Int: Willem Dafoe, Rachel McAdams, Grigoriy Dobrygin, Philip Seymour Hoffman, Robin Wright, Daniel Brühl, Martin Wuttke, Nina Hoss, Rainer Bock, Mehdi Dehbi, Homayoun Ershadi, Neil Malik Abdullah, Vicky Krieps, Kostja Ullmann, Franz Hartwig.
Issa Karpov (Grigoriy Dobrygin) es Un joven ruso-checheno, sin papeles; ha conseguido llegar a Hamburgo y posee las claves para poder acceder a una herencia que le permitiría disponer de una extraordinaria cantidad de dinero. Se declara musulmán devoto y presenta signos de haber sido torturado. Los servicios secretos de tres naciones, dedicados a la lucha antiterrorista, están convencidos de que han localizado a un personaje implicado con el terrorismo islámico. Annabel Richter (Rachel McAdams), es Una abogada idealista, defensora de los derechos humanos e intentará defender a Issa hasta las últimas consecuencias, pero pronto se encontrará envuelta en la tela de araña tejida con meticulosidad por el agente alemán Günther Beckman (un brillante Philip Seymour Hoffman). En el entramado construido por Beckman para detener a Abdullah (Homayoun Ershadi), líder de una agrupación que ayuda a los musulmanes necesitados, pero que parece desviar fondos a las redes terroristas. También tendrá su papel Tommy Brue (Wuillem Dafoe), un poderoso banquero, acostumbrado al "blanqueo" de fondos de dudosa procedencia. Andrew Bovell, el guionista australiano conocido por Lantana (2001) o Al límite (2010), ha adaptado esta novela de John le Carré, y lo ha hecho con pulcritud y respeto. Una vez más estamos ante una inteligente disección de las "guerras ocultas" en las que se ocupan unos cuantos departamentos secretos de las naciones que nos defienden de los "malos" -entiéndase que ahora mismo esos "malos" son los extremistas islámicos-. A John le Carré -en realidad este novelista británico se llama David John Moore Cornwell- siempre le gustó mostrar los diferentes grados de humanidad que algunos de estos "soldados secretos", pueden llegar a tener, para él los métodos de manipulación psicológica casi siempre están por delante de la pura acción; y al final siempre hay un esfuerzo por mostrar la profunda injusticia y amoralidad que tiene cualquier guerra y en particular esta nueva "guerra fría", entre el radicalismo musulmán y occidente. El director holandés Anton Corbijn, que procede de la industria musical (videoclips para U2 o Depeche Mode), ya mostró su buen hacer en Control (2007), todavía de ambiente musical, y El americano (2010), donde ya se aproximaba al mundo del espionaje y los asesinos profesionales. En A Most Wanted Man, vuelve a demostrar su eficiencia al dirigir un equipo fundamentalmente alemán, complementado con unas cuantas estrellas norteamericanas. El buen trabajo de Philip Seymour Hoffman,explica en buena medida el funcionamiento del conjunto y nos provoca una especial tristeza al recordar su reciente fallecimiento (2 de febrero de 2014), y saber que no podremos disfrutar de nuevas interpretaciones del actor neoyorquino.
RS.
-Aragonia, Cervantes, Grancasa, Puerto Venecia, Yelmo-
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