miércoles, 3 de octubre de 2018

El reino (2018)****

Dir: Rodrigo Sorogoyen
Int: Antonio de la Torre, Josep Maria Pou, Nacho Fresneda, Ana Wagener, Mónica López, Bárbara Lennie, Luis Zahera, Francisco Reyes, María de Nati, Paco Revilla, Sonia Almarcha, David Lorente, Andrés Lima,  Óscar de la Fuente, Laia Manzanares. 

Rodrigo Sorogoyen nació en Madrid en 1981. Tiene una licenciatura en Historia en la Universidad Complutense de 
Madrid, pero pronto empezó a interesarse por el 7º Arte. Después de pasar por varias escuelas de cine, acumuló 
experiencia como realizador y guionista en varias series (Impares, entre 2008 y 2010, o La pecera de Evaentre 2010 y 2011, por citar las más duraderas). 

Su relación profesional con la zaragozana Isabel Peña se remonta a los tiempos de la serie Impares, con ella escribirá los guiones de tres películas excelentes: Stockholm (2013), Que Dios nos perdone (2016) y El reino 
(2018). 

En este último largometraje se nos cuenta una historia de ficción que sin embargo refleja con contundencia una peligrosa lacra que afecta peligrosamente a nuestra clase política, envuelta en una serie de tramas cuya realidad va mucho más allá de lo descrito con energia y buen hacer cinematográfico por Peña y Sorogoyen.




Manuel (Antonio de la Torre), un influyente vicesecretario autonómico que está a punto de dar el salto a la política nacional, observa cómo su perfecta vida se desmorona a partir de unas filtraciones que le implican en una trama de corrupción junto a Paco (Nacho Fresneda), uno de sus mejores amigos. Mientras los medios de comunicación empiezan a hacerse eco de las dimensiones del escándalo, el partido cierra filas y únicamente Paco sale indemne. Manuel es expulsado, señalado por la opinión pública y traicionado por los que hasta hace unas horas eran sus amigos. Aunque el partido pretende que cargue con toda la responsabilidad, Manuel no se resigna a caer solo. Con el único apoyo de su mujer Ines (Mónica López) y de su hija, y atrapado en una espiral de supervivencia, Manuel se verá obligado a luchar contra una maquinaria de corrupción que lleva años engrasada, y contra un sistema de partidos en el que los reyes caen, pero los reinos continúan.




El exquisito cuidado que los autores del guion han tenido no evita, si no todo lo contrario, reconocer los gestos, actitudes y actividades de algunos de nuestros políticos en los últimos años. Quizás ya hacía falta que el cine comercial español se fijara por fin en un tema, por otro lado, muy cinematográfico y si no que les pregunten a los norteamericanos que vienen relatando desde hace años las pésimas costumbres de los suyos. Les cito unos cuantos títulos ya míticos en torno a esa temática: El político (1949), de Robert Rossen, Todos los hombres del presidente (1976), de Alan J. Pakula, Poder absoluto (1997), de Clint Eastwood, La cortina de humo (1997), de Barry Levinson, Todos los hombres del rey (2006), de Steven Zaillian o, en una culminación paroxística, la brillante serie House of Cards (iniciada en 2013), creada por David Fincher y protagonizada por Kevin Spacey y Robin Wright.




Sorogoyen se rodea de un grupo de actores que recrean a la perfección ciertos usos y costumbres de los poderosos en los ámbitos de la política (regional y nacional). Brillantes (y ya no es novedad) están Antonio de la Torre y Bárbara Lennie (la periodista Amaia Marín) que soportan esa cámara cercana y nerviosa que escudriña sus gestos sin compasión e intentanto transmitir los sentimientos de estos personajes envueltos en tramas peligrosas para su integridad moral y, según los casos, física. 

El objetivo principal de la película es denunciar las actividades de los políticos corruptos, pero no deja de lado a todos los demás. Es decir, la responsabilidad de los medios de comunicación, en algunos casos necesariamente complacientes, e implicitamente a nosotros, los espectadores, que no olvidemos somos los votantes y electores que a pesar de las numerosas y variadas corruptelas sigue confiando en personajes muy salpicados directa o indirectamente ya por esos numerosos casos que en el plano real resultaría ocioso citar. 

Una realización (de Sorogoyen), un guion (de Sorogoyen y Peña) y un  montaje (de Alberto del Campo, habitual colaborador de Sorogoyen) brillantes, las sólidas interpretaciones, y la actualidad del tema, convierten a El reino en una de las mejores películas españolas del año.

Roberto Sánchez

-Aragonia, Palafox, Puerto Venecia-

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