viernes, 25 de marzo de 2022

Un héroe (2021)***

 Dir: Asghar Farhadi

Int: Amir Jadidi, Abolfazl Ebrahimi, Mohsen Tanabandeh, Sarina Farhadi, Fereshteh 

Sadrorafaei.



De héroe a villano solo hay un paso 

La cinematografía iraní ha mostrado su calidad en los últimos años, pese a su falta de libertad, gracias a directores como Jafar Panahi o Asghar Farhadi. Directores cuyo mérito artístico es aún mayor debido a la persecución y prohibiciones del régimen islámico iraní. 

En Un héroe (Ghahreman), Asghar Farhadi nos narra la historia de Rahim, que tuvo que ingresar en prisión debido a una deuda que no ha podido pagar. Durante un permiso de dos días en el que visita a su familia encuentra un bolso que contiene unas monedas de oro y decide buscar a su propietaria para devolverlo. Al mismo tiempo, intenta convencer a su acreedor para que retire la denuncia pagando una parte de su deuda. Todo se complicará creando una espiral mediática de la que a Rahim le será imposible escapar.


Farhadi, con su habilidad narrativa habitual (también es guionista) y un planteamiento 
escenográfico bastante teatral, expone aquí de nuevo sus temas fundamentales: los conflictos familiares y morales personales en el marco de una sociedad compleja como es la iraní, con unas normas muy influidas por la religión y un sistema penal severo. 

A medio camino entre el thriller policíaco y el drama social, narra con fluidez y brillantez apoyado por la calidad de los actores y actrices del filme (estupendos Amir Jadidi, Abolfazl Ebrahimi, Mohsen Tanabandeh y Sarina Farhad), que le aportan una gran veracidad. 

Farhadi, con su cámara, juega con el espectador como quiere, con giros y situaciones que transforman al protagonista con una amplia gama de registros que lo muestran desde el arquetipo del héroe encumbrado por los medios de comunicación hasta el villano más reprobable. En este sentido, la crítica a los medios de comunicación y su poder para entronizar y derribar a las personas es bastante evidente, al igual que al sistema iraní, aunque esto con más sutilidad por los problemas personales que esto le podría acarrear. 

El bolso de marras se convierte en un hábil “macguffin” que Farhadi utiliza para crear tensión y suspense en la trama, metiendo al espectador de lleno en una historia perfectamete real, de la que él mismo podría ser también la víctima.


Un héroe no es, para mí, el mejor filme de Asghar Farhadi, director mundialmente reconocido desde que ganó el Oscar, el Oso de Oro y el César francés a la mejor película en Hollywwod, Berlín y París, respectivamente, por Nader y Simin, una separación (2011). Para mí, la ya citada de hace una década y sus dos trabajos posteriores: El pasado (2013) y El viajante (2016), me parecen verdaderas obras maestras, de una profundidad y calidad sobresalientes. Por eso, el cine de Asghar Farhadi es tan interesante y siempre mueve a la reflexión del espectador, facilitando que se haga preguntas y busque en su interior respuestas... Un cine inteligente que, con una economía de medios materiales evidente, está dotado, al mismo tiempo, de una sobriedad que resulta muy eficiente. 

La cinematografía iraní, muchas veces relegada a públicos minoritarios (festivales, muestras, etc...), merece una mayor atención y difusión. Deberían atreverse a conocerla y disfrutarla. Su valentía para crear en un país donde se persigue y se sanciona a la cultura es un plus que hace de cineastas como Jafar Panahi, Majid Majidi, las directoras Marjane Satrapi y Samira Makhmalbaf o el propio Farhadi, auténticos héroes. Ellos, sí lo son.

GONZALO J. GONZALVO

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