sorprendente, emergente y brillante Vicky Krieps (nacida en Luxemburgo y de habla alemana) es un sacrilegio que ningún cinéfilo debería cometer.



Roberto Sánchez

-Aragonia, Cervantes, Palafox-

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