lunes, 23 de marzo de 2015

Pasolini (2014)***

Dir: Abel Ferrara
Int: Willem Dafoe, Ninetto Davoli, Riccardo Scamarcio, Valerio Mastandrea, Adriana Asti, Maria de Medeiros.


La noche del 2 de noviembre de 1975, Pier Paolo Pasolini es asesinado en Roma. Pasolini era el un cineasta carismático, comprometido con su tiempo, con planteamientos formales revolucionarios y siempre claramente posicionado frente al poder. Sus escritos eran escandalosos; sus películas (por ejemplo Saló o los 120 días de Sodoma, por citar la última que pudo rodar y de la que se extraen algunos fragmentos), perseguidas por los censores. Era tan amado como odiado. Ese día, Pasolini había pasado sus últimas horas con su madre y con sus amigos; por la noche se lanzó a la calle en busca de aventuras sexuales (era homosexual en una época todavía difícil para aceptar las otras opciones). Al amanecer, su cadáver fue hallado en una playa de Ostia, en las afueras de la ciudad. La película de Abel  Ferrara, con un guión de Maurizio Braucci (a partir de una idea del mismo Ferrara y Nicola Tranquillino), quiere contarnos precisamente el último día de la actividad de un creador en plenitud que estaba construyendo su próximo film, y apoyándose en sus escritos previos para él, los recrea (los pone en escena), estableciendo una acción paralela al relato de su muerte del que da, por otra parte, una interpretación perfectamente acorde con la oficial. Es cierto que nos muestra también la compleja situación social que se vivía en Italia durante esos años (que muchos definieron como Años de plomo/Anni di piombo), y que, en muchos casos, se resolvía con la muerte o el secuestro de aquellos que resultaban molestos o críticos para una democracia corrupta, contra la que no había mucho que hacer desde el punto de vista "legal". El director neoyorquino Abel Ferrara ha logrado contarnos con pulcritud y concisión quién era Pasolini, su arte, y mostrarnos sesgadamente como se desenvolvía en el mundo que le tocó vivir. La carrera cinematográfica de Ferrara, con excepción quizás de Teniente corrupto (1992) o The Addiction (1995), no había destacado demasiado hasta el momento, pero hay que reconocerle que con Pasolini ha logrado, un film bastante coherente y que recupera la figura de uno de los más importantes cineastas de la historia del cine.

R. S.

-Aragonia-

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