sábado, 5 de mayo de 2018

Barbara (2017)***

Dir: Mathieu Amalric
Int: Jeanne Balibar, Mathieu Amalric, Vincent Peirani, Fanny Imber, Aurore Clément, Grégoire Colin.

Yves Zand, director de cine, interpretado por Mathieu Amalric, que en la realidad es un reconocido director (con 7 largometrajes a su cargo entre el cine y al televisión) y actor francés (más de 100 intervenciones lo avalan) quiere hacer un biopic sobre la cantante Barbara, magistralmente incorporada por Jeanne Balibar, actriz quizás poco seguida en España, pero que ya tiene más de 50 trabajos en su haber (para Arnaud Desplechin, Olivier Assayas o Jacques Rivette, entre otros). 

El director (Yves) y la actriz (Brigitte) trabajan juntos, con cercanía y Amalric y Balibar, nos proponen una estructura un tanto compleja, en la que parecen interpretarse a si mismos, para aproximarnos obsesivamente a la figura de la compositora y cantante Barbara, nacida en Paris en 1930 y fallecida en Neuilly-sur-Seine, un 24 de noviembre de 1997. Su verdadero nombre era Monique Andrée Serf e inició su carrera en pequeños cabarets de Bélgica, para debutar en Paris en 1958. Sus versiones de las canciones de Georges Brassens y Jacques Brel siempre fueron espléndidas y además con Brel tuvo una buena amistad y un serio compromiso artístico, que le llevó a coprotagonizar junto a él la película Franz (1972), dirigida por el mismo Brel. Recuperó y reinterpretó las canciones de autores franceses de principios de siglo, sobre todo Xarnof (autor del Fiacre) y Fragson, componiendo además unas cuantas canciones, como Ma plus belle histoire d’amour, convertidas en símbolos imperecederos de la Chanson y que la película recoge con delicadeza y pasión.



Amalric y Balibar logran que conozcamos un poco mejor la poderosa figura de Barbara, su capacidad lírica y dramática, su puesta en escena brillante e impactante, aunque en el escenario sólo estuvieran ella y su piano. Esa estructura compleja, una suerte de puzzle que escenifica el guion de Mathieu Amalric y Philippe Di Folco (a partir de una idea original de Renaud Legrand y Pierre Léon) va adquiriendo sentido poco a poco y termina por tener gran solidez dramática y transmitir un evidente goce estético y musical. Jeanne Balibar comienza siendo Brigitte, la actriz, pero en el proceso de asimilación de lo que fue la persona y la cantante, elegántemente contado por Amalric, termina por ser también Barbara. Amalric, con una lógica narrativa más consistente de lo que aparenta la estructura entrecortada, incluye fragmentos documentales en los que vemos y escuchamos a la verdadera Barbara, y comprobamos que la metamorfosis de Jeanne Balibar es perfecta, disfrutando y sufriendo en el proceso, junto a ella y al director. Cine, dentro del cine, proceso creativo en efervescencia...



En Zaragoza, pudo verse en las salas Aragonia, también en versión original (no debería hacerse de otro modo) y supuso todo un regalo para los sentidos y el intelecto. El cine francés, más allá de sus productos comerciales (los que más nos llegan), bastante mediocres, muestra ocasionalmente apuestas por el buen gusto y la calidad artística (en su sentido más amplio). 

Mathieu Amalric ha demostrado sobradamente su capacidad como actor (incluso en el sector internacional) y habrá que empezar a valorarlo también como realizador. La película que nos ocupa, Tournée (2010) y El cuarto azul (2014), que pudieron verse en Zaragoza, demuestran que tendremos que seguir muy atentos su trayectoria.

Roberto Sánchez.

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