lunes, 14 de junio de 2021

Uno de nosotros (Let Him Go, 2020)***

 Dir: Thomas Bezucha

Int: Kevin Costner, Diane Lane, Jeffrey Donovan, Booboo Stewart, Lesley Manville, Kayli Carter, Will Brittain, Bradley Stryker, Greg Lawson, Ryan Northcott, Aidan Moreno, Ryan Bruce, Caillou Pettis, Adam Stafford, Tayden Marks, Amber Shaun, Connor Mackay, Misty Kay, Will Hochman, Bram Hornung, Otto Hornung.



La sombra de Peckinpah es alargada                  

Margaret y George son los patriarcas y abuelos de una familia de domadores de caballos que viven de forma tradicional y tranquila en su rancho, hasta que la tragedia llama un día a su puerta arrebatándoles a Ryan, su hijo y heredero. A partir de ese momento, una profunnda tristeza se instaura en sus vidas, tan solo paliada por la existencia de su pequeño nieto Jimmy, pero la nueva relación en la que se embarca su nuera, la joven viuda Kaili, les abocará a emprender un viaje dentro de esa América profunda para recuperar a su nieto.


Uno de nosotros (Let Him Go, “Lo dejó ir”, es su título original), con guion y dirección de Thomas Bezucha, es un drama rural muy cercano al western y, también, una road movie que nos vuelve a llevar por los terrenos por donde transitaba la reciente y premiada Nomadland. Esa Norteamérica rural, agreste, que parece perdida en el tiempo, y en las que siguen existiendo hombres duros y buenos hechos de una pieza, como el George Blackledge interpretado magistralmente por un más que maduro Kevin Costner. Al más puro estilo del James Stewart de la "fordiana" El hombre que mató a Liberty Valance (1962), Costner encarna al varón blanco norteamericano con aplomo y valores, lacónico y tranquilo, pero implacable y con agallas si la situación así lo determina. En su ética y su sentido de la justicia, podemos hallar también en él ecos de ese Gregory Peck en estado de gracia que se ponía en la piel del abogado Atticus Finch en la maravillosa Matar a un ruiseñor (Robert Mulligan, 1962). 


En ese viaje emprendido por el matrimonio Blackledge (fabulosa también Diane Lane como Margaret, la aguerrida 
esposa), en el que se tendrán que enfrentar a las tensiones a que les somete la nueva familia política de su nuera, los problemáticos Weboy, el trato y los desaires hacia ellos y su nieto, derivarán en una espiral que prenderá la mecha de una nueva tragedia. A partir de ahí, ya no hay vuelta atrás, y es entonces cuando surgen los ecos y referencias (además de John Ford) de otro gran director aclamado por su violencia poética y fílmica, y me estoy refiriendo nada más y nada menos que al gran Sam Peckinpah. Uno de nosotros muestra guiños evidentes al  más puro estilo Peckinpah, sobre todo en Perros de paja (1971). La odiosa matriarca de los Weboy, Blanche, (encarnada a la perfección por la actriz inglesa Lesley Manville) nos retrotrae también, en cuanto a referencias cinéfilas, a la dura y terrible “Ma” de La banda de los Grissom (Robert Aldrich, 1971), interpretada entonces por Irene Dailey, así como a otra célebre matriarca criminal, Kate Barker, encarnada por la gran Shelley Winter en Mamá sangrienta (Bloody Mama, de Roger Corman, 1970), que, en este caso, formaba un violento clan con sus cuatro hijos. Todas estas referencias fílmicas coinciden en el comienzo de la década de los setenta, una de las mejores en tratar el tema de la violencia en todas sus variantes dentro el thrillerel cine de acción y policíaco (a estos efectos pueden consultar el ensayo Balas, sirenas, patillas y Jazz: las décadas del Neo Noir, Gonzalo J. Gonzalvo, Esebook, 2016). 


La historia, basada en la novela de Larry Wilson, está llevada con buen pulso narrativo, y cuenta con guion y 
dirección de Thomas Bezucha. A ello ayudan también la solvente dirección de fotografía de Guy Godfree, que retrata con gran belleza esa Norteamérica profunda y rural por la que se movía Frances McDormand en Nomadland (Chloé Zhao, 2020), así como la hermosa partitura compuesta por Michael Giacchino. En “Uno de nosotros”, el drama se alía con un clima de violencia soterrada que se mantiene durante todo el filme, y que explota en su tramo final al más puro estilo Peckimpah. 




La pérdida y la redención, la familia y el poder de la llamada de la sangre, son temas troncales en este 
poderoso Neo Western con ecos “fordianos” y “peckimpanianos”, que cautiva y envuelve a nivel visual y se apoya en grandes trabajos actorales tanto femeninos como masculinos. ¿Se la va a perder…? Yo que usted no lo haría…forastero.

GONZALO J. GONZALVO

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