lunes, 23 de octubre de 2017

La suerte de los Logan (Logan Lucky, 2017)****

Dir: Steven Soderbergh
Int: Channing Tatum, Adam Driver, Farrah Mackenzie, Riley Keough, Daniel Craig, Katie Holmes,  Charles Halford, Seth MacFarlane, Jack Quaid, Brian Gleeson, Katherine Waterston, Dwight Yoakam, Sebastian Stan, PJ McDonnell, Robert Fortner, Hilary Swank, David Denman


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En busca del golpe perfecto...

Thriller y comedia de robos con un sentido del humor bastante negro que recuerda mucho a los hermanos Coen. También a la saga de Ocean´s Eleven del propio Soderbergh. La historia que nos cuenta  La suerte de Logan es la de tres hermanos: Jimmy, Mellie y Clyde Logan, que no es que hayan tenido mucha suerte en la vida que digamos. Juntos deciden poner en marcha un plan para dar un gran golpe durante la carrera de coches más importante de la localidad de Concord (Carolina del Norte). Tiene un tono de comedia y ese sentido de humor socarrón que nos remite, como apuntaba al principio, a las películas de los Coen Sangre fácil (1984) y Fargo (1996). Soderbergh vuelve a la senda iniciada con Ocean´s Eleven (2001), que tuvo su continuación en Ocean´s Twelve (2004) y Ocean´s 13 (2007), combinando acción y comedia (incluso algunos momentos de drama) con acierto. 

La suerte de los Logan rinde además un homenaje más o menos explícito a más de un título del thriller y del Neo Noir de las décadas 60 y 70 , muchos de ellos no exentos de comedia y, en especial, a las películas de ese periodo englobadas en el subgénero de “robos y atracos” (lo que en Estados Unidos denominan “Caper Movies”), tales como: El gran robo (Peter Yates, 1967), La gran estafa (Don Siegel, 1973), Topkapi (Jules Dasssin, 1964) , Un diamante al rojo vivo (1972, Peter Yates) o Un botín de 500.000 dólares (Michael Cimino, 1974); subgénero éste muy prolífico y exitoso sobre todo en los finasles de los sesenta y los años setenta (para mayor información, consultar el libro especializado Balas, sirenas, patillas y jazz: las décadas del Neo Noir). Títulos y subgénero que han influido en cineastas (además del propio Soderbergh) como Quentin Tarantino (Reservoir Dogs, Pulp Fiction), Nicolas Winding Refn (con su excelente Drive) e incluso en el genio neoyorquino Woody Allen (Granujas de medio pelo, 2000 o La maldición del escorpión de jade. También hay ecos de la excelente The Ladykillers dirigido en 1955 por Alexander McKendrick (que en España se tituló El quinteto de la muerte, y contaba con un fenomenal Alec Guinnes), filme que, precisamente, fue versionado de nuevo por los hermanos Coen en su paticular Ladykillers de 2004, y que contó con un reparto liderado por Tom Hanks. 





La suerte de los Logan, como casi todos los filmes de Soderbergh, es narrativamente brillante, con ese particular estilo que propone un aparente ritmo lento (al igual que ocurría también en Fargo de los Coen), pero que en realidad va dosificando y armando poco a poco un puzzle de suspense que funciona como una maquinaria de reloj suizo, y que nos entrega instantes de humor negro realmente impagables y casi delirantes. Evidentemente, Soderbergh es un cineasta que sabe dirigir, y buena prueba de ello son sus excelentes Erin Brockovich (2000), que le dio el Oscar a Julia Roberts, y su Traffic (2000), que nos hizo ver con otros ojos a una fabulosa Catherine Zeta Jones. 


En esta “Caper Movie” de los Logan, Soderbergh, (además del trío masculino que cumple fielmente con su cometido), logra ese efecto de mostrarnos de nuevo como una gran actriz a una desaprovechada Katie Holmes, que ahora parece crecerse artísticamente alejada ya de la alargada sombra de su ex-esposo y rutilante estrella de Hollywood Tom Cruise. Con un guión de Rebeca Blunt (nombre bajo el que se podría esconder el propio Soderbergh, y que ha creado cierta polémica al ser una persona ficticia que nadie conoce) y fotografía del propio Soderbergh, La suerte de los Logan  nos entrega también otra breve pero intensa aparición de Hilary Swank, la inolvidable Million Dollar Baby elevada a los altares gracias a la maestría de ese monstruo legendario del cine en que se ha convertido el señor Clint Eastwood. 


La suerte de los Logan resulta en conjunto un filme inteligente y muy entretenido, que navega a la perfección tanto en las aguas de la buena comedia como en las del thriller, y que más que la carcajada, nos despierta a menudo una sonrisa cómplice y burlona; tan socarrona como el tono general de esta divertida y rocambolesca historia no exenta de sátira social y política. 

Gonzalo J. Gonzalvo

-Aragonia, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-

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