lunes, 17 de febrero de 2014

Alabama Monroe (The Broken Circle Breakdown,2012)***

Dir: Felix Van Groeningen
Int:Veerle Baetens,  Johan Heldenbergh,  Nell Cattrysse,  Geert Van Rampelberg,  Nils De Caster,  Robbie Cleiren,  Bert Huysentruyt,  Jan Bijvoet,  Blanka Heirman.


Narra la historia de amor entre Elise (Veerle Baetens) y Didier (Johan Heldenbergh). Ella hace tatuajes, él toca el banjo en una banda de música country. Es amor a primera vista, a pesar de sus diferencias. Él habla, ella escucha. Él es ateo y un ingenuo idealista. Ella tiene una cruz tatuada en el cuello, y parece más centrada en la realidad. Hacen el amor de modo apasionado y con entrega. Su felicidad se completa con el nacimiento de la pequeña Maybelle. Pero la niña enferma a los seis años y se inicia un camino de sufrimiento que los pondrá a prueba...
Este guión de Carl Joos y Felix Van Groeningen, sorprende ante todo por que El toca en una banda de un estilo tan americano y tan poco belga como el bluegrass, una modalidad de la música country que a juzgar por lo que la película describe debe ser muy bien aceptada en Bélgica. Un trabajo muy sólido de actores, unas bellas baladas (por supuesto en inglés) muy bien interpretadas por estos belgas aparentemente enamorados del sueño mítico del Oeste americano, la tierra de la libertad y el hogar de los valientes pero que terminará por ser también el origen de no pocas pesadillas. Tan inpregnada está la historia de ese sueño tan peculiar del western, que cuesta darse cuenta (dejando a un lado que los diálogos son en neerlandés) que estamos en Bélgica, es decir en el meollo de Europa. Es el cuarto largometraje que dirige Felix Van Groeningen y mira por donde ha logrado ser nominada como una de las mejores películas de habla no inglesa para los Premios Oscar, tan americanos ellos. La carga sentimental, que no sentimentaloide, el juego simbólico que suponen las canciones y sus bellas interpretaciones favorecen el funcionamiento del film que, misteriosamente, logra huir del melodrama simplón con niña enferma, quizá debido al sentimiento de extrañamiento que supone ver a estos "vaqueros" músicos en mitad de la vieja Europa.

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R. S.

-Aragonia, Cervantes-