martes, 11 de enero de 2022

West Side Story (2021)****

 Dir: Steven Spielberg 

Int: Rachel Zegler, Ansel Elgort, David Alvarez, Ariana DeBose, Rita Moreno, Mike Faist, Josh Andrés Rivera, Corey Stoll, Brian d'Arcy James, Maddie Ziegler, Ana Isabelle, Reginald L. Barnes, Jamila Velazquez, Talia Ryder, Kevin Csolak, Paloma Garcia Lee, Mike Massimino, Jess LeProtto, Annelise Cepero, Arianna Rosario, Sean Harrison Jones, Sebastian Serra, Garett Hawe, Julian Elia, Jonalyn Saxer, Harrison Coll, Eloise Kropp, John Michael Fiumara, Jacob Guzman, David Guzman, Kyle Coffman, Kyle Allen, Jamie Harris, Curtiss Cook, Chryssie Whitehead, Ben Cook, Myles Erlick, Kathryn Grace, Nadia Quinn, Claudette Lalí, Ken Holmes.


Una historia del West Side vista por Steven Spielberg

Steven Spielberg, el rey Midas de Hollywood, se ha atrevido esta vez con un musical clásico de Broadway de 1957 llevado a la gran pantalla por Robert Wise y Jerome Robbins en 1961, algo que muy pocos cineastas se hubieran atrevido a hacer. Pero al director de Tiburón no le ha temblado el pulso al actualizar las viejas disputas entre los "Sharks" y los "Jets" en las calles del West Side de Nueva York.


Es muy curiosa la sensación que se tiene al ver, secuencia a secuencia, este magnífico film de Steven 
Spielberg. Cada escena, cada coreografía de Jerome Robbins, con las letras de Stephen Sondheim y la portentosa partitura de Leonard Bernstein, fluyen, una a una, como si se hubieran fundido en un espacio atemporal, logrando que lo nuevo parezca clásico. Los jóvenes Ansel Elgort y Rachel Zegler sustituyen a Richard Beymer y a Natalie Wood, pero siguen siendo Tony y María, los eternos amantes con destino trágico herederos del Romeo y Julieta del siglo XVI de William Shakespeare. 


Spielberg ha "arriesgado", pero de un modo muy inteligente y respetuoso, con el original de principios 
de los 60 basado en el libro de Arthur Laurents. Y escribo "arriesgado", entre comillas, porque cada escena, cada secuencia, es prácticamente un calco de las que Arthur Laurents y el prestigioso guionista Ernest Lehman crearon para que el genial coreógrafo Jerome Robbins las pusiera  en  perpetuo movimiento plasmadas ya, para siempre, en el celuloide. De este modo, y con un presupuesto de 100 millones de dólares (nada más y nada menos) y con un metraje de algo más de 2 horas y media (que en la pantalla grande se disfruta enormemente y no se hace largo), Spielberg ha contado, en esta ocasión, con guion del propio Arthur Laurents, autor de la novela, y Tony Kushner, con un excelente montaje de Sara Broshar y Michael Kahn, y un equipo de diseño artístico y decoración compuesto por casi 60 brillantes profesionales. 


Con todo este alarde de medios y personal, y con un escrupuloso respeto a la obra original, Spielberg 
logra un instantáneo clásico moderno, que es clásico desde un principio, y que es atemporal, porque Tony, María, Anita, Bernardo y "El chino" y los demás chicos y chicas que componen las bandas de los "Jets" y los "Sharks", han cambiado de rostro (estupendos Ansel Elgort como Tony, y la menuda y pizpireta Rachel Zegler como María, ambos demuestran sus dotes para el canto y el baile), pero siguen siendo los mismos personajes inmortales. Cameo-homenaje a la veterana Rita Moreno (la "Anita" de la versión original ) y una Ariana DeBose que derrocha energía y fuerza Latina como la nueva "Anita".



Todos aquellos que sean admiradores del cine musical clásico y de los musicales de Broadway, no deberían perderse ni un solo minuto de este excelente remake. Un clásico moderno instantáneo que Spielberg ha conseguido con un sobresaliente. Y es que, al rey Midas de Hollywood, nada se le resiste, así que larga vida al rey y larga vida a West Side Story. Porque los grandes clásicos y los grandes autores, nunca mueren, simplemente se renuevan, en el tiempo, en sus sucesivas adaptaciones.

Gonzalo J. Gonzalvo

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