sábado, 10 de septiembre de 2016

Cerca de tu casa (2016)***

Dir: Eduard Cortés
Int: Sílvia Pérez Cruz, Oriol Vila, Lluís Homar, Adriana Ozores, Ivan Massagué, Iván Benet, Manuel Morón.

Desde 1986 Eduard Cortés lleva trabajando en la dirección de diferentes series (como Merlí, en 2015) y películas para la televisión catalana. En 2002 dirigió La vida de nadie, su primer trabajo largo para el cine, escrito en colaboración con su habitual colaborador Piti Español, protagonizado por un inquietante José Coronado. Logró también magníficos resultados en The Pelayos (2012), inspirada directamente en las actividades del clan familiar de los Pelayos, especializados en hacer saltar la banca de los casinos. 

Parecía improbable que el problema de los desahucios fuera el tema escogido para su sexto largometraje pensado para la gran pantalla, y menos tratado desde el género musical. Focaliza la historia en una familia (Dani, Sonia y su hija Lucía) que ha perdido su piso hipotecado y ha ido a vivir a casa de los padres de la mujer (Mercedes, interpretado por Adriana Ozores; y Martín, por Manuel Morón) la pareja sin buscarlo, además,  va ha provocar la pérdida del piso de los padres que habían puesto como aval para la hipoteca del suyo. 


Dani (Ivan Massagué), intentará vender detectores de humo y Sonia (Silvia Pérez Cruz), una vez desahuciada, debe trabajar como asistenta en una casa de una pareja alemana de clase media, le pagan muy poco y debe pedir la paga de la que le regatean unos euros hasta los 400 al mes. La pareja alemana debe volver a su país de modo inesperado y de la noche a la mañana su trabajo se convierte en cuidar las plantas y la nevera, es decir 4 días al mes que le pagarán a la vuelta. Un "abogado" le ofrece la posibilidad de reclamar sus derechos, pero el proceso tendrá unos costos económicos difíciles de asumir. Dani y Sonia harán lo imposible...

Lo sorprendente de la apuesta no es tratar un tema tristemente de actualidad como es el de los desahucios,sino hacerlo desde el cine musical. La apuesta era doblemente arriesgada. Las temáticas sociales tienen entre los aficionados españoles al cine poco tirón, y a los musicales el público nunca se acostumbró. 

Hay que decir que la película funciona con gran eficacia en todas las secuencias no cantadas, y que sólo en uno o dos de los números cantados por Silvia Pérez Cruz (se nota su oficio que en realidad es el de vocalista que se desenvuelve bien en el jazz y el folk y que la música para la banda sonora ha sido compuesta por ella) se alcanza la necesaria pasión y calidad, que si hubieran estado presentes en todos los demás hubiera transformado el film en todo un acierto. Los demás actores que tienen que cantar superan el trance como pueden, sin lograr nunca emocionar y creando cierto desconcierto... 

A pesar de los desequilibrios producidos por esa elección genérica, la película merece ser vista para comprobar que se puede realizar un cine de denuncia social, apostando por la calidad en el reparto que, salvo en las canciones, cumple sobradamente y por una realización bastante brillante. 

Las decisiones de puesta en escena de Eduard Cortés, en general, también son de gran eficacia. La apariencia de cine documental no sólo es rota por los números musicales, sino que resulta de gran expresividad con una cámara casi nunca aparente, pero que nos describe a algunos personajes con un simple y oportuno punto de vista (estoy seguro, cuándo logren ver la película, que si les hablo de las apariciones de ese "oportunista abogado", entenderán a la perfección lo que les adelanto).

Se pudo ver en los Cines Aragonia, pero el cine español casi nunca es profeta en su tierra y duró poco tiempo en la cartelera zaragozana. 

Roberto Sánchez
Antonia Bordonada

-Ahora Sin exhibición en Zaragoza-

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