viernes, 25 de mayo de 2018

Maria by Callas (2017)****

Dir: Tom Volf

Apasionante retrato de la vida y el trabajo de la cantante de ópera Maria Callas (1923-1977). Con testimonios de la propia Callas, Onassis, Marilyn Monroe, Alain Delon, Yves Saint-Lauren, John Fitzgerald Kennedy, Luchino Visconti, Winston Churchill, Grace Kelly, Liz Taylor y otras personalidades que conocieron a la inmortal diva del bel canto. 

La habilidad del documentalista francés Tom Volf ha consistido en aproximarnos a la figura de la Callas, recogiendo, fundamentalmente, sus testimonios en primera persona (entrevistas y cartas), a los que hay que añadir
algunas imágenes inéditas de grabaciones domésticas, tanto en su vida cotidiana como de actuaciones y entre bambalinas. El ritmo en el montaje, la poderosa expresividad, cantando o "simplemente" transmitiendo sus opiniones e impresiones, son suficientes atractivos, incluso para quien esté alejado de la magia de la ópera.



Era hija de Evangelia Dimitriadis y George Kaloyerópulos, una pareja de emigrantes griegos que llegaron a Estados Unidos en agosto de 1923, asentando su domicilio en la ciudad de Nueva York. Tras la separación de sus padres, María viajó a Grecia en 1937 con su madre y su hermana Yacinthy, volviendo a adoptar su apellido original, Kaloyerópulos y sufriendo la invasión alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Comenzó su formación en el Conservatorio Nacional de Atenas, y para inscribirse tuvo que falsear la edad, ya que no tenía los 16 años mínimos. Estudió con la soprano Maria Trivella, y después bel canto con Elvira de Hidalgo, que la formó en la tradición del belcanto romántico italiano. Uno de los fragmentos de entrevista más interesantes tiene lugar, precisamente con su maestra española, nacida Elvira Juana Rodríguez Roglán, magnífica soprano de origen turolense (nacida en Valderrobres, en 1891 y fallecida en Milán, en 1980), que pronto descubrió sus cualidades y contribuyó a formar a una de las más grandes en el canto...




A parte de sus indudables calidades técnicas y vocales, que le permitieron ser una de las más versátiles sopranos de la historia, también destacó por ser una gran intérprete. Una gran actriz, que fue muchas veces tentada por el cine, pero que reservó sus energías para un puñado de apariciones. La primera fue para la televisión en Adieux de Tabarin (1966), de Marcel Achard y después, dos trabajos cortos de 1968 (de cariz experimental) con el alemán Werner Schroeter (1945–2010), cineasta siempre próximo al ambiente operístico, titulados Mona Lisa (de 35 minutos) y Callas Walking Lucia (de 3 minutos). Aunque tuvo una buena relación con otros cineastas, como Luchino Visconti, que la dirigió en alguna ópera, sería Pier Paolo Pasolini quien la convirtió en su personal Medea (1969), personaje al que aportó su intensa interpretación y poderosa presencia. Nada mejor que una tragedia griega clásica para dejar su impronta en la historia del cine.



Otro aspecto muy cuidado, y que además está tratado con delicadeza y claridad, es el de su relación con Aristóteles Onassis (1906-1975), el famosos magnate griego, que fue el amor de su vida, en una relación con altibajos, al estilo de una apasionada trama romántico-operística, con las suficientes gotas de alegría y dolor.



Por encima de los documentales anteriores, Maria Callas: La Divina-A Portrait (1988), hecho para la televisión por el británico Tony Palmer, y Callas assoluta (2007), de Philippe Kohly, este nuevo trabajo es capaz de retratarnos a la persona apasionada (Maria) que tenía que convivir con la diva (Callas), mostrando, en primera persona a través de entrevistas y la lectura de sus cartas (con la voz de Fanny Ardant), su rica personalidad y los sacrificios y dureza de una vida entregada por completo a la música. 

Además, es todo un placer disfrutar de los fragmentos de Norma, Madame Butterfly, Un ballo in maschera, Carmen, Macbeth, La traviata, La sonnambula y Tosca,  con la voz y presencia de La Divina.

Roberto Sánchez

-Aragonia, Palafox-

No hay comentarios: