viernes, 10 de junio de 2016

Kiki, el amor se hace (2016)***

Dir: Paco León
Int: Paco León, Ana Katz, Belén Cuesta, Natalia de Molina, Álex García, Candela Peña, Luis Callejo, Luis Bermejo, Mari Paz Sayago, Alexandra Jiménez, David Mora, Maite Sandoval, Blanca Apilánez, Rea Gutiérrez, Yaël Belicha, Fernando Soto, Josele Román, Sergio Torrico

Lo importante es gozar, el cómo es lo de menos

Estamos ante el tercer largometraje del actor, y también director, Paco León, que hizo su debut en la dirección con una película protagonizada por su madre, Carmina o revienta, y su continuación Carmina y amén, éxitos inesperados...


Con curiosas parafilias sexuales como hilo conductor, en Kiki, el amor se hace (título a mi entender poco afortunado y bastante pobre), se entrelazan varias historias de amor y sexo en un cálido verano de la capital de España.

 Personas que se sienten atraídas por los tejidos (en  concreto aquí por la seda), por las personas que duermen (somnofilia), etc. Atracciones que responden a términos lingüísticos extraños y poco conocidos, como: elifilia, dacrifilia o harpaxofilia que nos despiertan otra filia, la de consultar con avidez el diccionario y buscarlas todas al llegar a casa. 

El amor, y especialmente el sexo, no tienen reglas. Está claro que lo que para una persona o pareja es completamente normal (fetichismo, asado, escatologia, etcétera..), para otro puede ser una aberración que jamás practicaría. Para gustos hay colores y en el amor, como en la guerra, todo vale. 

Kiki (título, como ya he dicho muy mejorable) se nutre de un buen plantel de actores y actrices españolas destacando entre ellas, la siempre resolutiva Candela Peña, Belén Cuesta, Natalia de Molina o Ana Katz. Paco León (actor aquí además de director), construye una comedia que funciona, alternando algunos elementos dramáticos y apoyándose en las buenas interpretaciones y en un elemento que hacen que no sea una comedia española más y que la hace destacar del resto: la inteligente introducción de todas esas filias sexuales que se narran y muestran con una naturalidad y gracia que las hace rápidamente asimilables por un público ávido y curioso. La sexualidad es algo que implica a todo el mundo y a toda la sociedad, y a pesar de la ingente información que puede encontrarse por todos los cauces, sigue siendo un tema tabú por su extensión, variedad y riqueza; pero también por su profundo desconocimiento en una sociedad que, paradójicamente, se halla completamente sexualizada a nivel de medios de comunicación, publicidad, estética y moda en lo referente al cuerpo y a su obsesivo culto.



Kiki desdramatiza y despierta la sonrisa y, en ocasiones, también la risa, actuando como un bálsamo y un relajante que alivia la tensión y el estrés de la vida diaria. Uno sale a gusto y distendido de la sala, como si le hubiesen aplicado un relajante muscular. Parece ser que esa era la finalidad que Paco León se había propuesto y lo consigue. Cualquiera diría que ha echado un "kiki" cinematográfico al público asistente, pues muchos y muchas salen de la proyección con la expresión de haber tenido un reciente orgasmo.

Gonzalo J. Gonzalvo



-Aragonia, Palafox, Puerto Venecia, Yelmo-

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