martes, 26 de octubre de 2021

Titane (2021)***

 Dir: Julia Ducournau

Int: Agathe Rousselle, Vincent Lindon, Garance Marillier, Myriem Akeddiou, Dominique Frot, Nathalie Boyer, Théo Hellermann, Anaïs Fabre, Mehdi Rahim-Silvioli, Lamine Cissokho, Céline Carrère, Mara Cisse.


La mujer y la máquina: el eterno femenino.

En 2011, con su primer cortometraje Junior, Julia Ducournau ya apuntaba maneras e introducía personajes ambiguos y andróginos para componer una truculenta historia que le valió su primera mención en el importante festival de Cannes. Nacida en París en los ochenta, esta directora y guionista, iconoclasta y provocadora dio la campanada, de nuevo en Cannes, en 2016, con su primer largometraje Crudo, filme que le valió, además del premio de la crítica en dicho festival, tres premios más en el prestigioso festival de Sitges de cine fantástico, amén de seis nominaciones a los premios César del cine galo y diversos galardones más en Europa y EEUU. 


Galopando ya a lomos del caballo de la fama y el éxito, la Ducournau, convertida en nueva “fille terrible” 
del cine del siglo XXI, no podía defraudar a su legión de seguidores/as con su nuevo y esperado trabajo. Y me refiero (en cuanto a no defraudar), a que tenía que entregar un filme aún más "gore", epatante, provocador, "destroyer" e incómodo para el espectador medio. Y... que duda cabe... Titane no se queda corto en ninguno de esos parámetros... más bien, muy al contrario, se pasa de frenada en más de una curva.


Julia Ducournau (Julie, seguramente, le parecería demasiado cursi) no cabe duda de que es una cineasta 
imaginativa e inteligente, y que ha devorado, pese a no alcanzar aún los cuarenta, mucho cine, especialmente del género fantástico. Los que somos perros cinéfilos aún más viejos, y que también hemos devorado cine desde que teníamos dientes de leche, nos damos cuenta que, como ocurre siempre respecto a lo “aparentemente nuevo y original”, que no es oro todo lo que reluce, o, más bien, parafraseando al Eclesiastés, “No hay nada nuevo bajo el sol” ("Nihil novum sub sole"). 

A este respecto, voy a referirme a dos claras referencias de las cuales la cineasta francesa se vale para construir este Titane. Por orden cronológico, la primera de ellas sería el filme oriental Tetsuo: el hombre de hierro (Shinya Tsukamoto, 1989) y su saga, extraño filme del fantástico nipón, con numerosas coincidencias temáticas. La segunda, y más reconocible, es Crash (David Cronenberg, 1996), una película que ya trataba la atracción entre máquina y humano y la parafilia por el excitante metal que ello conllevaba. Con estos mimbres, más una estética y colorido peculiares, fruto del trabajo de fotografía de Ruben Impens y un peculiar montaje a cargo de Jean-Christophe Bouzy, Ducournau construye una extraña fábula en la que el afecto y el amor consiguen la redención final del personaje malvado. Un malvado que, en este caso, es “Bella y Bestia” al mismo tiempo. Una máquina mortal de naturaleza femenina. Respecto a esta cuestión, no se puede olvidar también un guiño, aunque lejano, a la María de la futurista Metrópolis (1927) de Fritz Lang.


Titane, flamante y reciente Palma de Oro del último festival de Cannes 2021, es pues una película 
extraña, no apta para todos los paladares, ni todos los públicos. Quien decida ir a verla ha de tener en cuenta de que va a tener que soportar algunas escenas que ponen al espectador al límite de lo digerible, pues estamos ante un filme que juega, entre sus bazas fundamentales, precisamente con eso, con la incomodidad y estupefacción del espectador. Con una base de thriller con “asesino en serie”, Titane se mueve con soltura entre el "gore" más descarnado, el surrealismo posmoderno y el drama humano. Con un poco más de contención, sutileza y un menor regodeo en lo "bizarre", Ducornau podría haber logrado un filme aún mejor, pero ese no es precisamente su estilo. 

Un filme tan inclasificable como su directora: Julia Ducornau. Recuerden bien este nombre porque, sin duda, con tan solo dos largometrajes, ha conseguido dinamitar las salas y los festivales de cine. ¿Quién sabe que nos estará preparando ya la nueva “fille terrible” del cine francés?

GONZALO J. GONZALVO

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