martes, 18 de julio de 2023

Misión imposible: Sentencia mortal, parte 1 (2023)*****

 Dir: Christopher McQuarrie

Int: Tom Cruise, Hayley Atwell, Ving Rhames, Simon Pegg, Rebecca Ferguson, Vanessa Kirby, Esai Morales, Pom Klementieff, Henry Czerny, Shea Whigham, Greg Tarzan Davis, Frederick Schmidt, Mariela Garriga, Cary Elwes, Charles Parnell, Mark Gatiss, Indira Varma, Rob Delaney.



Cine de acción insuperable de la mano del último rey de Hollywood.

Perfecta fusión entre la esencia de la serie original, con ese respeto que, desde la primera película de la saga, le hace conservar elementos como el tema musical original compuesto por el gran compositor Lalo Schifrin, el montaje de la cabecera con esa mecha prendida y una secesión de planos que, al ritmo de la pegadiza música de Schifrin, compone una secuencia frenética y espectacular, ya nos introduce desde el principio en la filosofía de esta saga de thriller de acción y espionaje (concebida como cine espectáculo), que tan bien ha sabido concebir y manejar Tom Cruise, posiblemente una de las últimas grandes estrellas de Hollywood.



Misión imposible: Sentencia mortal, parte 1 no pierde un ápice de interés por el hecho de que sepamos desde el principio que habrá una continuación de la historia. Primero, porque está perfectamente diseñada al milímetro para tener enganchado al espectador desde la primera secuencia hasta la última. Segundo, porque tanto en la novela como en el tebeo de aventuras, así como en el cine, sabemos que las entregas o capítulos forman parte de su concepción y estructura propias de su género. Por eso encaja tan bien con el homenaje que rinde a la serie original creada por Bruce Geller en 1966.


En cuento a la historia, esta séptima entrega de la saga protagonizada por Ethan Hunt (Tom Cruise) y 
su equipo del FMI nos introduce en su misión más peligrosa hasta la fecha: localizar, antes de que caiga en las manos equivocadas, una nueva y terrorífica arma que amenaza a toda la humanidad. En esta tesitura, y con unas fuerzas oscuras del pasado de Ethan acechando, comienza una carrera mortal alrededor del mundo en la que está en juego el control del futuro y el destino de la humanidad. Enfrentado a un enemigo misterioso y todopoderoso, Ethan se enfrentará quizá a la misión más imposible de toda su carrera. 

Está última entrega de Misión imposible, funciona a la perfección, como un mecanismo de relojería suiza. Dejando boquiabierto al espectador con cada escena, con el apoyo adicional de un sonido Dolby Atmos espectacular, una fotografía perfecta de Fraser Taggart, tanto en exteriores como en interiores, y una partitura musical de Lorne Balfe muy acertada, cuyo tema principal con el copyright de Schifrin ya forma parte de la mitología de la historia del cine y de las series de televisión.


Tom Cruise, sigue en una forma física que, a sus sesenta y un años, nos hace dudar de su pertenencia 
al género humano. Corriendo como nadie, realizando escenas de acción sin doble que ponen los pelos de punta (sin duda un plus muy grande para el espectador y los seguidores/@s de la saga y del propio Cruise); peleando cuerpo a cuerpo con inigualable destreza, disparando, conduciendo a toda velocidad tanto coches como motos o tirándose en paracaídas. A mí no me extrañaría que un día se quitara la careta fabricada con tecnología del FMI y descubriésemos que, en realidad, el bueno de Tom es un extraterrestre.


Por otro lado, Tom Cruise es un actor con una dilatada carrera, que ya deslumbró, desde muy 
jovencito, en filmes como Rebeldes (Francis Ford Coppola, 1983), Risky Bussines (Paul Brickman, 1983), Top Gun (Tony Scott, 1986), Rain Man (Barry Levinson, 1988), etc. Una verdadera estrella del Cine a años luz de muchos otros. 

