sábado, 4 de abril de 2015

Citizenfour (2014)**

Dir: Laura Poitras


En enero de 2013, la cineasta y documentalista norteamericana Laura Poitras comenzó a recibir correos electrónicos cifrados firmados por un tal "Citizenfour", que le aseguraba tener pruebas de los programas de vigilancia ilegales dirigidos por la NSA en colaboración con otras agencias de inteligencia en todo el mundo. Cinco meses más tarde, junto con los periodistas Glenn Greenwald y Ewen MacAskill voló a Hong Kong para el primero de muchos encuentros con un hombre anónimo que resultó ser Edward Snowden. Para sus encuentros, viajó siempre con una cámara. La película resultante es la historia que se desarrolla ante nuestros ojos en este documental. En el año 2015 este film fue premiado con el Oscar al mejor trabajo documental. La única razón que parece justificar este premio, es el gran sentido periodístico de la documentalista que supo mantener la relación con Snowden y, luego, sugerir la compleja personalidad de este militar e informático que decidió traicionar la confianza que su país había puesto en él. Más allá de que las actividades intrusivas y seguramente ilegales de las agencias de seguridad norteamericanas no sean nada éticas, todos parecen justificar su necesidad en tiempos de guerra. Tampoco importa que esta guerra tenga, en muchos momentos, el aspecto de un montaje interesado por parte de una serie de gobiernos estadounidenses más interesados en mantener un cierto status del terror, que en acabar realmente con él. Después de todo, las situaciones límite, permiten a estos gobiernos -y no importa su color- saltarse casi todos los derechos constitucionales y olvidarse de las prácticas democráticas, precisamente cuando más son necesarias. Todas esas cuestiones salen de modo parcial, en los encuentros entre Snowden y los periodistas Greenwald y MacAskill, que Laura Poitras filma con dedicación y abundantes primeros planos de sus "protagonistas". Cuando Snowden toma la palabra podemos entender que sigue siendo un técnico informático, dedicado al espionaje, ahora aparentemente enfrentado al sistema y condenado al ostracismo, pero cuyas consideraciones y reflexiones rara vez son realmente políticas. Poitras a construido un film muy aburrido, con un supuesto sentido del suspense (por el incierto futuro de Snowden) y un interés cinematográfico muy escaso. Hay que insistir en que lo importante en este film es el sentido de la oportunidad de Poitras, y sólo el tiempo nos dirá si lo rebelado por Snowden, y el papel que Julian Assange (y WikiLeaks) -que, por cierto, también aparece en el filme- ha jugado en su difusión y amparo, tendrán alguna consecuencia efectiva a la hora de contener los odiosos métodos utilizados para protegernos del "mal" por la más poderosa democracia del planeta...

R. S.

-Palafox-

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