viernes, 19 de febrero de 2021

Hasta el cielo (2020)***

 Dir: Daniel Calparsoro

Int: Miguel Herrán, Carolina Yuste, Luis Tosar, Asia Ortega, Patricia Vico, Fernando Cayo, Richard Holmes, César Mateo, Marina Campos, Dollar Selmouni, Lucio Romero, Jaime García Machín.



Hasta el cielo... deprisa...deprisa…

Desde mi última visita de las salas y teniendo en cuenta lo paupérrimo en cuanto a novedades en la cartelera, el estreno (aunque previsto para finales de verano de 2020) de Hasta el cielo, el último thriller del director español Daniel Calparsoro, me ha despertado el interés suficiente para ir a degustarla en la pantalla grande. 

Los lectores habituales se darán cuenta de que, en el titular del artículo de crítica cinematográfica, siempre introduzco un guiño a la película de la que voy a escribir. En este caso, los cinefilos habrán advertido, sin duda, un evidente homenaje al Deprisa, deprisa (1981) del insigne director español, Carlos Saura, obra maestra de nuestro Neo Noir patrio y cañí. 


Con un eficiente guion del propio Calparsoro y del especialista en el género Jorge Gerricaechevarría, autor de títulos como Perdita Durango (Álex de la Iglesia, 1997), Celda 211 (Daniel Monzón, 2009), El niño (Daniel Monzón, 2014) o Cien años de perdón (Daniel Calparsoro, 2016) y colaborador habitual de Álex de la Iglesia, Daniel Monzón y Calparsoro, como hemos visto, nos cuenta la historia de Ángel (Miguel Herrán), un chico “de barrio” inmerso en el ambiente delincuencial que ingresa en una banda de aluniceros especialistas en robos exprés violentos y muy efectivos.  

Ángel comienza a escalar rápidamente sumido en una espiral de atracos, dinero negro, negocios turbios y abogados corruptos que le llevará a ser acorralado por Duque (Fernando Cayo), un férreo policía. Desoyendo los consejos de su gente, Ángel consigue ascender hasta convertirse en el protegido de Rogelio (Luis Tosar), uno de los tipos que controla el mercado negro de la ciudad. Con éste y Sole (Asia Ortega), la hija del capo, Ángel descubrirá el alto coste del precio del poder. El rápido ascenso hasta el cielo le colocará al borde del precipicio del infierno. 



En esta ascensión "Hasta el cielo" del protagonista, Calparsoro introduce referencias y homenajes a diversos títulos de ese subgénero de los años 70 y principios de los 80 que fue luego denominado "Cine quinqui". También, y teniendo en cuenta su factura trepidante, nos recuerda visualmente a títulos ya míticos del thriller neo-noir de los 90 como Heat (Michael Mann, 1995), o Ronin (John Frankenheimer, 1998). 

Los mimbres y fundamentos clásicos del género negro también están presentes en este Hasta el cielopuesto que en el firme podemos ver perfectamente las fases de ascenso, cúspide, declive y caída del gangster, encarnadas en un joven y ambicioso delincuente que también recuerda a ese Tony Montana que bordó en los 80, con una perfección escalofriante, el gran actor Al Pacino en El precio del poder / Scarface (Brian de Palma, 1983) (otra indudable influencia en el filme). Con todas estas referencias y guiños cinéfilos, Daniel Calparsoro ha construido un thriller trepidante, que aunque incide en algunos lugares comunes, atrapa al espectador con su fuerza visual y no lo suelta hasta el final. Con unas interpretaciones de jóvenes actores y actrices bastante destacables, en especial las de la pareja protagonista encarnada por Carolina Yuste (Estrella), una postmoderna femme fatale barriobajera) y Miguel Herrán (Ángel), el todavía joven, aunque ya más maduro, protagonista de aquel estupendo A cambio de nada (2015), que dirigió hace unos años Daniel Guzmán y que le dio a conocer. Son igualmente destacables el siempre sólido y rocoso Luis Tosar (Rogelio) y Patricia Vico (Mercedes), encarnando a una hermosa y corrupta abogada, otra femme fatale de la era pre-pandémica...


Hasta el cielo, como buen Neo Noir (en este caso del siglo XXI), alterna las fechorías y robos con la 
historia de amor del protagonista. Un juego a dos, e incluso a 3 barajas, imposible de mantener durante mucho tiempo que, indefectiblemente, llevará a su protagonista desde la gloria a los infiernos. 

Un thriller con muchos caballos de potencia, visualmente adictivo, que demuestra que Daniel Calparsoro, autor de otros títulos noir destacados como Salto al vacío (1995), A ciegas (1997), Asfalto (2000) o Combustión (2013), sigue siendo uno de los valores seguros del thriller patrio. 

El cine quinqui ha muerto..., larga vida al cine quinqui Neo Noir.


GONZALO J. GONZALVO

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