Cruise, por tanto, conoce a la perfección este negocio tanto en su faceta artística como industrial. Tiene además el poder y el dinero suficiente para poder lograr todo lo que se proponga. En unos años en los que una terrible pandemia asolaba el planeta, supo mantener la calma y afirmar que, los grandes Blockbuster, harían que el cine se recuperase en taquilla cuando se lograse salir de esa pesadilla. De este modo, además, Tom Cruise se ha granjeado el título de “salvador del cine”. En defensor del cine espectáculo. Ya decía el gran Cecil B. De Miller, que las películas tenían que comenzar como un terremoto y, de ahí, ir hacia arriba. Tom Cruise, en realidad, con gran inteligencia no he hecho sino aplicar los conceptos que convirtieron al gran cine, en el mayor espectáculo del mundo. Las películas de Cruise, son como las "Ben Hur" o las Cleopatra o Quo Vadis de la edad de oro de Hollywood. Los conceptos que aplica, actualizados a la tecnología y los efectos especiales de hoy, son los mismos. Eso explica el gran éxito económico y comercial de taquilla de sus "Top Gun" o las "Misiones imposibles"

Tom Cruise, con esa mirada de águila que ya exhibía en el Top Gun de los 80, ha sabido ver la senda del éxito mejor que nadie. Admirado por muchos/@s, y también con sus detractores y envidiosos (un viejo dicho romano ya dice que “el éxito de un hombre ha de medirse por el calibre de sus enemigos), lo que nadie podrá achacarle jamás a Cruise, es que arriesga el todo por el todo y da el ciento veinte por ciento en cada proyecto y en cada película. Y eso también revela, aunque parezca en un segundo plano, un profundo amor por el cine. Un tipo como él no se jugaría el pellejo solamente por dinero. Él está convencido de que para que una de sus películas sea un gran éxito, ha de entregarse al máximo, incluso jugándose la vida.



Sentencia mortal, a nivel temático, entra con acierto en un tema de candente actualidad: el peligro de que la inteligencia artificial consiga controlar absolutamente e incluso aniquilar al ser humano (esto ya se trataba en la fabulosa Terminator , con la existencia de "Skynet", que no era otra cosa que un programa informático con inteligencia artificial que conseguía imponerse a todos los demás sistemas y exterminar a los seres humanos). 

Con un metraje de dos horas y media que pasan volando, Misión imposible: Sentencia mortal es, sin duda, junto con la entrega final de Indiana Jones, el taquillazo del verano. Creo que superará a ésta en recaudación (si es que no la ha superado ya). Aunque ambas son películas espectaculares, la diferencia es que Cruise aún está en la cresta de la ola. Una ola que Harrison Ford ya surfeo hace tiempo. Aunque, también es cierto que ambos son dos estrellas cinematográficas convertidas ya en mitos vivientes. Y que, a lo largo de sus carreras, finalmente han hecho mucho por que el cine siga existiendo. 

El cine de autor con trasfondo social, político e intelectual, siempre tendrá un valor artístico e intelectual superior, pero no olvidemos nunca, que el cine nació como una experiencia visual espectacular que dejaba boquiabiertos a sus primeros espectadores, que huyeron despavoridos de la sala cuando vieron que un tren proyectado en la pantalla cobraba vida y se les venía encima. En esta última entrega de Misión imposible, ese tren vuelve a arrollar a los espectadores y clavándoles a la butaca. Si los hermanos Lumière pudieran disfrutar lo que hoy día se ha conseguido con un tren en la pantalla, estoy seguro de que aplaudirían asombrados.

Cruise se ha superado y ha conseguido con Sentencia mortal, una obra maestra del Cine de Acción. Esperemos que la continuación de esta aventura (Dead Reckoning: Part Two) esté al mismo nivel, porque superarlo, será casi...una..."Misión imposible".

GONZALO J. GONZALVO

Escritor y Crítico de Cine

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