martes, 11 de abril de 2023

El imperio de la luz (2022)****

 Dir: Sam Mendes

Int: Olivia Colman, Micheal Ward, Colin Firth, Toby Jones, Tanya Moodie, Crystal Clarke, Tom Brooke, Hannah Onslow, Adrian McLoughlin, Ashleigh Reynolds, Eliza Glock, Sara Stewart, Mark Field, Monica Dolan, Ron Cook, Justin Edwards, William Chubb, Spike Leighton, Jacob Avery, Roman Hayeck-Green.



El cine, visto por los ojos de un gran cineasta llamado Sam Mendes.

El cineasta Sam Mendes, asombró y fue capaz de ganar ya el Oscar a la mejor dirección, en 1999, con American Beauty, su magnífica ópera prima. Tres años más tarde, logra una nueva obra maestra con Camino a la perdición (Road to Perdition, 2002), un neo noir con Paul Newman y Tom Hanks en estado de gracia que revitalizó el género de gánsteres. 

Ahora, Sam Mendes, nos traslada a los años ochenta, a una localidad de la costa norte de Inglaterra. Allí se encuentra el Cine Empire, un particular microcosmos sobre el que giran las historias vitales de los que allí trabajan, mientras fuera, el racismo y la violencia marcan el comienzo de una década socialmente convulsa, con Margaret Thatcher en el gobierno, con una sociedad inmersa aún en el conflicto con el IRA, las huelgas y una dura crisis económica. 



El imperio de la luz está basado en una novela de Valerie Helene Mendes, madre del propio Sam Mendes, en la que, al parecer, volcó alguna de sus experiencias y recuerdos personales. En el otrora majestuoso y ahora decadente cine “Empire”, nos encontraremos a Hilary, una trabajadora cuya vida personal está llena de claroscuros, a sus compañeros/as de trabajo y a su omnipotente director, un Doland Ellis encarnado de manera solvente por el oscarizado actor Colin Firth. Stephen, un joven de color, entrará a trabajar en el Empire, y desarrollará con Hilary una conexión especial.

El imperio de la luz, se sustenta sobre tres pilares muy sólidos. La soberbia interpretación de Olivia Colman una de las mejores actrices británicas del panorama mundial, ganadora de un merecido Oscar por La favorita (Yorgos Lanthimos, 2018) y nominada por El padre (Florian Zeller, 2020). El segundo, es la maravillosa fotografía de Roger Deakins, que también fue artífice de la ya citada Camino a Perdición y también de la extraordinaria 1917 (Sam Mendes, 2019). 



Deakins (quince veces nominado y ganador de dos Oscar), es de esos directores de fotografía capaz de aportar una belleza mágica en escenarios melancólicos e incluso trágicos (como en 1917). Él, y el propio Mendes (también autor del guion del filme), se dieron cuenta de que el Dreamland (término que serviría para definir al mismísimo Hollywood), un antiguo cine de estilo Art Decó situado en la localidad de Margate, era el lugar idóneo para convertirlo en el Empire. De este modo, el viejo cine, que aún exhibe su grandeza y oropeles, testigos de su pasado esplendor, se convierte en el plató por donde desfilan las vidas de sus protagonistas.

El imperio de la luz es un homenaje a ese maravilloso arte visual que es el cine, pero a diferencia del Cinema Paradiso (1988) de Tornatore, su aura fantasmal, con sus zonas abandonadas, recuerda más al Hotel Overlook de El resplandor (1980) de Stanley Kubrick. No en vano, el Empire (Dreamland) se nos cuenta que fue también salón de baile y restaurante cuando vivió sus mejores años.

El tercer pilar, es la dirección de Sam Mendes, un cineasta que, con solo once títulos en su filmografía,ha logrado un nivel de calidad artística verdaderamente sobresaliente. Mendes sabe, en cada escena, sacarel mayor partido a su reparto y a la maravillosa fotografía de Deakins, aunque, para ser una obra maestra equiparable a algunas de las ya citadas, le faltaría esa potencia sentimental con la que Giuseppe Tornatore conseguía emocionarnos hasta hacer brotar las lágrimas con su Cinema Paradiso.

Con eso y con todo, El imperio de la luz es una excelente película. Un filme que se convierte también en una metáfora viva de la decadencia y desaparición de tantas salas de cine imponentes y lujosas, que vivieron décadas gloriosas y que, por fortuna, muchos aún hemos tenido la suerte de conocer desde que, de niños, nuestros padres nos llevaban de la mano a esos lugares llenos de magia e ilusión que eran los cines. Nuestros ojos se agrandaban entonces ante esa majestuosidad de un lugar que nos prometía obsequiar, con cada película, con una experiencia vital irrepetible.

Ahora, en unos tiempos marcados por la incertidumbre, los imparables avances tecnológicos de la IA (inteligencia artificial), y por una sociedad cada vez más despegada de su pasado y de su historia; una época en la que las salas de cine (no lo quieran los dioses) podrían llegar a desaparecer y reducir al séptimo arte a habitar en pantallas caseras, tablets y dispositivos móviles, El imperio de la luz ofrece al espectador una reflexión necesaria sobre la importancia que el arte y la creación tienen en nuestras vidas, y sobre el influjo positivo que, cada día, con cada nueva proyección, han hecho y hacen que seamos hoy las personas que somos.

Así que, larga vida al Cine y a las salas de cine. Porque si un día éstas llegan a desaparecer y los cines dejan de existir, ese día, nosotros ya no seremos nunca los mismos/as.

GONZALO J. GONZALVO

Escritor y Crítico de Cine.